La forma en cómo conquistar el bienestar psicológico se fundamenta en una serie de hábitos que puedes implementar en tu vida cotidiana para alcanzar mayor calidad de vida desde el interior y proyectarla en tu salud física y emocional.
¿Qué es el bienestar psicológico?
El bienestar psicológico es una condición subjetiva que tiene relación con la forma en que nos sentimos y disfrutamos, o no, de la vida.
Se trata de estar bien con uno mismo, vivir en armonía con objetivos que podamos plantearnos y que la motivación de cumplirlos dé estructura y sentido a nuestro día a día.
Gozar de bienestar psicológico nos encamina a lograr equilibrio emocional e incluso disponer de buena salud.
Para la psicóloga Carol Ryff, profesora en la Pennsylvania State University, el bienestar psicológico se compone de estas seis dimensiones.
- Autoaceptación
- Relaciones positivas con los demás
- Tener un sentido en la vida
- Crecimiento personal
- Autonomía
- Dominio del entorno
Todas ellas darían forma al bienestar psicológico de manera integral, retroalimentándose entre sí.
¿Cómo conquistar el bienestar psicológico?
Conquistar el bienestar psicológico es un trabajo individual, que nos compromete con nosotros mismos y que requiere de prácticas habituales que podemos implementar diariamente.
Los siguientes son algunos de esos hábitos que te harán estar mejor.
1. Amor propio
Quererse a uno mismo no es un tema fácil, hay muchas personas que, afectadas por los mensajes publicitarios o las exigencias sociales, tienen dificultades para quererse a sí mismas y matan el amor propio. Sin embargo, quererse es un factor fundamental para lograr el bienestar psicológico.
De acuerdo a la propia Carol Ryff, la autoaceptación es clave para llegar al bienestar. Por lo que debemos aprender a querernos y ser capaces de aceptarnos a nosotros mismos.
Un enunciado básico para trabajar en ello es asumir que, si no se puede cambiar, hay que aceptarlo.
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2. Ten objetivos realistas
Si, como dije antes, el bienestar psicológico está vinculado con la motivación para cumplir los objetivos, éstos deben ser realistas.
Es sumamente importante tener propósitos de vida, algo que nos motive a continuar y vencer toda clase de obstáculos. Sin embargo, no siempre somos capaces de plantearnos objetivos realistas.
Imagina que quieres bajar de peso, y tu objetivo es perder 10 kilos en dos semanas. Si no los subiste en dos semanas, tampoco es posible bajarlos en tan poco tiempo y de forma saludable. No es un objetivo realista.
Las metas que nos proponemos están relacionadas con nuestra felicidad así que, si no nos las planteamos de manera objetiva, muy probablemente no las cumpliremos y viviremos con frustración constante.
A la larga sufriremos las consecuencias negativas de tener expectativas irracionales. Los objetivos deben ser alcanzables.
3. Vive el presente
El instante sobre el cual tenemos control es en el aquí y el ahora. Vivir en el presente es la manera en que tenemos para ser conscientes del transcurso de la vida.
Asimismo, es dejar de lado expectativas irracionales, hacernos conscientes de nuestras propias emociones y gestionarlas adecuadamente. Ser conscientes del presente es dejar de angustiarnos por lo que hemos vivido en el pasado y no estresarnos en exceso por el futuro.
Considera que si no somos capaces de saber en dónde estamos, difícilmente sabremos hacia dónde queremos ir y cómo lograrlo.
4. Libérate del confort
La zona de confort es una gran trampa que impide desarrollarnos plenamente. En la zona de confort estamos en un no-crecimiento y un no-aprendizaje, que nos limita.
No salimos de este sitio porque lo creemos seguro y no exige nada de nosotros. Salir de la zona de confort es difícil porque de inicio requiere que nosotros mismos reconozcamos que ya no estamos creciendo, que ese lugar “seguro” donde nos encontramos ya no sirve y más bien nos fastidia la vida.
Enfrentar esta aparente comodidad implica también superar varios miedos, pero vale la pena.
5. Conéctate
Con las exigencias de la vida cotidiana es fácil perder la conexión interior, dejamos de hacer introspecciones que analicen cómo vamos, cómo nos sentimos y qué es lo que deseamos.
Conquistar el bienestar psicológico depende de mirar hacia tu interior, por ello es importantísimo conectar con él. Hay que hacer un espacio diario para reflexionar y meditar algunos minutos.
Para ello se puede escribir un diario emocional, trabajar la meditación, pero especialmente deciarse tiempo a uno mismo.
6. Proactívate
Cuando la psicóloga Ryff señala que el bienestar psicológico depende de la autonomía, considera que para lograrlo hay que estar en movimiento, ser proactivos y construir una vida sin esperar que las cosas lleguen.
Las personas que se perciben bien son capaces de sentirse empoderadas y aumentan su tolerancia al riesgo para atreverse a ir más allá y conquistar nuevas metas.
7. Manténte saludable
Por supuesto, quien se siente bien y se acepta tendrá una tendencia al autocuidado. De tal forma para lograr el bienestar también es necesario hacerse de hábitos saludables: dormir lo suficiente para un buen descanso, llevar una dieta balanceada, hacer ejercicio, visitar al médico si hay algún molestar.
Atender las necesidades del organismo es esencial en esta búsqueda del bienestar.
8. Haz lo que quieras
Cuando digo “haz lo que quieras” no me refiero a asumir una libertad absoluta que no respete los límites esenciales para la convivencia con los demás o ponga en riesgo tu integridad.
Me refiero a que hagas lo que te gusta, no sólo en términos de hobby sino también en ámbitos como los laborales o en las relaciones con otras personas.
Cuantos más momentos buenos tengas mejor te sentirás. Así que, si tu trabajo te causa malestar, es momento de cambiar a uno que te brinde plenitud; si alguna relación con otra persona no te está sentando bien, es momento de terminarla.
9. No te aísles
Por mucho que te cueste socializar, el bienestar psicológico está relacionado con los lazos que tramamos con otras personas. La familia, la pareja, los amigos son fuentes riquísimas de bienestar no sólo psicológico sino también físico.
Carol Ryff señala que las relaciones positivas son necesarias para nuestro bienestar psicológico. De hecho, son muchas investigaciones las que afirman que tener amistades y una vida social activa repercute positivamente en nuestra felicidad y nuestra salud mental.
10. Trabaja la inteligencia emocional
Tu bienestar psicológico también depende de la forma en que eres capaz de gestionar lo que sientes.
La inteligencia emocional nos permite identificar con claridad cómo nos sentimos, por qué lo estamos sintiendo y cómo resolver las emociones que acuden a nosotros constantemente.
Investigaciones demuestran que las personas emocionalmente inteligentes gozan de una mayor satisfacción vital y son más felices.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA
