El porqué es importante reconciliarnos con los padres nos los dejan claro las constelaciones familiares como parte de la sanación.
El vínculo con nuestros padres marca. Es una relación compleja que nos definen quizá para toda la vida. Ellos son el primer contacto con la vida, el modelo con el que aprendemos a ver la realidad.
La forma en la que llevamos la relación con la pareja, el dinero, los hijos, etc., son producto de lo que entendimos del amor con los padres. Creer que éstos sólo importan en la infancia y el vínculo se acaba en la adultez es un error, su influencia es permanente. Vivir sin su imagen es como crecer sin raíces.
“Al darles la vida a los hijos, los padres no les dan nada que a ellos les pertenezca. Junto con la vida los padres se dan a sus hijos, tal y como son, sin añadir ni restar nada, no se reservan nada. En consecuencia, los hijos al recibir la vida no pueden ni añadir, ni suprimir, ni rechazar nada debido a que ellos son en su totalidad sus padres.” Bert Hellinger
Conflictos con los padres
Del mismo modo, la profunda huella que los padres dejan en nosotros está determinada por los posibles conflictos que con ellos se hubiesen experimentado en las diferentes etapas de la vida.
Para muchos, el crecimiento en el seno familiar no es fácil, el conflicto puede ser constante y dejar secuelas. Desde pleitos en la adolescencia, desordenes sistémicos hasta abandono y muerte, todo conflicto con los padres define también nuestro vínculo con la vida.
Estar en conflicto con ellos nos desconecta de nosotros mismos y abre la puerta a otras dificultades en la relación con los demás. Ello gesta formas patológicas de estar en la vida que finalmente nos hacen infelices. Por esta razón es importante reconciliarnos con los padres, aunque ya no se encuentren con nosotros.
Consecuencias del conflicto con los padres
- Cuando nuestra relación con los padres está dañada, al no tomar lo que nos han dado, surge en nosotros la necesidad de exigir a la vida, sin llegar a estar satisfechos de nada de lo que recibimos.
- Al no tomar a los padres, nos es imposible tomar la vida y nuestras manos quedan vacías, ello nos impide dar a otros desde el corazón.
- El rechazo a los padres genera una pésima percepción de la vida y de nosotros mismos. A través del juicio a los padres somos incapaces de aceptarnos por completo, negando incluso nuestra propia vida.
- Vamos vacíos, desconectados de la vida y nuestro cuerpo. No hay satisfacción alguna, siempre buscando sin encontrar.
- No tomar a los padres nos orilla a conductas de riesgo, porque también hemos renunciado a la vida buscando acallar el dolor.
Por qué es importante reconciliarnos con los padres
Para reconciliarnos con los padres habremos de reconocer que también ellos tuvieron relaciones complejas con sus progenitores, ello determinó la forma en que se vincularon con nosotros.
Quizá no fueron lo que esperábamos y no creemos que sean un ejemplo a seguir, su imperfección incluso puede llegar a molestarnos y producir reclamos. Mas, quien reniega de sus padres, reniega de sí mismo.
No obstante, los padres hicieron lo mejor que sabían ser, dieron lo que podían dar y procedieron según lo que tenían. Ello hay que tomarlo como es sin reclamos. Es necesario reconciliarse con nuestros padres, para poder tomar la vida con todo lo que implica.
Para reconciliarnos con los padres debemos:
- Ser humildes para tomar todo lo que nos han dado.
- No exigir nada, pues ya nos han dado lo más importante: la vida.
- Preservar el orden sistémico al tomar la vida y ser los pequeños de la relación.
- Asentir a la vida y al destino como nos lo dieron los padres, con límites, bendiciones e implicaciones correspondientes.
- Dejar atrás los juicios y reclamos respecto a lo que no nos dieron.
- Evitar inmiscuirnos en cómo viven su vida.
- Respetar sus decisiones y manera de percibir la vida.
- No buscar cambiarlos.
Honrar para reconciliar
Para ayudar en el proceso de reconciliación con los padres es fundamental honrarlos y esto puede ser a través de:
- Darte permiso para expresar tu dolor en un espacio seguro.
- Ser feliz y cumplir tu proyecto de vida.
- Estar agradecido por todo lo recibido, por lo que tienes y tuviste.
- Apostar por los sueños sin temor.
- Aprender a sostener a tu niño interno.
- Vivir los órdenes del amo, respetando sus reglas básicas (pertenencia, orden y equilibrio entre dar y tomar).
Cuando honramos a los padres aceptamos la vida con la suficiente fuerza para tener éxito.
No importa si están vivos o no, si están cerca o nos dejaron, honrar a los padres se hace desde el corazón. Reconciliarse con los padres es encontrarse a nosotros mismos y no sentir soledad.
Constelaciones Familiares Montreal