Cómo acompañar a alguien que vive con ansiedad es un proceso complejo y frustrante, por ello te dejo aquí algunos consejos.
No te preocupes tanto, échale ganas, tranquilo, estás exagerando… quienes viven con una persona que sufre trastorno de ansiedad suelen tener poca pericia para acompañar en la enfermedad a su ser querido. A veces, buscando calmarles, les dicen frases que más que ayudar cargan sobre el paciente la responsabilidad de estar bien sin un adecuado tratamiento.
La ansiedad no es una actitud o un comportamiento voluntario, sino una enfermedad mental que debe ser diagnosticada y tratada adecuadamente. El apoyo de la familia, pareja y amigos en este proceso es fundamental, pues muchas veces la persona ansiosa, además de sus síntomas genera un sentimiento de culpa frente a los demás.
Si realmente queremos dar apoyo psicológico a quienes padecen esta dolencia, conozcamos algunas cuestiones básicas sobre ella.
¿Qué es la ansiedad?
El trastorno de ansiedad es una enfermedad neuropsicológica que parte de una excesiva preocupación por anticipación ante un acontecimiento que pueda o no suceder. Es un sentimiento de miedo, temor e inquietud desmedido.
Ciertamente las personas pueden pasar por momentos de preocupación, pero cuando los síntomas son cada vez más frecuentes, incontrolables e incapacitantes, estaremos hablando de un trastorno. La ansiedad no desaparece y puede agravar con el tiempo.
Entre sus síntomas:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada (hiperventilación).
- Sudoración.
- Temblores.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
- Tener problemas para conciliar el sueño.
- Padecer problemas gastrointestinales (GI).
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones.
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
Los síntomas anteriores pueden variar según cada persona.
Cómo acompañar a quien vive con ansiedad
Quienes viven con alguien con ansiedad suelen sentirse preocupados por el bienestar de su ser querido, al mismo tiempo que confundidos y frustrados por no saber cómo ayudarlos efectivamente. Por ello aquí dejaré algunos consejos:
1. Informarse
Antes de intentar ayudar a quien vive con ansiedad es importante conocer sobre el tema y hacerse de información veraz y objetiva. Que no se nos olvide que ésta es una enfermedad mental y no una decisión voluntaria de quien la sufre.
2. Escuchar activa
Es muy valioso que el paciente con ansiedad se sepa escuchado con atención y sin ser juzgado. La escucha activa es un segundo paso para acompañarle. Igualmente debemos recordar no hacerle responsable de lo que siente, evitemos las frases vacías, los consejos no solicitados y los regaños. También evitemos la condescendencia.
3. Contener
Luego de escuchar debemos ser depositarios de una situación problemática y de gran sufrimiento. Abrazar el dolor de la otra persona con una actitud empática y solícita. Contener implica una actitud de entendimiento y comprensión, además de una presencia sólida y confiable para quien está pasando por cuadros ansiosos.
4. Serenidad
Cuando una persona tiene un cuadro de ansiedad puede incluso llegar a tener sensación de muerte, por lo que requiere a su lado alguien sereno que tenga los recursos emocionales para brindarle un ambiente de serenidad y apoyo. Por ello hay que evitar dramatizar o angustiarse tanto o más que ella.
5. Ser objetivos
Quien acompaña en la vida a una persona con ansiedad deberá ser objetiva y ayudar a objetivar la situación a la persona ansiosa. La ansiedad implica una tendencia a sobrevalorar las amenazas e infravalorar los recursos, ante ello se puede ayudar a analizar de forma más objetiva y realista la situación para animar a la persona a hacer frente a la misma, en lugar de sobreprotegerla y corroborar sus miedos desproporcionados.
6. Disminuir estrés
Una buena forma de acompañar es ayudar a reducir los estresores percibidos. Animar al paciente a enfrentarse progresivamente a los miedos. Reforzar sus avances conseguidos y recordarle que puede hacerlo. Debemos evitarle fuentes de estrés innecesarias.
7. Durante un episodio ansioso
Antes que decir “cálmate” o “no pasa nada”, es importante ayudar a quien está pasando un episodio ansioso guiándole con diversos ejercicios: práctica de respiración controlada, pedir que enliste los objetos que están a su alrededor, distraerlo poco a poco….
8. Propiciar ayudas externas
Muchas veces la ansiedad está ligada con la depresión o comorbilidades de naturaleza mental que afectan al paciente. En muchos de estos casos la idea más frecuente será “me estoy volviendo loca”. Hay una angustia adicional por ello. Por eso mismo, la persona que acompaña a un ser en crisis ansiosa debe propiciar recursos de ayuda externa: compartir con ella información, folletos, lecturas, podcast sobre su padecimiento.
Debemos de promover la asistencia a un diagnóstico profesional y un tratamiento guiado que brinde salud y bienestar.
La ansiedad es una enfermedad cada vez más en aumento en la población mundial; sin embargo, aún la rodean la ignorancia, los mitos y la falsa idea que es un estado de ánimo, por ello debemos prepararnos más para ayudar a los demás o, si fuese nuestro caso, saber pedir ayuda.
Hablemos más del tema, compartamos contenido en las redes y afrontemos la ansiedad con mayores recursos.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA