Cómo cuidar de la salud mental de los abuelos en la nueva normalidad es un tema imprescindible para evitar sufrimientos innecesarios en la vida de los adultos mayores y de la familia.
La llamada nueva normalidad es producto de una crisis que atraviesa el mundo y que nos ha puesto frente a la incertidumbre, la ansiedad, el miedo, el dolor e incluso el duelo frente a la muerte. Emociones que, sin lugar a dudas, impactan en nuestro estado de ánimo y, especialmente, en nuestra salud mental.
Pero los adultos mayores son aún más vulnerables a esta inestabilidad y afectación en su salud, porque son grupos de riesgo, han visto morir a sus contemporáneos y la familia los ha aislado para protegerlos, sin sospechar las posibles consecuencias de ello.
Estrés postraumático, ansiedad, estrés, claustrofobia, trastorno obsesivo compulsivo, síndrome de la cabaña o problemas derivados de duelos complicados, son algunas de las consecuencias que los expertos consideran el saldo de una nueva normalidad que aún nos tiene sin certezas.
A ello, se suman otros riesgos propios de la edad, como la merma en la autoestima y la depresión, además de posibles daños en la memoria y otras funciones cognitivas, de las que previamente se supone un riesgo en este segmento poblacional.
Cómo cuidar de la salud mental de los abuelos en la nueva normalidad
Como en cualquier otro caso, en el adulto mayor deben tenerse ciertos hábitos saludables que promuevan bienestar y salud, tanto física como mental, por ello se incluyen en estas claves.
HÁBITOS SALUDABLES
- Llevar una dieta balanceada, rica en nutrientes y acorde a sus requerimientos individuales. Ayudará que se establezcan horarios preciosos de comida. La adecuada alimentación no sólo fortalece el sistema inmunológico, sino también provee de micronutrientes que pueden beneficiar al estado de ánimo de las personas, incrementando, por ejemplo, la serotonina que se incrementa con el consumo de huevo, chocolate, avena, almendras.
- Mantenerse físicamente activo. Que los adultos mayores realicen actividad física habitualmente es imprescindible para mantener no sólo su salud física sino también la mental. El ejercicio es promotor de la producción de hormonas como la dopamina y las endorfinas que también ayudan a mejorar el estado de ánimo.
3. Un buen descanso. Conforme pasan los años, tendemos a requerir menos horas de sueño. Pero será necesario que esas horas de descanso sean plenas.
MANTENERSE ACTIVO
- Ampliar la gama de actividades posibles. Aunque la nueva normalidad, para algunos, ha limitado los sitios a los que podemos ir libremente y, con mayor razón, para el adulto mayor. Es importante que las personas se mantengan activas, realizando diversas tareas que estimulen sus funciones cognitivas y les mantengan ocupadas.
- Escucha activa. Los adultos mayores, como quizá la mayoría de nosotros, están ávidos de ser escuchados. De tal forma, pasar el tiempo con ellos y escucharlos de forma activa les permitirá sentirse útiles y apreciados. De este modo también cuidamos su autoestima.
- Evitar el aislamiento Hacer partícipe de las actividades de la familia, aún a la distancia, es otro factor de suma importancia para mantener la salud mental del adulto mayor. El aislamiento es muy dañino y puede incluso afectar las funciones neuronales o provocar depresión. Guardando los prudentes cuidados, los adultos mayores deben ser incorporados a la vida familiar de manera orgánica y cultivar a sus amistades, así como vida social acorde a los tiempos actuales.
- Aprender nuevas cosas. La plasticidad neuronal se estimula con el aprendizaje de cosas nuevas (idiomas, lecturas, tejidos) y realización de manualidades. Hacerlo impulsará a que el buen ánimo se mantenga, así como la memoria y la atención. Además, ayudará a fortalecer la autoestima.
TRABAJAR LAS EMOCIONES
- Tener un sentido de vida. Definir objetivos y metas, por pequeñas que sean, es una forma de no perder el sentido de la vida, un riesgo que suele pasar cuando los adultos mayores no se involucran en actividades sociales, laborales o culturales. Esto también puede encaminarlos a la depresión e incluso a ideas suicidas.
- Facilitarles maneras de expresas emociones. Podemos ayudarlos escuchando, pero también brindándoles herramientas para poder desahogar sus temores y angustias, o sus recuerdos que son una forma de restaurar su sentido de vida y de volver a vivir momentos felices.
CUIDAR LA SALUD FÍSICA
Llevar un control de tratamientos médicos. Muchos padecimientos físicos pueden tener repercusiones emocionales y mentales. Es importante que, para cuidar de la salud mental del adulto mayor, se lleve un puntual control de sus revisiones y tratamientos médicos. El profesional de la salud que lo haga deberá ser capaz de detectar cualquier cambio que afectara el estado de ánimo del paciente o bien, alertar si los medicamentos a consumir pueden tener un afecto secundario sobre la salud mental.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA