Pareja tóxica: 20 señales para identificarla y no te destroce la vida como a Rebeca.
Cuando volví a ver a Rebeca casi no la reconocí. Se veía apocada, con una vestimenta que no era su estilo, pero especialmente se le notaba delgada, ojerosa y triste. Su última pareja la dejó destrozada: era un hombre tóxico que la dañó.
“Este hombre me arruinó la vida” —no paraba de repetir Rebeca. Y ciertamente ella había pasado un tiempo bajo el dominio de un hombre controlador, que constantemente la criticaba, que la aisló de sus amigos y familia, y que la culpaba de todo además de celarla de manera enfermiza.
¿Podría Rebeca haber evitado estos cinco años de relación tan destructiva?
No siempre una pareja tóxica se hace evidente en los primeros días. Al comienzo se trata de un coqueteo, una conquista en la que damos lo mejor de nosotros para enamorar. Pero con el tiempo, empezamos a hacer evidente nuestro verdadero yo, aquí es donde podemos identificar que nos hemos vinculado con una pareja tóxica.
En ocasiones, es demasiado tarde porque la persona tóxica ya nos habrá hecho daño. Entonces será necesario poner límites a esa persona e incluso, por doloroso que parezca, romper los vínculos amorosos que nos dañan.
¿Qué es una relación tóxica?
Hoy en día se habla mucho de la “toxicidad” de las personas, aquellas que en lugar de hacernos sentir bien e impulsarnos, nos frenan y critican todo el tiempo. Una persona tóxica nos lastima y somete a su propia voluntad.
Una pareja tóxica intentará cambiarnos, moldearnos a su necesidad y gusto, pero al tiempo que nos señala lo malo que percibe en nosotros impedirá a toda costa que la relación termine. Habrá celos, dolor y falta de crecimiento, todo lo opuesto a una verdadera relación sana y provechosa.
Pareja tóxica: 20 señales para identificarla
Cuando nos relacionarnos con una pareja tóxica hay señales para identificarla, que nos permite saber qué tanto daño pueden hacerlo y actuar en consecuencia. A continuación, algunas de ellas:
- Le molesta tu independencia, querrá controlarte e incluso aislarte de tus amigos y familia.
- Se incomoda si haces planes que no la incluyan o lo incluyan. Por ejemplo, que vayas con tus amistades a comer y no lo invites o la invites.
- Registra tus objetos personales, pues le molesta no tener acceso y control sobre ello.
- No respeta tu privacidad: lee tus mails o tus mensajes, abre tu computadora, te pide tus contraseñas.
- Siente celos de personas con las que mantienes una buena relación de amistad o familiar.
- Controla tus actividades, tu agenda y tus horarios. Quieres saber en todo momento qué haces, dónde estás o con quién.
- Planea actividades contigo sin pedir tu opinión.
- Te calla, te hace sentir que tu opinión es errónea o menos importante.
- Busca hacerte creer que sin él o sin ella no vales o que si lo dejas (la dejas) nadie más te va a amar.
- Cuestiona continuamente tus ideas, tus decisiones, tus acciones. Las critica y las censura.
- Usa constantemente el chantaje emocional.
- Te sobreprotege al grado de llegar a inutilizarte. Hace cosas por ti porque parece gentil, pero al final te hace sentir que eres inútil.
- Dice y hace cosas para hacerte sentir menos, al tiempo que te insinúa que tienes suerte de que se haya fijado en ti.
- Te exige demasiado: tu presencia física, tu afecto e incluso puede exigir de tu dinero.
- Mantienes relaciones sexuales para evitar que se enfade, por chantaje, o te compara con otras parejas.
- Se mete con tu forma de vestir, intenta influir de malas maneras para que cambies tu estilo, etcétera.
Ante señales como éstas, lo primero que debes hacer es poner límites y ser firmes. De igual forma, debes trabajar con tu autoestima, pues es la que más se daña con este tipo de mensajes y comportamientos que sólo intentan someterte a la voluntad ajena.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA