En el Día Mundial Contra el Cáncer no podemos evitar visibilizar estas 8 necesidades emocionales de quien vive con cáncer, más allá de atender las exigencias de la enfermedad física.
El Día Mundial Contra el Cáncer nos invita a reflexionar sobre la importancia de la salud mental y emocional de las personas que viven con esta enfermedad. El cáncer no solo afecta el cuerpo, sino que también impacta profundamente en las emociones y el bienestar psicológico. Miedo, incertidumbre, ansiedad, tristeza, ira, culpa y aislamiento son solo algunas de las emociones que pueden surgir durante el proceso.
Necesidades emocionales
- Seguridad: Sentirse seguro y confiado en el equipo médico y en el plan de tratamiento.
- Pertenencia: Sentirse parte de un grupo de apoyo, ya sea familiar, social o de otros pacientes con cáncer.
- Aceptación: Ser aceptado y comprendido por quienes lo rodean, sin importar los cambios físicos o emocionales que experimente.
- Amor y afecto: Recibir y dar amor y afecto a sus seres queridos.
- Autoestima: Sentirse valioso y útil, a pesar de la enfermedad.
- Espiritualidad: Encontrar un sentido a la vida, a la enfermedad y al sufrimiento.
- Esperanza: Mantener una actitud positiva y esperanzadora frente al futuro.
- Autonomía: Ser partícipe en las decisiones relacionadas con su tratamiento y cuidado.
El papel del psicoterapeuta
El psicoterapeuta se convierte en un faro que guía a la persona con cáncer en la tormenta de emociones que enfrenta. Su apoyo es fundamental para:
- Identificar y gestionar las emociones: El psicoterapeuta ayuda a la persona a comprender sus emociones, desarrollar estrategias para manejarlas y expresarlas de forma saludable.
- Afrontar los desafíos de la enfermedad: El psicoterapeuta ayuda a la persona a afrontar los diferentes desafíos que se presentan durante el proceso de la enfermedad, como la incertidumbre, el miedo a la muerte, los cambios físicos y el impacto en las relaciones sociales.
- Desarrollar habilidades de afrontamiento: El psicoterapeuta enseña a la persona técnicas de relajación, mindfulness y otras estrategias para manejar el estrés y la ansiedad.
- Mejorar la calidad de vida: El psicoterapeuta ayuda a la persona a mejorar su calidad de vida a pesar de la enfermedad, enfocándose en el presente y en las cosas que puede controlar.
- Brindar apoyo a la familia: El psicoterapeuta también puede brindar apoyo a la familia y amigos de la persona con cáncer, ayudándoles a comprender la enfermedad y el impacto que tiene en la persona que la padece.
La terapia psicológica no es un lujo, es una necesidad. Si estás enfrentando el cáncer, no dudes en buscar ayuda profesional. Un psicoterapeuta puede ayudarte a navegar este proceso de una manera más saludable y resiliente.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA