Mi pareja me produce ansiedad un temor frecuente que se vive en las relaciones y que puede tener causas mucho más profundas.
La vida en pareja no es nada fácil. Entramar tu existencia con la de alguien más resulta complejo, especialmente porque ello incluye experiencias, heridas emocionales, puntos de vista y necesidades diferentes e incluso opuestas.
A veces, por muy bien que se lleven dos personas, existe un trasfondo que puede llegar a alterar la estabilidad emocional de una de las dos, aunque no quiere decir que la otra sea necesariamente culpable. Tal es el caso de quienes pueden llegar a experimentar ansiedad junto a su pareja.
Ciertamente, hay momentos en que la ansiedad puede predominar en la relación y generar una espiral de pensamientos negativos y agobiantes; quizá comiencen a surgir algunas dudas, como si en realidad se trata de amor, si la relación es suficiente, si no estarían mejor separados…
No olvidemos, sin embargo, que son los pensamientos distorsionados los que producen ese estado de ansiedad; no es la pareja.
Vivo con ansiedad
Una persona puede generar ansiedad en otra si ejerce algún tipo de presión o con su conducta desequilibra el bienestar mental de la otra. Gritos, golpes, insultos, distanciamiento emocional… Son acciones que pueden producir ansiedad, estrés, depresión, etc.
Casos extremos que en realidad nos hablan de agresión y violencia en la pareja, y que deben erradicarse de inmediato, además de que requieren de poner a salvo a la víctima antes de que el problema escale y se torne un riesgo grave.
Por lo demás, los problemas de ansiedad en la pareja tienen que ver con la forma en la que, quien la vive, está experimentando la relación. Especialmente se sentirán miedos, dudas y pensamientos negativos del vínculo que han formado.
Detrás de ello pueden existir motivos de índole personal como inseguridad, problemas laborales, experiencias traumáticas del pasado e incluso temas genéticos vinculados a situaciones neurológicas que desaten la ansiedad. Incluso nuestros hábitos, horas de sueño, alimentación pueden ser factores que detonen crisis ansiosas.
Cuando nos hacemos responsables de nuestra salud mental, estos síntomas pueden disminuir o se pueden aprender a gestionar de manera apropiada. Aunque, no se puede desestimar que la vida en pareja, realmente, puede causar ansiedad.
Mi pareja me produce ansiedad
Cuando se experimenta ansiedad en una relación, como hemos dicho, puede tener origen en la forma en la que se conduce la pareja en cuestión, pero también en cómo se vive esa relación. Hay muchos factores que pueden desatar esa ansiedad, aquí algunas de ellas.
Ansiedad por una relación insana
En una relación insana, o lo que hoy llaman tóxica, se vive a través de juegos de poder; alguien en la pareja busca el control sobre el otro. Este tipo de relaciones suele superar los límites y poner en juego la estabilidad, la dignidad y los principios de la persona. Asimismo, quien vive este dominio, está viviendo con baja autoestima e inseguridades, por lo que puede ser incapaz de marcar un alto o levantar la voz.
Dependencia emocional
Una persona puede vivir ansiedad en pareja debido a la inseguridad que le genera la idea de perder a su pareja. La dependencia emocional es un detonador de ansiedad a causa del miedo a que la pareja le abandone, le sea infiel o debido a los celos que despiertan en ella algunos comportamientos del otro.
En sentido contrario, si la pareja es dependiente, representará una fuerte presión como para generar crisis ansiosas. Cuando otro deposita sobre nosotros altas expectativas para satisfacer sus necesidades emocionales puede generar esa ansiedad, pues se asumen responsabilidades que no nos corresponden.
Ansiedad por experiencias románticas del pasado
A veces la raíz de la ansiedad no está en la relación actual, sino que proviene de una relación o experiencias pasadas, en las que se vivieron situaciones traumáticas. Es importante identificarlo, pues significa que hay una herida profunda que hay que sanar, muchas veces bajo la guía de un profesional de la salud emocional.
Si se presentan síntomas de ansiedad como opresión en el pecho, ritmo cardíaco acelerado, miedo abrumador sin aparente causa; si te cuestionas sobre la viabilidad de tu relación o tienes dudas, es muy probable que se tenga un cuadro ansioso.
Pero estas sensaciones y sentimientos no necesariamente tienen su origen en la pareja o con lo que otros hacen, sino que pueden surgir de las propias creencias, percepciones y experiencias emocionales. Quizá en el interior habitan asuntos que requieren atención y cuidado, como fortalecer la autoestima, sanar heridas, procesar experiencias no agradables de relaciones pasadas o miedos.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA