¿Alguna vez has vivido resaca emocional? Esta vez te contaré lo que esto significa y cómo lidiar con ello.
Esa mañana, Lorenza desistió; simplemente no pudo más y abandonó los esfuerzos por levantarse de la cama. Por el contrario, se hizo bolita y se cubrió la cabeza con las sábanas. Definitivamente no podía continuar experimentando todas esas emociones que sintió durante el acompañamiento a su mejor amiga, quien por más que la motivaba y brindaba su apoyo, era incapaz de salir de ese matrimonio tan tóxico.
Lorenza se había involucrado tanto en la historia que hoy ya no tenía claro si las emociones que sentía le pertenecían o las asumía por su amiga. Se sentía agotada, como aquella vez que vivió tan intensamente su propio éxito laboral y se involucró tanto que sufrió una resaca emocional.
Sí, eso existe y ahora mismo te explicaré qué es y cómo lidiar con ella.
¿Qué es la resaca emocional?
Se vive una resaca emocional cuando llegamos a un límite de cansancio mental causado por un acontecimiento en el que nos hemos implicado psicológicamente hasta el extremo. Ello implica una gran carga emocional, ya sea positiva o negativa.
Lo consideramos como una “resaca” puesto que la experiencia que la desencadena es tal que puede dar lugar a distintos síntomas desagradables. Ello a causa de la alteración de neurotransmisores provocada por las diferentes emociones experimentadas.
Todos los procesos bioquímicos asociados a la resaca emocional son a causa de las hormonas como el cortisol (estrés), dopamina (excitación), disminución de serotonina (tristeza), adrenalina (miedo), etc.
La actividad neurológica que genera toda esta química requiere demasiada energía y es por ello que incluso la resaca emocional tiene síntomas físicos, tal como sucede con la resaca por beber demasiado alcohol.
¿Por qué se produce este fenómeno?
Una resaca emocional nace en la capacidad de nuestra mente de seguir sintiendo durante un largo periodo de tiempo los síntomas relacionados con cierta situación emotiva, incluso cuando ésta haya terminado. Aunque las emociones intensas se hayan concluido, el estado emocional permanece.
Estas emociones posteriores se almacenan en la memoria e influyen en la forma en la que nos enfrentamos a situaciones futuras.
¿Alguna vez has vivido resaca emocional?
Tal vez no lo sepas, pero es muy probable que alguna vez hayas vivido una resaca emocional por lo siguientes síntomas:
- Cansancio emocional.
- Fatiga física.
- Irritabilidad.
- Trastornos del sueño.
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares.
- Falta de concentración.
- Dificultad con la memoria.
- Trastornos del apetito.
- Mal humor.
- Falta de energía.
- Sensación de embotamiento mental.
Si la resaca emocional perdura en el tiempo puede acabar provocando estados de depresión, ansiedad, ataques de pánico, apatía, estrés crónico, entre otros. A largo plazo, estos síntomas pueden dañar el ámbito laboral, familiar, de pareja, social, entre otros.
¿Cómo lidiar con esta condición?
Para gestionar la carga emocional que implica la resaca emocional podemos poner en práctica algunas estrategias de cuidado emocional básicas:
- Potenciar nuestro autoconocimiento.
- Establecer límites y mecanismos de autocuidado.
- Dedicar tiempo a uno mismo.
- Revisar nuestro lenguaje interno y nuestras creencias limitantes.
- Aceptar lo que se siente y comprenderse a uno mismo.
- Aprender estrategias de gestión emocional.
- Usar técnicas de relajación.
- Realizar actividades que canalicen nuestra atención.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA