Comprender qué es el mito familiar nos ayuda a entender la dinámica de los miembros del clan y comprender cómo son nuestros vínculos emocionales.
La familia es lo primero, nos dicen muchas de las frases hechas. Parece que la consigna para todos es que hay que honrar a la familia, mantenerla unida y ser leal a sus miembros. Sin embargo, no siempre es prudente estar en el seno de un núcleo familiar que pudiera, incluso, resultar tóxico. Esto podría generar situaciones de conflicto que resulten insanas para los individuos.
Muchas veces las personas “aguantan” a su familia, precisamente por lo que para muchos nos han ensañado de ese grupo primario al que pertenecemos. Un cuerpo sólido que no debe cuestionarse y donde cada uno cumple un rol específico que se le atribuye, además cargado de expectativas.
Pero vivir de tal manera no es emocionalmente saludable y debe corregirse la situación a través, especialmente, desmitificar las ideas que rodean al concepto de familia y que debemos dejar de creer para establecer vínculos mucho más sanos.
¿Qué es el mito familiar?
Con el concepto de mito familiar se puede hacer referencia a una serie de creencias sistematizadas y compartidas por todos los miembros de la familia respecto a sus roles mutuos y a la naturaleza de su relación. Los mitos familiares contienen reglas secretas de la relación, reglas que se mantienen ocultas o sumergidas en la trivialidad de las rutinas del hogar.
Al respecto, por ejemplo, Anabel Carreras señala que “algunos de estos mitos tienen un peso tan fuerte en la estructura familiar y están tan integrados con la vida cotidiana que se convierten en el escenario en el que la familia diseña su vida en común”.
Estas creencias son compartidas y apoyadas por todos los miembros de la familia, como una especie de dogma que no puede ni cuestionarse. En torno a este mito la familia inicia, se mantiene y justifica los patrones de interacción que la rigen.
Características de los mitos familiares
Para poder identificar si vivimos sometidos a ciertos mitos familiares, a veces insanos, habría que conocer lo que les caracteriza.
Un mito familiar es:
Invisible. Es decir, los mitos familiares no se dictan abiertamente, sino que subyacen en la dinámica familiar y los patrones conductuales que rigen a sus miembros. Se infieren a partir de todo lo que flota en el ambiente.
Irrebatible. Las reglas que rigen la interacción en la familia no se han dictado, sino que se asumen entre los miembros de la familia. No hay alguien que juzgue, porque todos las apoyan y todos imprimen expectativas sobre los demás esperando que sean cumplidas
Es global. Ningún actor de la familia se queda si un rol que cumplir ni puede permanecer neutral y al margen de la trama. Ni siquiera saliendo de la casa común o la ciudad, o distanciándose, los miembros de la familia se pueden librar de las lealtades invisibles que atan a la familia.
Complementariedad de roles. A cada miembro se le asigna un rol específico que va asumiendo; pero estos son complementarios al existir un contrapunto o complemento: a cada rol definido corresponde un contra-rol oculto en otro o en varios miembros de la familia.
Están en todas las familias. Toda familia necesita de normas y costumbres que den sentido al reparto de roles y al mantenimiento de reglas; que permitan dotar a la familia de coherencia. Sin embargo, los mitos son más obvios e inalterables y tal vez más abundantes y profundos en las relaciones patológicas.
Tipos de mitos en la relación familiar
Aunque cada familia crea sus propios mitos y pueden ser tan diversos como las propias historias familiares, pueden detectarse temas de fondo que están presentes en muchos de los mitos familiares.
Mito de armonía. Presentar una imagen de tranquila felicidad. Aparentemente son familias sin problemas, sin conflictos en la que todos son felices. Sin embargo, debajo de este mito puede haber muchos conflictos, infelicidad e incluso depresión que afecta a todos.
Mitos de disculpa y reparación. Incluyen las alianzas e interrelaciones de hecho que unen a los miembros de la familia y aparentemente los mantienen unidos aun frente a la adversidad. Pero en realidad se observan en ellos procesos de separación, negación, idealización e intensa proyección.
Mitos de salvación. La familia cree que pueden evitarse o diluirse los sufrimientos y la vergüenza gracias a la intervención de un personaje fuerte. Se erige el rol del redentor que puede salvarlos del sufrimiento, gracias a esa persona todos estarán bien.
¿Para qué sirven los mitos familiares?
Cada familia puede asumir un mito familiar para definir su estructura o encontrar la estabilidad anhelada, aun cuando esta sea a través de caminos insanos. Algunas de las utilidades de un mito familiar son:
- Ahorro. Evitan el conflicto, promueven acuerdos pacíficos automáticos.
- Estructurar las relaciones familiares. El mito es una fuerza estructuradora que produce las pautas de interrelación entre los miembros de la familia. Además, asigna derechos y obligaciones entre los individuos.
- Crea una imagen interna de la familia. Forma la imagen interna de cada familia donde cada miembro se percibe a sí mismo y a los demás frente al mundo exterior.
- Garantiza la estabilidad familiar. Consolidan las relaciones, plantean la noción de los orígenes, se trasmiten de generación a generación.
- Cumplen el papel de encubrir una realidad que la familia se niega a aceptar.
- Representan la forma como la familia se relaciona con la cultura.
En ocasiones, el mito puede parecer irracional e incluso ridículo a quien lo contempla desde fuera; pero para la familia es su realidad, algo no sólo emocionalmente indispensable, sino que configura una parte integral de su realidad.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA