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El que salva una vida, salva al mundo: prevenir el suicidio. La primera es una frase del Talmud, uno de los libros sagrados del judaísmo, la tomo en referencia porque todos podemos salvar una vida.  

Este 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, un tema duro de tratar y que muchas veces, por lo doloroso que puede resultar, lo evadimos en sociedad. Pero el silencio frente a este tema cobra vidas y cada vez más jóvenes. 

Por ello hoy acerquémonos al tema y conozcamos cómo podemos, cada uno de nosotros, participar en la prevención del suicidio. Consideremos que cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. 

De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el suicidio corresponde a un problema de salud pública importante, pero con frecuencia no tratado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada año, más de 700 mil personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.  

Entre algunos datos de relevancia, encontramos que:  

  • En la Región de las Américas se notificó un promedio de 81.746 muertes por suicidio al año entre 2010 y 2014, siendo la tasa de suicidio en América del Norte y el Caribe no hispano superior a la tasa regional. 
  • Alrededor del 79% de los suicidios en la Región ocurren en hombres. La tasa de suicidio ajustada por edad entre los varones es más de tres veces superior a la de las mujeres. 
  • El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en las Américas. Las personas de 45 a 59 años tienen la tasa de suicidio más alta de la Región, seguidas por las de 70 años o más.  
  • El suicidio es la quinta causa más importante de AVAD* en las Américas, con un rango de casi nueve veces considerando el porcentaje de la carga total, desde el 0,4% en Antigua y Barbuda hasta el 3,6% en Surinam. 
  • La asfixia, las armas de fuego, la intoxicación con drogas y alcohol y el envenenamiento con plaguicidas y productos químicos son los cuatro métodos más utilizados para el suicidio, que representan el 91% de todos los suicidios en la Región. 

No obstante las cifras, los suicidios son prevenibles con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y a menudo de bajo costo.  

*Años de vida ajustados por discapacidad (AVAD). 

Desactivar mitos frente al suicidio 

Uno de los grandes obstáculos para prevenir el suicidio es la serie de estigmas que se encuentran a su alrededor y que se fundamentan en falsos mitos. De ahí que sea necesario desactivar estos mitos y afrontar las verdades que los contradicen.  

  1. La persona que realmente quiera acabar con su vida no avisa. FALSO: muchas personas avisan sobre sus intenciones, aunque no sean de manera verbal. 
  1. Las personas que se suicidan son egoístas o valientes. FALSO: la conducta suicida no es egoísta ni valiente. Está vinculada a un alto grado de sufrimiento. 
  1. Hablar con una persona sobre suicidio la puede incitar a hacerlo. FALSO: Hablar sobre suicidio puede ser una posibilidad para que las personas analicen sus propósitos autodestructivos.  
  1. La persona suicida tiene que sobreponerse “echarle ganas” y salir adelante. FALSO: el sufrimiento emocional que tiene el suicida no es voluntario, no es suficiente tener fuerza de voluntad para superarlo. Requiere atención de un profesional.  

Identificar las señales  

Para prevenirlo es de vital importancia conocer signos que pudieran indicar que una persona está considerando suicidarse. Algunos esos comportamientos son:  

  • Mencionar el querer morirse o matarse. 
  • Hablar sobre sentirse vacío, sin esperanza o sin ninguna razón para vivir. 
  • Tener un plan o averiguar formas de matarse, como hacer búsquedas en línea de métodos letales, acumular pastillas o adquirir un arma. 
  • Hablar sobre sentir una gran culpa o vergüenza. 
  • Mencionar que se siente atrapada o que no hay ninguna solución. 
  • Sentir un dolor insoportable (ya sea físico o emocional). 
  • Hablar sobre ser una carga para otros. 
  • Consumir alcohol o drogas con más frecuencia. 
  • Mostrarse ansiosa o agitada. 
  • Apartarse de sus familiares y amigos. 
  • Cambiar hábitos alimenticios o de sueño. 
  • Mostrar furia o hablar de buscar venganza. 
  • Tomar grandes riesgos que podrían originar la muerte, como conducir con rapidez extrema. 
  • Hablar o pensar en la muerte a menudo. 
  • Mostrar altibajos extremos en el estado de ánimo, cambiando repentinamente de sentirse triste a mostrarse tranquilo o feliz. 
  • Regalar posesiones materiales importantes. 
  • Despedirse de familiares y amigos. 
  • Poner sus asuntos en orden o hacer un testamento. 

El que salva una vida, salva al mundo: prevenir el suicidio

Cada uno de nosotros podemos ser un factor de cambio en los índices globales sobre el suicidio y participar salvando vida. Poner atención a las personas que nos rodean, preocuparnos por cómo se encuentran, qué tal se sienten y si pudiesen presentar algunos signos de ansiedad, depresión o algún otro trastorno mental, así como de posibles deseos de suicidarse, pueden ser el primer paso para salvar una vida.   

Si se identifica aluna de estas señales de alerta en alguien que conoce, es importante obtener ayuda profesional lo más pronto posible, especialmente si la conducta es nueva o ha empeorado recientemente.  

¿Qué puede hacer uno ante un posible suicida?  

Si la ayuda profesional no puede ser inmediata, las personas podemos ayudar a prevenir el suicidio con estas 5 acciones*.  

  1. Preguntar. “¿Estás pensando en suicidarte?” No es una pregunta fácil de hacer, pero los estudios muestran que preguntar a las personas en riesgo si tienen pensamientos o deseos de morir o de matarse no aumenta los suicidios ni los pensamientos suicidas. 
  1. Mantenerla a salvo. Reducir el acceso de la persona con pensamientos suicidas a ciertos objetos o lugares sumamente letales es parte esencial de la prevención del suicidio. Si bien hacer esto no es fácil, preguntarle a la persona en riesgo si tiene algún plan de hacerse daño y desactivar o eliminar cualquier medio letal puede marcar la diferencia.  
  1. Estar presente. Escuche atentamente para enterarse de lo que la persona en riesgo está pensando y sintiendo. De hecho, las investigaciones sugieren que reconocer y hablar sobre el suicidio puede reducir los pensamientos suicidas en lugar de aumentarlos.  
  1. Ayudar a establecer conexión con expertos o personas de confianza. Debemos tener siempre a la mano números telefónicos de apoyo.  
  1. Mantener la comunicación. Mantenerse en contacto con la persona después de que tuvo una crisis o después de haber sido dada de alta de su tratamiento puede marcar la diferencia. Los estudios han demostrado que el número de muertes por suicidio disminuye cuando alguien da seguimiento con la persona en riesgo. 

*Con información de National Institute of Mental Health, USA. 

JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA 

De Frente a la Vida |CONTIGO

 

Curso impartido por Jorge Domínguez.

 

La comprensión de sí mismo es un acto obligado. Tal y como aprendimos a caminar, a hablar, a comprender el entorno y su funcionamiento, así mismo es necesario comprender nuestras herramientas tanto con las que hemos nacido como aquellas que con el tiempo se han desarrollado y adquirido.

 

Conocer quién eres y como funcionas, te abre a una riqueza inimaginable para mantener tu mente, tus emociones y tus actos en congruencia, en un estado de salud continuo tanto emocional, físico y psicológico. Te convierte en una mejor versión de ti mismo y es ahí que radica tu fuerza vital.

 

Basar tu experiencia de vida y tu bienestar en la ignorancia de ti mismo te condena a los peores males de tu existir.

 

Es importante comprender que vivimos en el sótano lúgubre de una maravillosa y resplandeciente mansión. A la cual pocas veces, o tal vez nunca, hemos podido conocer sus jardines y sus extraordinarias habitaciones. Para tener acceso permanente a toda nuestra mansión, es primordial conocer nuestra ubicación y la existencia de nuestras capacidades.

 

Frente a la vida contigo es una herramienta obligada para crear una mejor versión de ti, para continuar expandiendo tu conocimiento en plenitud que desembocan en estados de felicidad continua.

 

Durante las 5 horas estaremos frente a frente con aquello que permitirá: optimizar tus relaciones tanto contigo como con aquellas personas que se encuentran en tu entorno, vivir en estados de mayor plenitud con lo que haces, piensas y sientes. Comprender tus actos, tus pensamientos y tus sentimientos. Conocer las diferentes influencias que ayudan o impiden a que obtengas lo mejor de ti.

 

Dirigido a toda persona que desee realizar una mejor versión de sí misma.

 

 

Durante el mismo horario Laura Zazueta imparte la versión infantil, para los más pequeños de la casa: de 6 a 13 años. Si tienes hijos será una experiencia maravillosa para toda la familia.

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