Estas 8 Claves para evitar las tristezas de invierno te ayudarán a mejorar tu estado de ánimo y a gestionar pensamientos negativos para no complicarte la temporada.
Invierno es una estación que afecta directamente en el estado de ánimo de las personas, y es más evidente que la primavera y el verano porque suele ser de una forma “negativa”. La nostalgia y la melancolía, la depresión o trastorno afectivo estacional e incluso el síndrome de la silla vacía, suelen tener efecto en nosotros durante la temporada.
Trastorno Afectivo Estacional
Una de los principales factores que nos afecta con la llegada del invierno es el descenso de la luz solar; esto, se dice, puede provocar el trastorno afectivo estacional (TAE).
Éste se identifica con signos de depresión que se acentúan durante el tiempo invernal por la disminución de la luz solar durante los días de las estaciones más frías, que suelen ser más cortos. Los síntomas incluyen depresión, desesperanza y retraimiento social.
Las personas que atraviesan por el trastorno afectivo estacional presentan altibajos emocionales, ansiedad, apatía, descontento general, pérdida de interés en las actividades que en otros momentos les son significativas, se sienten solos y tristes.
No obstante, es importante considerar que hay dos grandes factores que producen el trastorno afectivo emocional: uno es el aspecto ambiental (el mal clima, los días cortos y la falta de luz); pero también hay que tomar en cuenta que los síntomas emocionales pueden ser parte de una depresión preexistente que es importante diagnosticar y tratar por parte de un profesional de la salud mental.
¿Por qué se da el TAE en invierno?
La luz influye en los niveles de serotonina, la hormona que está asociada con el estado de ánimo de sentirse feliz. La luz aumenta la hormona serotonina, la cual hace feliz a la gente. Popularmente se cree que es un colaborador de los sentimientos de bienestar y la felicidad. Es por eso que el clima y las estaciones del año son causas para que muchas personas desarrollen depresión o estados de ánimo tristes.
La nostalgia y la melancolía
La nostalgia y la melancolía son emociones recurrentes en la temporada invernal. En diciembre, especialmente en las fiestas como Navidad y Año Nuevo, la gente tiende a pensar en el año transcurrido.
Se hace un recuento de los días felices, pero también se consideran los objetivos planteados al inicio del año y que no se cumplieron; en las expectativas que se vislumbraron para el año que concluye y que no se alcanzaron por diversos motivos.
Entonces las personas suelen sentirse frustrados y pensar que, en el pasado, cuando todo era esperanzas y posibilidades de éxito y no “fracasos”, las cosas eran mejores. Y para ello no importa si el año anterior tampoco se cumplieron los objetivos o no la pasamos bien.
Con la nostalgia suele acompañarse la melancolía, la cual esconce una pena más grande que la sola nostalgia.
La melancolía, especialmente si se está lejos, es uno de los retos más fuerte que podemos enfrentar en las fiestas decembrinas. Ésta nos deja una sensación de “pérdida, nos recuerda que algo nos falta; que tuvimos algo (pareja, hogar, familia, patria) y que ahora ya no la tenemos.
Por supuesto, lo que echamos de menos, aquello que hemos perdido era mucho mejor y más agradable de aquello con lo que nos quedamos y, además, no lo podremos recuperar.
Síndrome de la Silla Vacía
La melancolía puede dar lugar al síndrome de la silla vacía, una condición emocional que se detona al revivir el dolor por quienes ya no están, ya sea porque han muerto o se han separado de nosotros.
Al margen del duelo y la tristeza que se padece cuando se ha perdido a alguien especial, el síndrome de la silla vacía cobra intensidad en momentos en que deberíamos estar festejando y viviendo con gran entusiasmo o alboroto algunas fechas en particular, como la Navidad.
En días como éstos se produce un choque de emociones entre la tristeza de la pérdida y el gozo de las fiestas y celebraciones que nos llevarían a pasar el momento de la mejor manera y con buena cara, aun cuando por dentro se sintamos dolor.
No obstante, al ver ese lugar vacío donde debería estar la persona extrañada se comienza a sentir un enorme oquedad, angustia y frustración. La situación trae a nuestra memoria el cómo nos sentíamos y disfrutábamos en momentos como estos con quien ya no está.
Claves para evitar las tristezas de invierno
Aunque no se trata de dar una receta, puedes seguir estas claves para evitar las tristezas de invierno y gozar de la temporada de una manera más saludable;
- LUZ. Si quieres evitar la tristeza de invierno es importante que te procures ambientes luminosos. Si no se puede ir de vacaciones a un lugar soleado, es recomendable acondicionar algunas lámparas adicionales en la ambientación del hogar. También se puede recurrir a una fototerapia profesional.
- VITAMINA D. Una de las cosas que falta en invierno es una potente luz solar, que nutre al organismo de vitamina D. Esta carencia puede ser una de las causas de este trastorno. Por eso, nuevos estudios indican que un suplemento de vitamina D puede ayudar al estado de ánimo.
- CUIDAR LA ALIMENTACIÓN. Aunque el frío nos inclina al consumo de carbohidratos, será mejor que los límites. Estudios vinculan el menor consumo de carbohidratos con el aumento de la energía corporal y, por ende, del optimismo, palabra necesaria para dejar atrás a la tristeza invernal. Consumir más frutas y vegetales, aun cuando no se nos antojen, será una mejor idea.
- GESTIÓN EMOCIONAL. Es importante aprender a controlar nuestros sentimientos y los pensamientos que los detonan, así como evitar las frases pesimistas que nos predisponen. Hay que generar imágenes agradables como todas aquellas actividades que podemos disfrutar, en familia y con amigos, durante la temporada. Todo ello ayudará a templar el ánimo.
- EJERCICIO. Aunque sólo se antoje meterse debajo de las mantas, es importante continuar (o iniciar, en su caso) la rutina de ejercicios. Hacer ejercicio produce dopamina, serotonina y endorfinas, las tres hormonas asociadas a la felicidad. Además, ejercitarnos nos ayuda a reforzar nuestra autoestima.
- NO AISLARSE. La tristeza y el frío puede parecer una gran invitación a quedarse en casa y aislarse; lo cual suele ser un grave error. Relacionarse con familiares y amigos, tener vida social contribuyen a sentirse más contento.
- VESTIR DE COLORES. Un estudio de la Asociación Americana de Psiquiatría comprobó que llenar la vida de color durante los meses de frío ayuda a prevenir los síntomas de la tristeza invernal.
- NO DEJAR LOS HOBBIES. Hacer lo que nos gusta, dedicar tiempo a algún hobby o pasatiempo es ideal para evadir los síntomas depresivos. Cualquier actividad placentera podrá erradicar el organismo.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA