Hoy es su día, por ello quiero compartirte algunas Lecciones de resiliencia de Nelson Mandela, un líder político y social cuyo legado es grandioso.
Cada 18 de julio se celebra, el Día de Nelson Mandela, un hombre que no sólo fue un líder político, Premio Nobel de la Paz, sino alguien que con su ejemplo nos dejó grandes lecciones de resiliencia. Hoy me quiero unir a la celebración retomando aquello que lo hizo crecerse entre los grandes y ser humilde entre los iguales.
Cuatro años antes de su muerte en 2013, la ONU invitó a todas las personas del mundo a celebrar cada año el día del natalicio de quien fuera presidente de Sudáfrica y lograra la abolición de uno de los sistemas segregacionistas más tortuosos de la era contemporánea, el Apartheid.
Durante 67 años Nelson Mandela dedicó su vida al servicio de la humanidad, como abogado defensor de los derechos humanos, como preso de conciencia, trabajando por la paz y como primer presidente elegido democráticamente de una Sudáfrica libre.
Madiba
También conocido como Madiba, título honorífico otorgado por los ancianos del clan Mandela, Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 y murió el jueves 5 de diciembre a la edad de 95 años.
Nació en la región de Transkei, sureste de Sudáfrica, en el seno de un clan real. Su padre le llamó Rolihlahla, el que trae problemas, en su idioma local, el xhosa.
Y como si nombre fuera destino, como dicen, Mandela pronto manifestó su rebeldía, pues lo expulsaron de la universidad de Fort Hare por participar en los conflictos de una elección estudiantil. En Johannesburgo, siendo pasante de derecho, militó en el Congreso Nacional Africano (ANC). Frente al surgimiento del Apartheid (1948) tomó las riendas del partido.
El preso 46664
Su activismo le hizo ser detenido varias veces, hasta que fue condenado a cadena perpetua, por su participación en la ANC, acusado de sabotaje y conspiración contra el Estado. Ahí comienza la legendaria historia del preso 46664, quien fuera recluido en la prisión de Robben Island, donde escribió múltiples cartas.
Tenía 44 años y pasaría 27 años entre rejas, 18 de ellos en el tristemente famoso penal de Robben Island, donde los presos eran sometidos a un trato inmisericorde. Nunca flaqueó, jamás perdió la dignidad: ni renunció a sus principios ni permitió que la sinrazón lo envileciera. Durante los 10.052 días de cautiverio escribió cientos de cartas a las autoridades penitenciarias, a sus compañeros de lucha, a familiares o amigos, a su mujer y a sus hijos. De estas cartas se puede encontrar el libro Cartas desde la prisión.
Al momento de su condena reiteró su profesión de fe: “Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos vivan en armonía con igualdad de oportunidades (…) Un ideal por el que estoy dispuesto a morir”.
La liberación
Para 1985, el régimen del apartheid, presionado por las sanciones internacionales y la incasable lucha interna, se debilita; lo que dará oportunidad a la liberación de Mandela. El 11 de febrero de 1990 es liberado y de inmediato retoma las negociaciones de libertad para el pueblo sudafricano.
Madiba negoció la tan anhelada democracia, con el último presidente del apartheid, Frederik de Klerk, lo que les valió a ambos el Premio Nobel de la Paz de 1993.
Elegido triunfalmente en las primeras elecciones multirraciales, el 27 de abril de 1994 Mandela llega a la presidencia de su país y expresa en su discurso de investidura su voluntad de construir una nación arco iris en paz consigo misma y con el mundo.
En su autobiografía El largo camino hacia la libertad Nelson Mandela recorre el sendero de su extraordinaria vida. Desde sus primeros pasos como estudiante y pasante en Johannesburgo, el lento despertar de su conciencia política, la ruptura de su primer matrimonio, la dolorosa separación de sus hijos, los veintisiete años que estuvo en prisión —repletos de acontecimientos—, su libertad y la instauración definitiva en Sudáfrica de una democracia multirracial. Un texto que, sin duda, se torna en un testimonio de resiliencia.
La Adversidad
Mandela tuvo la suficiente fortaleza interior y entereza para no rendirse durante su larguísimo cautiverio, y salir con fuerzas para promover el cambio que buscaba 27 años atrás. Consiguió acabar con la discriminación étnica y se convirtió en presidente de su país a los 76 años.
Pero la adversidad no sólo fue pasar casi tres décadas en la cárcel. Luego de salir de la prisión vivió el divorcio de Winny, su esposa, se dice que por infidelidad de ella; la muerte de sus hijos, uno de ellos por causas relacionadas al SIDA; y la de una de sus nietas, en la víspera de los Juegos Olímpicos en Sudáfrica.
Pero lejos de sufrir depresión, estrés postraumático, trastorno desadaptativo o cualquier otra alteración, consecuente y explicable, asumió la presidencia de Sudáfrica, gobernó sin odio y sin resentimiento, sin corrupción, persecución o exclusión. ¡Qué mayor ejemplo de resiliencia!
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Lecciones de resiliencia de Nelson Mandela
Algunas de las lecciones que de él podemos aprender se encierran en sus más famosas frases:
1. EN LA CARCEL: “No tenía tiempo para estar cavilando. Disfruté leyendo y escribiendo cartas y eso ocupó mi mente por completo, salvo cuando me enteraba de las duras experiencias que padecía mi familia, lo cual, como es natural, me llenaba de inquietud”.
2. LUCHAR POR LA PAZ: “Es muy fácil romper y destruir. Son los héroes los que firman la paz y construyen”.
3. UNIDAD: “Unimos nuestras manos a las de nuestros vecinos y a las de los pueblos de África para trabajar en pro del desarrollo y la paz, la democracia y los derechos humanos”.
4. PATERNIDAD: “Hemos visto crecer a nuestros hijos sin nuestra ayuda… Y cuando volvimos, mis hijos me dijeron: Pensábamos que teníamos un padre y que un día volvería. Pero para nuestra sorpresa, nuestro padre ha vuelto y nos ha vuelto a dejar solos porque ahora se ha convertido en el padre de la nación”.
5. LOS DERECHOS: “Yo continuaré luchando por los derechos humanos.”
6. RECONCILIACIÓN: “Ha llegado la hora de curar las heridas. Ha llegado el momento de salvar los obstáculos que nos dividen. Ahora es el momento de construir.”
7. ENEMIGOS: “Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces se vuelve tu compañero”.
8. TIEMPO PERDIDO: “Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí”.
Resiliencia
Recuerda que la resiliencia no es una habilidad extraordinaria sino saber salir adelante a pesar de la libertad y para ello puedes seguir este camino. :
1. Tener un propósito, un ideal.
2. La confianza en tus capacidades
3. Contar con una autoestima elevada.
4. Seguir con optimismo y esperanza.
5. Optar por el libre albedrío, la posibilidad de elegir
