Claves ante el duelo por una amistad te ayudará a pasar por este momento en que los amigos se distancian o separan.
Por duro que parezca, algunas amistades cumplen su ciclo, concluyen y se separan. Sin embargo, aunque es muy frecuente, pocas veces se habla de cómo procesar esta pérdida tan dolorosa.
Muchos pueden ser los motivos del final, ya sea porque cada quien evolucionó hacia caminos distintos, porque la relación se estaba tornando insana, porque alguien cambió de ciudad o porque los intereses mutuos se diluyeron y ya no hay punto de encuentro.
Sea cual sea la causa, la pérdida de una amistad puede ser muy dolorosa, más incluso que la pérdida de un amor. Es importante hablar al respecto y tener herramientas para transitar por el momento de la mejor manera. Por ello aquí algunas claves del duelo por una amistad.
¿Por qué duele tanto perder un amigo?
El dolor que nos produce perder a un amigo es proporcional a la importancia de esa persona. Sin importar qué tanto tiempo se conocieran, las emociones más bien dependen de la cercanía e intimidad que se tejiera entre los amigos.
Duele porque perdemos un soporte emocional, alguien que nos ofrecía un tipo de refuerzo. De un día para otro dejamos de tener ese vínculo de complicidad y refugio con quien compartir alegrías y desventuras.
Quizá más difícil de asimilar es que se rompen las expectativas. Damos por sentada la relación y no imaginamos que pueda terminar, hasta que lo hace. Hay una frustración y desilusión en medio de esta pérdida.
Finalmente, duele porque, en ciertas ocasiones la confianza y la lealtad se vieron dañadas. La ruptura se presenta con un sentimiento de traición o engaño.
Claves ante el duelo por una amistad
Sabiendo de este dolor, es claro que al perder a un amigo se atraviese por un duelo con sus etapas correspondientes: negación, enojo, negociación, tristeza, aceptación. En el camino puedes seguir estas claves para transitar por el duelo de la mejor forma posible.
- La primera clave está en NO ignorar lo que se siente. Las emociones están ahí y hay que darles importancia. Hay que darse tiempo para sentir, por doloroso que parezca.
- Al mismo tiempo se puede analizar qué ha sucedido y tratar de aprender de ello. Es importante asumir la propia responsabilidad de la pérdida.
- La empatía será tu mejor herramienta, tanto para comprender a ese amigo, esa amiga, que se ha ido, como para ser compasivo contigo. Busca la comprensión frente al enojo.
- Si es posible, conversa con tu amigo con tu amiga, de manera que expresen lo sucedido y cómo lo están viviendo. Si la relación no se puede restablecer, al menos podrán soltar con el mismo cariño que se tuvieron un día.
- No pierdas de vista el autocuidado. Si nuestras amigas, nuestros amigos, solían ser los pilares que nos sostenían en tiempos de adversidad, es momento de considerar estrategias de autocuidado, pues por el momento esos seres entrañables no están más.
- Respeta su recuerdo, porque el dolor puede llevarnos a ver de forma negativa al otro y tejer un cierto rencor, así como despotricar contra el otro. Ello sólo te llenará de amargura y arruinará los años pasados en su compañía. ¿Qué necesidad de ello?
- Pasa por el duelo sin miedo. Vive las emociones correspondientes al duelo por pérdida de la amistad sintiendo y gestionando sabiamente cada momento, de manera que llegues a sanar.
- Trabaja con tus pensamientos, evitando las distorsiones que te animen a creer que todo es fatídico, que todo está mal y que esto nunca pasará. Tus pensamientos también pueden dirigirse al rencor, la crítica o la ofensa; pero también te pueden colocar en posición de víctima y tampoco conviene ese lugar.
- Acepta que las personas y las relaciones cambian. No siempre somos los mismos y allí donde existió afinidad, puede que no haya más conexión. Es importante dejar de idealizar y comprender que las experiencias hacen a las personas, por lo que a veces hay desencuentros.
- Considera cómo has llevado tus vínculos afectivos hasta ahora. Perder a un amigo puede ser una gran oportunidad para repensar nuestras relaciones.
Aunque no hay un solo camino, y estas son algunas sugerencias, no olvides que cada quien transita por el dolor de la pérdida de diferente manera y en tiempos distintos. Si pasas por algo así, no te desesperes, ya irás avanzando hasta la fase del duelo ligada a la aceptación