Estas 5 habilidades emocionales que aumentarán tu liderazgo son fáciles de adquirir y te beneficiarán tanto como a tu grupo de influencia.
El liderazgo es hoy un atributo que nos sienta bien a todos y todas. No solo se es líder para dirigir una gran empresa, también se hace en familia, en la sociedad y hasta en los vínculos afectivos, pues éste no implica una jerarquía de mandato-
Ser líder es acompañar, acuerpar y guiar a otras personas en una posición horizontal, sin pretender dominar ni controlar. Hoy, particularmente, las mujeres están asumiendo ese rol porque lo hacen en casa, en la sociedad, entre las amigas y, claro está, en el ámbito profesional.
De aquí que no esté de más adquirir ciertas habilidades vinculadas a la inteligencia emocional, pues liderar implica una fuerte carga afectiva.
Que un líder sea emocionalmente inteligente implica que puede mantener el control de las situaciones de estrés, por lo que no se deja llevar por él, sino que puede analizar esas situaciones estresantes con calma para resolverlas de una manera más eficiente y rápida.
La inteligencia emocional es un concepto bien medido que se refiere a nuestra capacidad para identificar, manejar y utilizar nuestras emociones para navegar de manera efectiva en nuestro entorno. Un líder con fuertes habilidades emocionales puede motivar efectivamente a otros, construir relaciones interpersonales sólidas y tomar decisiones basadas en sus emociones.
5 habilidades emocionales que aumentarán tu liderazgo
Hay muchas maneras de usar tus emociones para convertirte en un mejor líder. Los líderes fuertes son emocionalmente inteligentes porque tienen la perspicacia mental para comprender y manejar sus propias emociones y las de los demás.
Veamos a continuación algunas habilidades emocionales que aumentarán tu liderazgo:
Autoconocimiento
Cuanto más se conozca una persona a sí misma, mejor sabrá cómo reaccionar en momentos críticos o de tensión. Sabrá qué estímulos pueden ejercer una presión sobre su emotividad y cuáles le ayudarán a disminuir ese estrés. Sus respuestas serán mucho más efectivas.
Conocerse a uno mismo incluso ayuda a analizar y entender más profundamente los sentimientos de los demás, por lo que se trabaja también la empatía.
Empatía
Cuando un buen líder es empático, las personas se sienten bien a su alrededor, le escuchan con atención y poseen un deseo genuino de aprender de él o ella tanto como se pueda. Pero a veces pocos desarrollamos la empatía para interesarnos por los demás, algo que muchas veces limita la interacción asertiva entre las personas.
Al saber escuchar, entender y estimular las emociones, el líder empático puede lograr una enorme mejoría en la convivencia y cooperación.
Gestión emocional
Podemos cuestionarnos si las emociones se deben controlar o gestionar, pues éstas son intrínsecas a la naturaleza humana. Lo que sí podemos afirmar que la adecuada gestión de éstas o su buen manejo ayuda a que no nos dominen a notros mismos.
Una habilidad de un buen líder, ya que este no se deja guiar por sus emociones, sino que reflexiona sobre las razones, expone las consecuencias y presenta un análisis del problema y una solución conveniente.
Motivación
Tener y seguir un motivo es vital para todos, un líder no sólo está motivado, también puede motivar a los. Las emociones se contagian y aquellas personas que perciben a un líder con afán de superación y con ganas de progresar y de hacer progresar a la empresa sentirán lo mismo.
La motivación a motivación es la emoción que más contribuye a que las personas luchen cada día para alcanzar los objetivos establecidos. Si no hay motivación, los errores suelen ser mayores en cantidad y en gravedad. La apatía gana cuando no se estimula a la acción y para ello quien es líder puede ser un detonador para continuar.
Asertividad
Las habilidades empáticas son un rasgo vital para cualquier líder. Los líderes empáticos entienden los sentimientos de otras personas y pueden comunicarse de manera efectiva con ellos.
La asertividad es la habilidad de decir lo adecuado en el momento adecuado y de la forma adecuada, habilidad social necesaria hoy día para cualquier persona que tenga un sitio de liderazgo y por supuesto también es fundamental para liderar nuestra vida personal con éxito.
Las personas con niveles altos de asertividad son capaces de gestionar los conflictos de forma constructiva, no se toman los mensajes negativos de los demás como algo personal, saben decir “no”, expresar una queja y pedir algo sin problema.
También pueden reconocer cuando los demás se sienten incómodos y tomar medidas para abordar la causa de la incomodidad. La escucha activa y la comunicación eficaz son cruciales para generar confianza, formar equipos y lograr los objetivos del grupo.
Esencialmente, los líderes con inteligencia emocional desarrollada la promueven en sus equipos fomentando un entorno positivo tanto para la autoexpresión como para el intercambio confidencial.
