Cómo mejorar la vida con el método Kaizen, una modalidad japonesa que te ayudará a ir paso a paso.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Japón debió reaccionar de una manera rotunda frente a la crisis social y económica que se presentó como consecuencia de su derrota. El abatimiento anímico de la población, así como a la debacle de sus mercados, los obligaron a encontrar estrategias para mejorar paulatinamente y llevarlos hasta la potencia que hoy conocemos.  

Es así como nació el método Kaizen, el cual se deriva de la fusión de dos palabras niponas: «Kai» y «Zen», que significan respectivamente «cambio» y «mejor», lo que hace referencia a un proceso de mejora continua.  

Originalmente este método se utilizó para incrementar la productividad en el ámbito empresarial. Para competir con las empresas europeas y estadounidenses, el gobierno nipón promovió las metodologías de William Edwards Deming y Joseph Juran: usar la estadística para el control de calidad de los procesos.  La aplicación de la filosofía Kaizen superó todas las expectativas y, en pocas décadas, las empresas japonesas se convirtieron en grandes líderes del mercado mundial. 

¿Para qué sirve el método Kaizen? 

Aunque este método, originalmente, tenía por objeto incrementar la productividad empresarial, a partir de la conquista de metas y objetivos de forma continuada, hoy en día, el método Kaizen puede aplicarse a la vida diaria.  

Este nos motiva a no dejar pasar un solo día sin dar un paso adelante, por pequeño que nos parezca. Su filosofía señala que cuando mejoramos un poco cada día, al final podremos obtener grandes cosas, lograremos grandes cambios que nos acercarán cada vez más a nuestra meta. 

¿Por qué es un método tan efectivo? 

La filosofía que sustenta el método Kaizen se basa en dos pilares fundamentales: la gradualidad y la continuidad. A partir de ello se buscará descomponer los objetivos en pequeñas tareas, de forma que se dé un solo paso a la vez. De esta forma no nos sentiremos desbordados psicológicamente, sino que nos mantendremos concentrados y motivados.  

Cada pequeño paso, no obstante, debe seguir a otro paso, en una labor continua, de forma que nos permita avanzar hacia la meta cada día. No importa el tamaño del avance, ni su “perfección”, sino la perseverancia.  

¿Cuáles son los beneficios del método Kaizen?  

Cumplir tus metas sería el principal beneficio del método Kaizen, aunque en el camino podrás ver cómo se transforma tu vida de manera paulatina pero constante. Ya no habrá forma de detener el cambio positivo si lo decides.  

Entre sus beneficios puedes observar:  

• Superación de bloqueos provocados por la resistencia al cambio. Como el cambio es paulatino, casi no lo vas a sentir.  
• Dile adiós a la procrastinación. El hecho de dividir las tareas en unidades más pequeñas nos ayuda a evitar su postergación.  
• Conduce a resultados permanentes. Cambios pequeños, pero constantes.  
• Las ideas esenciales de esta filosofía es que los pequeños cambios, realizados de manera continua a lo largo del tiempo, tienen un gran impacto en nuestra vida. 
• Los pequeños cambios generar un efecto “bola de nieve”, generando grandes transformaciones a la larga.  
• Paso a paso estamos más cerca de la meta y ello puede permitirnos estar motivados y continuar.  

¿Cómo aplico el método Kaizen a mi vida cotidiana? 

Para aplicar el método a tu vida cotidiana primero pregúntate:  

• ¿Qué resultados deseas alcanzar? 
• ¿Qué hábitos requieres poner en práctica para alcanzar esos resultados?  
• ¿Cuál es el pequeño paso más grande que puedes dar para empezar a formar esos hábitos? 

Ya que tienes claro hacia dónde vas y qué necesitas. Empieza a dar pequeños pasos hacia la meta. La clave está en hacer cambios tan pequeños que sea imposible fallar o procrastinar.  

Quiero hacer más ejercicio 

Ahora veamos un ejemplo en temas que a todos nos cuesta trabajo: quiero hacer más ejercicio. Pero éste es un objetivo bastante ambiguo… ¿Cuánto es más ejercicio?  

• Para evitar esa ambigüedad, mejor define una meta concreta: “Quiero llegar hacer una hora de ejercicio diario”.  
• Lo siguiente es definir tu primer paso. Podría ser plantearte realizar únicamente cinco minutos de actividad física al día durante una semana. Luego podrás ir aumentando los minutos o la intensidad, según vayas consolidando tu hábito.  
• Haz tu práctica de forma continuada, no dejes que pase un día sin esos primeros cinco minutos.  

La práctica de esos cinco minutos es algo que puedes utilizar en cualquier tarea que te cueste o te dé pereza. Cinco minutos es algo manejable que no se piensa y termina rápido.  

Posteriormente podrás incrementar a 6 minutos, la siguiente semana… 7 la que sigue, así sucesivamente. Cuando te des cuenta, ya habrás consolidado el hábito y llegado a la meta. 

Considera que el método Kaizen significa ir a tu propio ritmo, esforzarte cada día un poco más, llegar cada día un poco más lejos, pero sin presionarte demasiado.  

JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA