La agresión pasiva no es evidente, se disfraza detrás de otros comportamientos que incluso parecen amables, que en ocasiones son ambiguos o contienen un doble mensaje. Y es que estos comportamientos pasivo agresivos son mecanismos de defensa de quienes los practican y que no toman en cuenta los efectos emocionales en el sujeto de su agresión.
Cuando una persona es poco asertiva, incapaz de expresar sus emociones ya sea por miedo al rechazo o a sentirse herida; o bien es incapaz de reconocer sus propios sentimientos, desarrolla una respuesta emocional que la ubicar en una zona segura y protegida. Estas respuestas son conocidas como mecanismos de defensa, que no siempre son acertadas ni consideran las necesidades afectivas de los otros, pero que al interesado le funcionan de una u otra manera para mantenerse “a salvo”.
Éstas son más bien respuestas que se van aprendiendo con los años, y por determinadas experiencias, para mantener una seguridad emocional sobre todo cuando se es muy vulnerable —particularmente en la infancia—.
Algunos de los mecanismos de defensa son evidentes en el comportamiento de quienes los ejercen; pero otros, como la agresión pasiva, son sutiles y tienden a la agresión enmascarada, rayando incluso en la manipulación.
Somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos: Cicerón
Para profundizar en el tema de la agresión pasiva, resolveré las siguientes cinco preguntas:
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¿Qué es la agresión pasiva?
La agresión pasiva es uno de esos mecanismos de defensa, que se ejercen de manera indirecta, enmascarada y sin asertividad, también de manera sutil; donde quien se defiende emocionalmente hace evidente una sumisión “sincera y abierta” hacia los otros; pero en realidad, enmascara resistencia, resentimiento, hostilidad, emociones que están ocultas en su interior.
Es decir usar una máscara de sometimiento, buena voluntad, acuerdo… pero en el trasfondo la persona que ejerce la agresividad se encuentra iracunda, molesta, en desacuerdo.
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¿Quién ejerce la agresión pasiva?
La agresión pasiva es un mecanismo de defensa de personas que no se atreven a responder de forma directa, a expresar asertivamente sus emociones, que no son capaces de afrontar el conflicto y por tanto responden con la agresión de manera disfrazada. Asientan acuerdo con el otro, pero en realidad están en desacuerdo y enmascaradamente lo expresan con la pasividad.
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¿Cómo saber si es agresión pasiva?
Una agresión pasiva es tan sutil que a veces puede confundir a quien la recibe, sobre todo porque en muchas ocasiones se disfraza de amabilidad, espontaneidad o distracción de parte de quien agrede. Por ello suele ser difícil de identificar, pero es claro que en algún momento nos hará sentir lastimados, molestos, incómodos y hasta desconcertados.
El problema de ser víctima de un agresor pasivo es que el otro es incapaz de ser directo y, sobre todo, de reconocer y asumir que nos ha agredido pues precisamente tienen la dificultad de responsabilizarse de sus emociones, especialmente aquellas que lo provocan malestar.
Algunos ejemplos de agresión pasiva son:
La esposa le dice al marido: “empaqué tus camisas formales, porque ya ves que siempre olvidas vestirte adecuadamente”. (Aquí encontramos una crítica después de una “amabilidad”).
La suegra se dirige a la nuera: “Mira, hoy sí te arreglaste y te ves guapa”.
Ahora bien la agresión pasiva no siempre es a través de palabras, otras formas pueden ser con comportamientos discriminatorios. Es el caso de alguien que se dirige a todos los compañeros de trabajo, salvo a uno de ellos a quien le da la espalda. No ha hablado, pero es obvio que lo excluye.
El silencio y la indiferencia pueden ser una manifestación de agresión pasiva: por ejemplo cuando tú expresas emociones o sentimientos al otro y éste no responde o asiente sólo con la cabeza sin expresar más de sí mismo.
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¿Por qué alguien practica la agresión pasiva?
Porque temen actuar de forma directa, la franqueza; desean evitar la confrontación directa y la comunicación de emociones que le son incómodas porque así lo aprendieron.
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¿Cómo evitar la agresión pasiva?
No puedes evitar que el otro intente ejercer la agresión pasiva hacia ti, pero puedes armarte de herramientas para comunicar de forma asertiva que eso que el pasivo agresivo ha hecho o dicho te molesta, te parece inadecuado o te hiere. Lo importante es que señales frente al agresor su comportamiento, que lo hagas de forma directa, asertiva, respetuosa, pero firme.
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