¿Qué es la ansiedad climática? El cambio climático también está afectando nuestra salud física y mental.
En el libro Perdiendo el Edén, la británica Lucy Jones expone desde múltiples perspectivas la relevancia que tiene la naturaleza en nuestra salud mental. El medio ambiente es, sin duda, un factor determinante de nuestro bienestar psicológico pero estamos dañándolo como nunca antes.
Dentro de este texto encontramos múltiples estudios y planteamientos al respecto, como lo señalado por Carl Jung: “La ruptura de los seres humanos con el mundo natural era un desastre que provocaba una pérdida de equilibrio a todos los niveles, aislamiento social y cósmico y daño psíquico”.
Asimismo, la autora señala “«La naturaleza» no es solo hermosa e intrigante y asombrosa, es nuestro sistema de soporte vital…” Sin embargo, la naturaleza no sólo es el lugar que habitamos y nos suministra de bienes para la subsistencia, también es el contexto donde nuestra mente se pone en paz gracias a que el cerebro se complace en ella y produce las llamadas hormonas de la felicidad (dopamina, serotonina, endorfinas), entre otras cosas.
Un estudio sobre el uso de antidepresivos entre 1991 y 1998, llevado a cabo por el psicólogo Terry Hartig, apunta a que es posible que el deterioro de la naturaleza influya sobre los problemas de salud mental, se apunta en el libro de Jones.
Y es este daño al medio ambiente el que a veces suele preocuparnos y generar ansiedad. No debemos enfocarnos sólo por cuidar de nuestra salud mental aislándonos del tema ecológico, porque a final de cuentas es nuestra casa la que está “en llamas”.
¿Qué es la ansiedad climática?
Conocido como ansiedad climática o dolor ecológico, también eco ansiedad, existen seres humanos profundamente preocupados por el calentamiento global que afecta cada vez más la vida cotidiana de muchos.
La Asociación Estadounidense de Psicología describe la “ecoansiedad” como un “temor crónico de un cataclismo ambiental”, un estrés causado por “observar los impactos aparentemente irrevocables del cambio climático, y preocuparse por el futuro de uno mismo, de los niños y las generaciones futuras”.
Gran cantidad de personas en todo el mundo se encuentran susceptibles al estrés provocado por el clima y sus manifestaciones en todo el orbe. Los profesionales de la salud mental lo están ya observando y consideran que cualquier persona podría verse afectada por la llamada ansiedad climática, independientemente de su propia vulnerabilidad personal o seguridad relativa a su contexto. Así lo señala Susan Clayton, profesora e investigadora de psicología en The College of Wooster en Ohio.
La Asociación Americana de Salud Pública estima que hasta el 54% de los adultos y un 45% de los niños puede llegar a sufrir depresión tras un desastre natural. Y es que el cambio climático nos está dejando vulnerables a padecer incluso trastorno de estrés postraumático.
La ecoansiedad se caracteriza por una preocupación severa y debilitante por el clima y los riesgos ambientales, que puede provocar reacciones dramáticas como pérdida de apetito, insomnio, ataques de pánico. Desesperación, insomnio, preocupación extrema, impotencia, son algunas de las sensaciones que produce la ansiedad climática.
Soledad de Especie
Asimismo, Lucy Jones señala que además de esta ansiedad, estamos viviendo una «soledad de especie», una tristeza y ansiedad colectivas que produce nuestra desconexión respecto de otras especies (tanto animales como plantas y vegetales).
También, se comienza a utilizar la expresión «desorden de déficit de naturaleza» (Louv) para denominar el efecto que tiene la desconexión de la naturaleza sobre la salud de las personas.
Efectos de la ansiedad climática
De acuerdo al ambientólogo Andreu Escrivá, la ansiedad climática puede provocar un estrés o malestar en genera frente al sentimiento de culpa o impotencia, es decir, la percepción de que las pequeñas acciones que debemos hacer día a día tienen muy poco impacto frente a la crisis.
Igualmente se puede generar lo que él llama un “ecoenfado” frente a la inacción de las autoridades ante las evidencias del cambio climático. La frustración de quienes están en posiciones de poder y autoridad no están tomando medidas efectivas para abordar el problema.
Cómo contrarrestar la eco ansiedad
Los expertos en salud mental enfatizan que la comunicación con amigos y familiares sigue siendo una forma eficaz de afrontar la situación. Hablar del tema y establecer estrategias comunitarias, tanto con acciones específicas a pequeña escala como acciones de presión a las autoridades locales.
Retomando lo que señala Lucy Jones en Perdiendo el Edén, requerimos hacernos de pequeños espacios verdes para confortar nuestra ansiedad y mejorar la salud mental.
Algunas tácticas pueden ser:
- Dar más paseos al aire libre
- Participar en acciones ecológicas colectivas
- Cultivar pequeños jardines y hortalizas
- Tender hacia un estilo de vida minimalista
- Practicar mindfulness
- Hacerse de técnicas de relajación
- Practicar técnicas de respiración
- Hablar de sus preocupaciones con los demás
- Tejer redes de apoyo emocional
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA