Hoy respondo a una pregunta vital para la salud emocional: ¿Qué importancia tienen el aquí y el ahora? Descubre cómo darle valor y aprovechar tu presente.
Cada día nos acostumbramos a pensar en el devenir, el futuro es el gran misterio que nos atrae tanto que nos tiene pendientes en pensamiento y acciones, siempre acelerados hacia lo que vendrá. Otros, por el contrario, parecería vivir en una constante melancolía por el pasado, ahí donde la vida era mejor, más tranquila, más feliz, con menos preocupaciones.
Ansiedad y depresión dicen algunos, son exceso de futuro o demasiado pasado, respectivamente.
Esto nos hace reflexionar de qué importante es vivir en el aquí y en el ahora, sin perdernos en lo que ya no volverá o en lo que no tenemos certeza si llegará. Una vida en consciencia, en plenitud, “mindfulness”.
El aquí y el ahora
La concepción que nos refiere el “aquí y el ahora” como una unidad de plenitud tiene su origen en la psicología humanista, de la terapia Gestalt. Esta consiste en percibirse en el presente como lo único que existe. Este supuesto se genera a mediados del siglo XX, por la pareja Laura y Fritz Perls, pioneros de la Gestalt.
Ésta trabaja haciendo que el paciente se perciba a sí mismo en el momento actual, sin evocaciones del pasado ni proyecciones futuras. El proceso parte de conectar a la persona con su respiración, sus contracciones musculares, sus necesidades vitales (como comer o dormir), con sus experiencias sensoriales, evitando que el pensamiento se distraiga con angustias nacidas en el pasado o preocupaciones por el porvenir.
Este proceso lo llaman centración: concentrarse en lo que está pasando “aquí y ahora”. Al respecto, la centración no debe acelerarse sino dejar que la persona debe fluir; así se evita la angustia. El pasado y el futuro sólo son interferencias que impiden expresar las emociones que se hallan bloqueadas.
El ahora se constituye en el punto cero entre lo que fue y lo que será.
No quiere decir que no se evalúe la importancia del pasado en las afectaciones del individuo, sino que se manejarán de manera mucho más activa.
Es necesario trabajar sobre el pasado y sobre el futuro si eso afecta el presente, pero posicionados en la actualidad, que es lo único real, para revivir lo que pasó y nos afecta, o lo que pensamos que nos sucederá.
Qué importancia tienen el aquí y el ahora
Existen dos formas de dejar de vivir en el aquí y ahora: ocurren cuando nuestra mente pasa la mayor parte de la vida estancada en pasado, o en el futuro. Esto tiene consecuencias que nos afectan y por ello es importante vivir el presente.
Si ante momentos difíciles nuestra mente se dirige al pasado o añoramos lo que perdimos y ya no tenemos, en vez de revivir momentos agradables, nos condenamos al lamento y a la tristeza.
Igualmente, mirando el pasado sin criterio podemos orientarnos a la autoinculpación. Sí, culparnos y reprendernos por lo que hicimos.
Las añoranzas insanas son una forma de evitar mirar el presente de frente y afrontarlo con resolución.
La carga del futuro
Como el pasado, el futuro también puede ser una carga porque en él anticipamos problemas que aún no existen. Ya nos estamos preocupando por lo que ni pasa o no sabemos qué pasará.
Si la anticipación del posible problema nos lleva a tomar medidas para prevenirlo, habremos conseguido reducir los riesgos. Pero si lo que hacemos no es más que dar vueltas, una y otra vez, a lo que tememos que suceda, nos estamos torturando a base de recrear, una y otra vez, el posible suceso. Algo totalmente inútil y tortuoso.
Espectando el futuro solemos experimentar sentimientos habituales como angustia, ansiedad y miedo.
Igualmente tener expectativas sobre el futuro o sobre las personas, se puede tornar en fuertes exigencias implícitas, frustración al no verlas cumplidas, irritabilidad y malestar.
Cómo vivir el presente con conciencia
Si lo que buscas es trabajar más en ser consciente del aquí y el ahora, te comparto estas prácticas que te puede ser útiles.
- Siente más y piensa menos. En vez de especular por lo que pudo ser o lo que podrá ser, deposita tus sentidos en las actividades, sentimientos y pensamientos que estás experimentando. Dale un sentido positivo a lo que estás viviendo.
- No caigas en la trampa del mal pasado. Cada vez que seas consciente de que el pasado te distrae, te molesta o te paraliza, no te deleites siguiendo el hilo del recuerdo insano. Vuelve al momento de tu actualidad. Si el pasado te pesa aún, realiza un cierre de ciclo y trabaja en el desprendimiento.
- Planea y vive. Si bien es importante tener planes para el futuro, no te concentres de forma exagerada en planear y seguir los planes al pie de la letra, al grado de que te causen angustia. Sé flexible, disfruta la planeación, pero también la realización de los planes. Procura que tu presente tenga un sentido por sí mismo, que no se convierta sólo en un medio para alcanzar algo futuro.
- Acepta todo lo que llega a tu vida. Deja de etiquetar cada momento como bueno o malo. No olvides que la mayoría de las situaciones no son positivas ni negativas, son tus expectativas, experiencias y percepciones las que inclinan la balanza en uno u otro sentido.
- No quieras tener el control de todo. Es importante que asumas que existen muchas situaciones que se escapan a nuestro control, sobre las que tenemos muy poca influencia. Deja que las circunstancias fluyan, así adoptarás una actitud más relajada que te permitirá estar abierto a las oportunidades que se presenten.
- Deshazte de ideas prejuiciosas y falsas expectativas. Los prejuicios son una barrera que nos impide disfrutar del presente porque nos hacen enfrentar las situaciones asumiendo patrones de respuestas preconcebidos que no le dejan espacio a la espontaneidad. Por eso, vivir el presente también implica abrirse a nuevas experiencias que estén verdaderamente en sintonía con tus necesidades y deseos.
🌐 www.jorgedominguez.net
📞💬 http://bit.ly/2ovzhSm