Saber cómo cambiar el estilo de pensar negativo nos brinda claves esenciales para vivir de una forma más asertiva y plena.
Hace unos días escribí un texto básico de cómo hemos clasificado algunos tipos de pensamientos negativos, los cuales se crean a partir de patrones aprendidos durante la vida. Afortunadamente estos patrones se pueden modificar, transformándolos para que dejen de causarnos dolor.
Dando continuidad a ese artículo, esta vez te hablaré sobre qué hacer con esos pensamientos y cómo cambiarlos hacia ideas más positivas.
¿Por qué debo cambiar mis pensamientos?
Los pensamientos negativos lo son en tanto te dañan, te producen emociones dolorosas, te angustian o te deprimen. Es por ello que no son adecuados y la causa por la que hay que modificarlos.
Es importante que reconozcamos que los pensamientos negativos tienen un profundo impacto en nuestras vidas. Repetirte a diario lo mal que te sientes, lo incapaz que eres, lo mal que están las cosas, lo único que hace es generar un ambiente negativo que promueve que todo se vea y salga mal.
Para llevar una vida más plena y gozosa es importante cambiar la forma en que solemos pensar, reprogramar nuestro patrón de pensamiento y ver las cosas desde otra perspectiva.
¿Cómo puedo cambiar mi estilo de pensamiento negativo?
Recordemos que los estilos de pensamiento son formas equivocadas de percibir, analizar y relacionarnos con la realidad. Pensar así no es una decisión, no suele ser algo que nos propongamos, es más bien algo que aprendimos inconscientemente, pero que podemos desaprender.
- Para cambiarlos, lo primero que debes hacer es reconocer que tienes pensamientos que no te hacen bien.
- Analiza los tipos de pensamiento que sueles tener con mayor frecuencia. Si son varios, ve cambiando uno a la vez, no intentes cambiarlo todo de una sola vez.
- Considera el tipo de emociones que te están causando esos pensamientos y, tal vez por ello, es importante hacer el esfuerzo de cambiarlos.
- Comienza la transformación cambiando palabras. Cambia los siempre, nunca, todo y nada de tu vocabulario y sustitúyelos por a veces, con frecuencia, poco, mucho, etc.
- Cuando tengas este tipo de pensamiento, pregúntate en que te estás basando para creer que los resultados van a ser negativos y terribles.
- Reconoce que no eres adivina, que eres incapaz de leer la mente de las personas. Es por ello que antes de intentar hacerlo y “adivinar” lo que está pensando, lo mejor es ser asertiva y preguntar lo que los demás piensan. Así también escuchar de forma activa, sin juzgar.
- Cuando adviertas que en tu cabeza parece que sólo se ven las cosas negativas, haz un esfuerzo por buscar también los elementos positivos de la situación.
- Considera que las personas son más de lo que hacen, que tienen sus propias historias, preocupaciones y dichas, no están pensando en ti todo el tiempo, por lo que no piensan en criticarte, molestarte ni lastimarte, mucho menos en sólo escucharte. El egocentrismo no te hace bien, te aleja de los demás.
- Piensa que el hecho de que algo suceda una o más veces no indica que así va a continuar para siempre.
- Trabaja en tu autoestima siempre, mantenla nutrida con un trabajo personal y si es el caso, acude a un profesional para que te ayude a reestructurar la imagen que tienes de ti misma y puedas amarte más.
- Analiza sin realmente eres capaz de concentrar a las personas, con toda su complejidad humana, en un solo concepto. ¡Es algo casi imposible! Por lo tanto, intenta dejar de etiquetar a los demás sólo por un aspecto de su personalidad.
- Tomar una decisión basada en actitud de pensamiento negativo es un error. Preocuparte constantemente por un futuro que no conoces y que no sabes si va a suceder o no, también lo es.
- Poner nuestro bienestar en la suerte o en la esperanza de que algo suceda para que nuestros problemas se resuelvan, es una actitud equivocada, por ello hay que estar en el aquí y el ahora, dejar de ser ilusos.
- Date un tiempo para aprender a pensar diferente y evita sentirte frustrada porque al primer intento fallaste. No te regañes ni te autocastigues. Ve a prendiendo poco a poco. Recuerda que los cambios deben ser pequeños pero constantes.
- Reconoce y felicítate cuando adviertas que has cambiado tu pensamiento, eso te hará sentir motivada para continuar. Además, sentirás el cambio positivo de tus nuevas emociones.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA