Hermanos distantes, ¿cómo sanar la relación? trata de encontrar las razones de la separación entre hermanos y cómo restablecer el vínculo de forma sana.
Durante la infancia, los padres suelen hacer todo esfuerzo para que sus hijos concilien sus diferencias y convivan en armonía. Sin embargo, en la adultez las diferencias entre los miembros de la familia no siempre pueden librarse con facilidad. Hay diversas condiciones que distancian a los hermanos, a veces de manera irreversible.
La ruptura entre los hermanos es un tema mucho más común de lo que quisiéramos, y no en todas las ocasiones tiene que ver con una disputa entre ellos. De acuerdo con la psicóloga Laurie Kramer, experta en estudios sobre la familia en la Universidad de California, “la capacidad de reñir con un hermano y resolver luego el conflicto es un logro del desarrollo”.
Pero los hermanos “que nunca aprenden a dirimir sus diferencias corren alto riesgo de distanciarse en la adultez”. En estos casos, no se tiene ninguna motivación para continuar la relación y el contacto.
Igualmente, el distanciamiento puede deberse a distintas preferencias y elecciones, no necesariamente con alguna pelea. Entre los hermanos y hermanas es común que difieran en cualquier área de la vida al definir sus propios estilos de vida.
Celos y rivalidad
Se considera que uno de los principales móviles de la separación entre hermanos es la rivalidad que naturalmente se establece. Los hermanos compiten por la atención de los padres, sienten celos entre ellos, aun cuando cada uno ocupe su propio lugar en el sistema familiar.
Además, suele haber un favoritismo por parte de los padres hacia alguno de los hijos. Es normal y no hay una intencionalidad malvada detrás de ello. Simplemente los padres tienen afinidades de personalidad con alguno de los hijos, viven experiencias que les enlazada (el primero hijo es con el que aprenden a ser padres, por ejemplo).
Los hijos menos favorecidos interiorizan la sensación de ser ignorados, de que nunca son suficientemente buenos o se sienten inadecuados. Por su parte, los “favoritos” desarrollan una inseguridad por miedo a perder su posición de favorito y por la presión de mantener las altas expectativas de sus padres.
Distanciamiento por rivalidad
Cuando el favoritismo es evidente o se interpreta como tal, los hermanos son más propensos a distanciarse. Por supuesto, esta tendencia dependerá de la forma en que cada hermano procese la idea de ser el menos favorecido: hay quienes dejan de considerarse así y otros que llevan la herida hasta la edad adulta.
De igual modo, la forma en que cada uno percibe su vida adulta definirá la manera en que procesa su pasado de rivalidad. Quienes ven en su vida adulta un camino de éxito y satisfacción tienden menos a rumiar el pasado e incluso disfrutan haber superado la etapa en la que fueron los desfavorecidos.
¿Hermanos tóxicos?
La manera en la que cada hermano aprende sobre los vínculos afectivos será decisiva en la manera de llevar la fraternidad, y ésta tiene que ver con lo que observó en el seno familiar. Con frecuencia, la relación entre hermanos se impregna de toxicidad cuando se trata de una familia poco funcional que no ha sabido establecer límites entre ellos ni el debido respeto al desarrollo individual.
Estas relaciones suelen caracterizarse por la imposición y/o el sometimiento, la crítica y la intromisión, así como un desequilibrio entre el dar y recibir, además de la manipulación y la queja. Tales actitudes permean en la relación de los hermanos y habrá quienes no estarán dispuestos a vivir bajo esta atmósfera emocionalmente insana, prefiriendo el distanciamiento.
El victimismo
Algunas personas tienden a adoptar un rol de víctima en la vida, y ello se traslapa a la relación entre hermanos. La víctima tiende a culpar a los demás de sus padecimientos e infortunios, aun cuando ni siquiera se esté presente en cada momento. Estas personas no toman responsabilidad de su propia vida y los hermanos se cansan de ello. El distanciamiento suele ser el resultado.
Los malos entendidos
Claro que en toda relación pueden presentarse situaciones que se malinterpretan, ya sea porque la comunicación no fue suficientemente asertiva o existieron condiciones que la imposibilitaron. Esto será un factor definitivo en el distanciamiento entre hermanos.
Cómo mejorar la relación entre hermanos
Motivos del distanciamiento pueden ser tan diversos, aquí solo expongo algunos, pero debemos pensar que “cada cabeza es un mundo” y ello definirá las circunstancias de la separación. Sin embargo, habiendo el deseo y la voluntad se puede mejorar la relación y sanar el vínculo afectivo entre hermanos.
- El origen del rompimiento. El primer paso para restablecer la relación entre hermanos es identificar, de forma honesta, si el distanciamiento es unidireccional o mutuo. Es decir, si fueron ambos hermanos los que tuvieron un mal comportamiento o sólo uno es el que de manera unidireccional erró el camino.
- Evitar el contraataque. Con frecuencia los pleitos de familia se acentúan porque a un ataque se responde con otro. Un comportamiento que no llevará a una solución. Será necesario hacer una tregua y dejar de pensar en las revanchas de tipo: como él me hizo, yo le hice…
- Reconocer los errores. Todas las partes involucradas deberán considerar sus fallas y comportamientos erróneos, su falta de comprensión, sus rivalidades y celos, etc. Un ejercicio de honestidad abierta permitirá sanar las heridas de forma más eficaz.
- Ser vulnerables. La revalidad entre hermanos por la atención de los padres permanece latente, bajar la guardia y ser vulnerable no es fácil, pero es necesario. Si realmente se desea la reconciliación es prudente acallar la voz de nuestro ego para aceptar la negociación.
- Asumir los propios errores. Una forma de nivelar el terreno y evitar cualquier postura de víctima o de superioridad es reconocer que cada uno ha cometido errores y está dispuesto a reconocerlo.
- El Perdón. Otorgar y pedir perdón es una fase fundamental para mejorar la relación entre hermanos distantes. Un camino que no es fácil, pero sí la consolidación de un trabajo mutuo en beneficio de ambas partes.
No hay que esperar a que sea demasiado tarde la relación de hermanos distantes puede sanarse con trabajo emocional honesto y constante. Si es necesario haciendo uso de un profesional de apoyo a la salud emocional familiar.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA