No debes creer en estas 10 ideas del amor romántico pues pueden ponerte en una posición de vulnerabilidad.
Ya alguna vez escribí en mi blog sobre los mitos del amor de novela, sobre aquellas creencias erróneas que tenemos respecto a las relaciones amorosas. Hoy me parece más que importante retomar el tema, porque estas falsas ideas sobre el romanticismo han puesto, especialmente, a las mujeres en situación de vulnerabilidad hacia el maltrato.
Al respecto, debemos recordar que el verdadero amor, el amor maduro, no lastima ni golpea, no abusa ni sobrepasa la dignidad de las personas. Premisas fundamentales para comprender que el romanticismo a veces nos pone en situación de riesgo y nos aleja del verdadero amor.
Si siente celos es porque le importo
Definitivamente hemos creído que una escena de celos es romántica, porque significa que a la pareja le importamos tanto que nos limita el conocer y relacionarnos con otras personas. Pero los celos son una conducta tóxica que puede incluso salir sede control y llegar a la celotipia (un trastorno mental que puede ser muy peligroso).
Detrás de los celos hay miedo, inseguridad, desconfianza, necesidad de control y baja autoestima. Además, las escenas de celos arruinan la relación, especialmente porque el celoso se empeña tanto en comprobar lo que cree motivo de sus celos que termina hostigando al ser objeto de su amor/celos hasta lograr que éste se aleje.
Buscando mi media naranja
La idea platónica de buscar la media naranja lleva un mensaje implícito: sin una pareja estás incompleto o incompleta. La creencia de este mito nos puede arrastrar desesperadamente a la búsqueda de una pareja, sin mediar una conciencia de que el vínculo más importante de amor debe ser con nosotros mismos.
Conseguir una pareja por necesidad, puede llevarnos a malas elecciones, peor aún, puede hacernos vulnerables a la dependencia emocional y a las relaciones de pareja tóxicas.
El amor todo lo puede
Otra idea por la que no debes creer en el amor romántico es la de que el amor todo lo puede. Considera que el amor sólo es eso: amor, un sentimiento entre otros. Sin embargo, lo convertimos en un camino de odiseas y conquistas, de grandes batallas y sacrificios. ¿Consideras que el amor debería sufrir tanto para realizarse?
“Amar debe ser tan natural como respirar”, decía Teresa de Calcuta. Debería ser auténtico, fluir y dejar de ser algo forzado. El amor no tiene que poderlo todo, porque no es su tarea.
Los opuestos se atraen
Cuando Juan descubrió que a María no le gustaba ir al servicio religioso en la iglesia, que ni siquiera creía en la misma religión que él y tampoco le interesaba; el divorcio se precipitó.
Por supuesto que nuestra pareja no debe ser una copia fiel de nuestros gustos, pero tampoco existen muchas posibilidades en los opuestos. Hay valores, creencias y costumbres que nos unen y generan lazos en común.
Nos podemos relacionar con personas opuestas a nosotros, pero no siempre por las razones correctas. Con frecuencia, de manera inconsciente, buscamos que llenen nuestras carencias, que nos permitan experimentar cosas que tal vez solos no haríamos. No obstante, las diferentes incompatibilidades nos acabarán dañando.
Una relación basada en afinidades es mucho más beneficiosa y sólida, que aquella que sólo buscamos para llenar nuestros vacíos.
Amar-te Duele
Las abuelas solían decir, “quien te ama, te hará llorar”. Esto ha normalizado que el amor debe doler o implica sufrimiento.
El amor saludable es opuesto al dolor, y creer lo contrario está generar tendencias a la codependencia emocional, a la posible manipulación de alguno de los integrantes de la pareja, a sometimiento por parte de uno de ellos, renunciación a la felicidad y al goce pleno de la relación, etc.
Ese hombre es mío
Hace algunos años una cantante mexicana sonaba en la radio con una esa canción que decía “ese hombre es mío”. Por supuesto tuvo éxito porque se ha normalizado el tema de la exclusividad y posesión en la pareja.
Creer que las personas se nos entregan en el amor y por ello pasan a ser de nuestra pertenencia, por más absurdo que parezca, forma parte de las ideas románticas sobre el amor que debemos dejar de tomar en serio.
Un principio básico del amor es la libertad que se consolida con la confianza. Dejemos de pensar que somos exclusivos en términos de posesión, porque frente a la entrega romántica también se puede dar lugar a los celos, la manipulación y el control.
Por mí va a cambiar
Considerar que la otra persona cambiará por amor es una actitud tóxica. La persona que considere que su pareja debe cambiar está equivocada… de pareja. Si lo único que importa es cambiarla, quizás el problema no sea suyo, sino nuestro. Intentar cambiar a una persona es un acto de control y manipulación, no de amor.
Asimismo, los cambios verdaderos se dan cuando consideramos que cambiar es en nuestro beneficio, de ahí que difícilmente cambiemos de forma sostenida motivados por complacer a los demás. Si eso fuera, se trataría de una persona con baja autoestima, que espera que otros la validen y que puede generar dependencia emocional.
Es mi alma gemela
Otras grandes falsas creencias del amor romántico que debemos dejar de creer es la de las almas gemelas. Esto genera una idealización que causa grandes expectativas e igual de grandes decepciones.
Considera estas otras ideas como creencias del amor romántico que no debemos seguir fomentando, especialmente en los jóvenes.
El amor todo lo perdona
Quizá esta creencia sobre el amor es la que pone en situaciones de riesgo a las personas en pareja. Creer que todo se perdona puede incluir perdonar la agresión y la violencia. No debemos perdonar aquello que nos hizo daño y la pareja lo sabía, porque antes de defender el vínculo amoroso debemos defender la salud física y emocional.
Lo primero debe ser la seguridad y el bienestar. Si la pareja te hace un daño, sabiendo que lo haría, no te quiere.
Juntos siempre
Las expectativas de la vida en pareja parecieran llevarnos a creer que una vez juntos, siempre juntos. Hay una falsa creencia de compartirlo todo y hacerlo todo juntos. La pareja que así lo piensa está quitando espacios privados y personales que son indispensables para cualquiera.
Estar todo el tiempo juntos y no tener momentos personales, vida personal, sólo puede producir dependencia en la pareja. Un vínculo insano que terminará por desgastar la relación.
Aunque hemos sido educados por la sociedad, las películas, las novelas y los libros, bajo estas creencias del amor romántico, en la vida real este tipo de creencias nos pone en alto riesgo de no cumplir con las altas expectativas que tenemos de las relaciones en pareja y, tarde o temprano, terminaremos frustrados y expuestos a vínculos insanos.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA