Estas son las 12 actitudes negativas más comunes y deberías considerar si realmente te conviene conservarlas o mejor las modificas.
Las actitudes no son más que la disposición que asumimos frente a la vida, el ánimo que manifestamos y la forma en que damos respuesta a situaciones o personas. En realidad, nuestras actitudes son fundamentales en la cotidianidad, son la bandera con la que nos enfrentamos a la vida diaria.
Los expertos en inteligencia emocional señalan que el éxito de una persona es 85% su actitud mental y 15% sus conocimientos y herramientas.
Actitud mental positiva
Las triunfadoras son las actitudes mentales positivas, las cuales se manifiestan cuando la persona dirige sus pensamientos para ver la vida con posibilidades, abundancia, oportunidades. De ahí se desprenden condiciones para ser proactivos, emprendedores, entusiastas y dinámicos.
Pero la presión social, las preocupaciones cotidianas, el entorno que nos rodea, una mala gestión de las emociones y otros factores individuales pueden generarnos actitudes negativas, que son limitantes y que anteceden al negativismo o la amargura.
Actitud mental negativa
Las no muy ganadoras son las actitudes mentales negativas, que se manifiestan cuando una persona dirige sus pensamientos a la falta de posibilidades, la escasez, los problemas, el victimismo. Su comportamiento es reactivo, sólo una respuesta a las circunstancias; no es propositivo, no emprende, se limita, se esconde de la vida y la evade.
Un condicionamiento negativo de este tipo abarca actitudes que pueden perjudicar, en mayor o menor medida, a cada persona y a quienes le rodean provocando, a corto o largo plazo, consecuencias indeseadas.
Estas son las 12 actitudes negativas más comunes
Pero cuáles son las actitudes negativas más comunes. Aquí te dejo algunas, con el fin de que puedas identificar si estás incurriendo en alguna de ellas y así poder modificarla para depurar tu mente y tu entorno y así construir mejores relaciones humanas.
Las siguientes son actitudes que dañan nuestra relación con otros personas:
1. Negatividad
Por supuesto, la primera actitud negativa que más nos afecta y es común, es ésta: negatividad. Una persona negativa siempre ve la parte negativa de las cosas y es incapaz de apreciar el lado bueno de lo que le pasa. Lo mismo se niega a ver en sí las cosas buenas que posee, como se niega a ver lo bueno del mundo que le rodea.
De tal forma, la negatividad nos impide recibir a la vida y disfrutar plenamente de ella. A todo le ponemos un pero…
2. Desconfianza
Esta actitud negativa cierra toda posibilidad de nueva experiencia en la vida, privando a la persona de la belleza y bondad que contiene. Una actitud desconfiada cierra las puertas a establecer relaciones con los demás, siempre se está a la espera de que el otro nos traicione o nos hiera.
3. Intolerancia
Cuando se expresa una continua falta de respeto hacia la forma de ser de los demás o su pura existencia, estamos hablando de personas con actitudes intolerantes. Esto implica rechazo, discriminación e incluso agresión hacia el otro.
El extremo de esta actitud intolerante puede ser la violencia y se expresa en misoginia, homofobia, gordofobia, etc.
4. Soberbia
No lejos de la intolerancia está la soberbia, vinculada a un comportamiento altanero, engreído y discriminador. Las personas soberbias suelen perder sus vínculos con otros debido a su posición de autosuficiencia y altivez. Las personas con las que se relacionan acaban cansadas de su soberbia que constantemente manifiestan.
Aunque la soberbia a veces es una expresión de miedo que nos impulsa a evadir a los demás por temer que nos hieran o perjudiquen. Muy seguramente detrás de una persona soberbia hay una autoestima lastimada.
5. Competitividad negativa
Competir con los demás de manera negativa es común de quienes constantemente se están comparando con otros. Esta actitud sólo nos puede llevar a tener una vida desdichada, compararnos constantemente con otros sólo nos puede dañar la autoestima.
Las personas con altos niveles de competitividad no pueden alcanzar estados de calma y paz al encontrarse pendientes, en todo momento, de actuar de modo que superen siempre a los demás. Estas actitudes negativas, a largo plazo, también pueden resultar muy perjudicial para la salud de las personas afectadas.
6. Autoritarismo
Las personas autoritarias provocan bastante dolor en el entorno que les rodea. Los individuos con estas clases de actitudes negativas son incapaces de sentir empatía por los demás, lo que los lleva a actuar únicamente según sus propios criterios sin apenas tomar conciencia de los abusos que puedan cometer sobre el resto de personas.
7. Manipulación
Manipular a las personas resulta una actitud totalmente irrespetuosa que degrada la dignidad de las personas al no tenerlas en cuenta para nada. Se trata de un comportamiento egoísta que sobrepone las necesidades propias del individuo a los deseos de cualquier persona de su entorno.
Existen actitudes mentales que dañan la relación con nosotros mismos y dificultan nuestro crecimiento y desarrollo. Estas son:
8. Impulsividad
Una persona impulsiva no se detiene a meditar las consecuencias de sus actos, en muchos casos acaba lamentándose por la conducta que ha llevado a cabo y que le ha llevado equivocarse.
La impulsividad es un rasgo de la personalidad caracterizado por la reacción rápida, inesperada y desmedida ante cualquier situación. Se trata de una condición por la cual la persona no puede controlar los impulsos, las tentaciones o los deseos que siente y actúan sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos
9. Rumiación
Rumiar tus ideas sólo te hará dar vueltas en círculo y así no se avanza. Dar demasiadas vueltas a las cosas constituye una de las actitudes negativas muy presentes en nuestra sociedad. Y no por darle más vueltas se llega a mejor solución. La rumiación es una trampa mental que enreda a la persona en laberintos de pensamientos sin salida ni beneficio alguno.
10. Recelo
Hay quienes dudan y temen por casi todo, creen que la vida no puede darles cosas positivas y dudan de ello. Son personas temerosas en extremo, por lo que gastan gran parte de su energía viviendo a la defensiva, son desconfiadas y se pierden de grandes experiencias que la vida les da.
11. Victimización
Cuando una persona se siente víctima se sumerge en un estado de impotencia que la limita a actuar y la paraliza. La mayoría de las personas que se victimizan, lo hacen porque en algún momento lo han aprendido pues han obtenido una ganancia al hacerlo; pero entran en un ciclo del que no pueden salir, bien porque es como aprendieron a relacionarse, porque obtienen algún tipo de recompensa y donde nunca es suficiente.
12. Mentira
Todos sabemos que a nadie le cae bien un mentiroso; sin embargo, esta actitud es muy frecuente porque muchos buscan evadir la realidad. Quien miente deja de cumplir promesas, defrauda a los demás, engaña en diferentes proporciones y lastima a quien ha mentido.
La respuesta de quienes son sus víctimas es la desconfianza y a mediano o largo plazo lo dejarán aislado. Su palabra deja de tener valor para los demás.
En esta lista de las actitudes negativas de una persona, no podía faltar la mentira. Los individuos que no cumplen lo que dicen, suelen generar gran desconfianza en las personas que les rodean a corto, medio o largo plazo. Su palabra, con el tiempo, se torna en algo no creíble, como en el cuento del lobo.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA