Quizá no es una pregunta frecuente cómo saber si se vive abandono emocional. Sin embargo es una condición frecuente, tanto en la infancia como en la vida de pareja, y requiere ser gestionada para no sufrir secuelas aún más dolorosas.
Entre las emociones que mayor malestar nos producen está el abandono. Pero más allá de la ausencia física que nos pueda causar esta emoción, se encuentra la “ausencia” emocional.
Si un niño pasa la mayor parte de la tarde solo, porque sus padres están trabajando, pero tiene la certeza que, en cuanto vuelvan, le dedicarán tiempo y atenciones; el niño no se sentirá abandonado.
Pero si los padres, al volver, continúan realizando otras actividades laborales o de entretenimiento, incluso discutiendo entre ellos, es muy probable que el pequeño se sienta emocionalmente abandonado.
Esto no sólo pasa a los niños, también puede suceder a los adultos cuando su pareja deja de tener como prioridad la complicidad, la cercanía y la convivencia común. Se pierden los detalles, la atención y, especialmente, disminuye la comunicación.
Es entonces cuando se puede producir una sensación interna de abandono que detona estados de ánimo dolorosos: tristeza, frustración, desamparo, angustia, etc.
¿Qué es el abandono emocional?
El abandono emocional es un estado en el que una persona se siente poco deseada, dejada de lado o que se ha perdido de sustento emocional, ya sea de golpe o paulatinamente.
Al ser una situación de abandono, la ruptura del vínculo emocional se da de forma unilateral. Una de las dos personas que conforman este lazo afectivo deja de formar parte de ésta. Al sucederse esto, la que “se queda”, y que tiene un apego hacia quien “se fue”, sufre consecuencias emocionales vinculadas al rechazo.
Como se trata de una situación de abandono, la ruptura del vínculo emocional se da de forma unilateral, es decir, una de las dos personas implicadas en la relación, ya sea familiar, de amistad o íntima, deja de formar parte de ésta sin previo aviso o de forma muy brusca. Al suceder esto, la otra persona, quien siente apego hacia quien le ha abandonado, sufre las consecuencias emocionales como resultado de haber sido rechazada.
¿Qué produce la sensación de abandono emocional?
Sentirse emocionalmente abandonado se da cuando hay una desconexión interior con la otra persona (padre, madre, hijos, pareja, amigo). Esta desconexión se produce porque no existe afectividad de parte del otro.
O sea, esperamos que la otra persona tenga la capacidad de manifestar sentimientos y emociones, lo que no sucede. La consecuencia es un vacío interior y una sensación de haber sido abandonado.
Algunos especialistas en conducta humana, consideran que las personas que tienen este sentimiento pueden tener secuelas de la experiencia propia al no ver satisfechas sus necesidades emocionales en la primera infancia.
Pero también puede ser una herencia genética. La psicoanalista francesa Francoise Dolto afirmó: “lo que es callado en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”. Una idea que explican también los postulados de Bert Hellinger en su teoría de Constelaciones Familiares. La historia familiar puede dejar en las personas un halo de emociones, entre ellas el abandono emocional.
En el caso de las relaciones de pareja, el abandono emocional se suele deber a que el vínculo emocional entre ambos se puede romper a causa de la rutina de la vida diaria, porque el crecimiento y desarrollo de ambos es diferente o la presencia de una tercera persona.
¿Cómo saber si se vive abandono emocional?
Entre los signos que pueden evidenciar el abandono emocional podemos encontrar:
- Cuando se trata de la relación de pareja o con amigos, no hay un enfrentamiento directo sino se vive una situación de apatía y falta de interés.
- Escuchar con poca empatía lo que dice el otro.
- No recibir muestras de afecto.
- Clara sensación de que uno de ellos no se sienta lo suficientemente querido por el otro.
- La falta de confianza contribuye a la sensación de abandono emocional, porque la víctima siente que no es tomada lo suficientemente en serio ni tampoco valorada.
- En caso de los niños vivirán el abandono emocional como rechazo, lo que dejará profundas heridas difíciles de cerrar si no se manejan oportunamente.
Consecuencias del abandono emocional
Quienes experimenta el abandono emocional vivirán con graves secuelas que pueden llegar a la adultez si no se gestionan estas emociones dolorosas de manera adecuada.
Entre las secuelas se pueden presentar problemas desde ansiedad por separación, tristeza, depresión, conductas antisociales por miedo a ser heridos, hasta trastorno de estrés postraumático, entre otras cosas.
No obstante, es importante considerar que todos podemos llegar a experimentar una sensación de abandono emocional o sentimiento de rechazo, del que ya he hablado antes; pero no todos vamos a desarrollar algún trastorno psicológico, aunque puede ser un factor de riesgo.
Una persona que está pasando por un proceso de este tipo puede desenvolverse de forma totalmente adaptada en su día a día, solo que lo hará pasando por una mala racha.
Si esa mala racha es demasiado prolongada, genera apatía y desinterés en actividades o motivaciones que antes gustaban, es momento de acercarse con un profesional de la salud emocional y sanar las heridas.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA