Te explico aquí por qué es importante validar tus emociones y experimentar toda su gama en plenitud. ¡Lee hasta el final!
Cuando René Descartes dijo “pienso, luego existo” parece que el mundo emocional, no tangible, obtuvo un lugar secundario, incluso dudoso en la formación del ser humano.
Sentir, emocionarse y validar las emociones no era científicamente comprobable por lo que ya no representaba ninguna importancia en el mundo ilustrado. Así, las personas vieron desintegrado su ser.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que volviéramos la mirada a lo que nos movía internamente y entender que todas las emociones son válidas, y que de éstas no hay positivas y negativas: todas importan.
¿Qué es la validación emocional?
Validar las emociones significa aceptar las experiencias emocionales sin juzgarlas ni querer modificarlas. Es reconocer lo que sentimos sin intentar evadirlo o silenciarlo. Asimismo, se trata de empatizar con el otro y dar espacio para que pueda sentir todas sus emociones sin querer intervenir en el proceso ajeno.
La validación emocional apoya la idea de que todas las emociones son correctas, útiles y válidas, que tienen un mensaje adaptativo y positivo.
Invalidación emocional
Por el contrario, hay quienes invalidan las emociones. Invalidad una emoción es la experiencia que rechaza, evita o niega lo que se siente. Una experiencia que todos, en algún momento de la vida, hemos pasado. Hemos reprimido nuestras respuestas emocionales y hemos minimizado las emociones de otros, tanto como las nuestras.
Normalmente hay una o varias emociones que se reprimen a nivel familiar y una o dos emociones que están más permitidas y se pueden expresar más.
Se invalidan las emociones al: reprimir, minimizar o negar.
Por qué es importante validar tus emociones
La validación de nuestras emociones nos ayuda a tomar consciencia y tener un mayor autoconocimiento. La aceptación es el punto donde ante una situación que nos ocurre, decidimos dejar que la emoción fluya sin resistirnos.
Al ser conscientes de nuestro contexto personal, somos capaces de gestionar mejor nuestras emociones y, por lo tanto, nuestro bienestar psicológico también mejora. La validación fomenta la confianza entre dos o más personas y, además, permite crear un vínculo de intimidad empatía.
¿Cómo validar mis emociones?
Tanto en el caso personal, como si buscamos validar emociones de otras personas, es importante que:
- No tratar de cambiar la emoción.
- Poner nombre a lo que nos pasa.
- Evitar juzgar los sentimientos.
- Observar lo que sentimos frente a una emoción (sensaciones, pensamientos, etc.).
- Comprender el sentido que tiene que aparezca la emoción.
- Normalizar la emoción.
- Sentir la emoción (dar tiempo para la experiencia emocional).
- Conectar con la emoción.
- Darle cause a la emoción.
- No sigamos ni demos consejos sin contexto o no solicitados.
Validar es una habilidad que podemos adquirir en cualquier momento de nuestras vidas, tanto para validar a los otros o para hacerlo con nosotros mismos. Esto nos ayudará a crear vínculos significativos con los demás y a ser más amables con nosotros.
