Entender qué es la imagen corporal y cómo se forma nos lleva a comprender nuestras inquietudes e incomodidades, nuestras satisfacciones y gozos viviendo en nosotros mismos.
Cuando Miriam se mira al espejo suele sentirse angustiada, se mira vieja, con las carnes flácidas, el pelo cano, la sonrisa caída; por ello evita los espejos. Esta idea de que está vieja también es la razón por la que se deprime un poco cada día.
Sin embargo, cuando va por la calle, la gente la voltea a ver porque su figura llama la atención. Su cuerpo es esbelto, de estatura más bien alta y tiene un cuello delgado que la hace lucir muy elegante. Sus ojos grandes y oscuros le conceden una mirada profunda que hipnotiza. Y sus dedos largos se mueven con gracia cuando habla.
Tanto su marido como sus amigos, e incluso gente que la conoce recientemente, le hacen notar lo guapa que es, la figura tan atractiva que proyecta. Además de hablarle de los muchos atributos como ser humano que ella posee.
No obstante, Miriam no se lo creía; ella solo podía ver lo vieja que era. Por eso acudió a una sesión de psicoterapia: porque sentía angustiada y deprimida, porque se sentía vieja y su vida estaba perdiendo sentido.
En realidad, Miriam estaba generándose una imagen corporal distorsionada. Algo que es muy frecuente, particularmente en las mujeres jóvenes, lo que puede llevar a trastornos como la bulimia, la vigorexia o la auto laceración, entre otros padecimientos.
Por ello es importante hablar del tema, tanto si tú pudieras tener una imagen corporal distorsionada, como si tus hijos pudieran atravesar por algo así, pues es en la adolescencia cuando más puede pasar.
¿Qué es la imagen corporal?
La imagen corporal es la representación mental que cada persona tiene sobre su propio aspecto físico. Es cómo la persona se ve a sí misma y cómo se percibe cuando se mira al espejo, es decir, cómo la persona cree que es.
También tiene que ver con los sentimientos y emociones que experimenta la persona respecto a cómo percibe su físico, cómo se siente con su cuerpo y dentro de su propio cuerpo.
En el caso de Miriam, ella sólo tenía un punto de vista negativo, no podía ver lo positivo que las demás personas veían en ella; además, por su imagen corporal distorsionada se sentía angustiada y deprimida.
Otras personas pueden identificar cosas positivas de su cuerpo y gustarse, valorar desde sus pestañas hasta lo largo de sus piernas. Y no por ello significa que sean vanidosas o egoístas, sólo tienen una imagen corporal positiva; se sienten contentas con la forma en que son.
- Imagen corporal positiva
Una persona con una imagen corporal positiva, tiene una clara y real percepción sobre cómo es su cuerpo.
Es capaz de valorar y apreciar su cuerpo, siendo consciente de que sólo es una parte de su conjunto como persona y que otros aspectos, como la personalidad, tienen un valor más importante a la hora de definir su identidad.
La persona se siente segura y cómoda dentro de su propio cuerpo.
- Imagen corporal negativa
Por el contrario, una imagen corporal negativa implica que la persona tiene una percepción distorsionada de su cuerpo, viéndolo diferente de cómo es realmente.
La persona se siente ansiosa y avergonzada de sí misma y de cómo es su físico.
Se siente incómoda y angustiada dentro de su propio cuerpo.
¿Cómo se forma la imagen corporal?
Aunque la imagen corporal se forja en nosotros mismos y nuestra experiencia a través de los años de habitar nuestro cuerpo, inevitablemente nos vemos influenciados por el entorno: por lo que nos dicen los padres, los amigos, el grupo social e incluso los medios de comunicación (cuando difunden estereotipos y estándares de belleza, muchas veces inalcanzables).
Con frecuencia recibimos mensajes, explícitos e implícitos, de familiares y amigos sobre nuestro cuerpo y sobre el valor de la imagen en la actualidad. A menudo mensajes con una influencia muy negativa en el desarrollo de nuestra imagen corporal.
A parte de los diferentes agentes que se ven implicados en el desarrollo de la imagen corporal, existe otro factor que incide en ésta: el proceso natural de crecimiento y envejecimiento de las personas. Etapas vitales como la pubertad o la menopausia pueden alterar la imagen corporal de la persona, ya que cuando nuestro cuerpo cambia experimentamos cambios en nuestras emociones y sentimientos también.
¿Qué consecuencias tiene una imagen corporal negativa?
Nuestra imagen corporal determina, definitivamente, nuestra actitud frente a la vida. Una mala imagen puede hacernos sentir frustrados, angustiados, deprimidos e incluso con cierto grado de “odio” hacia uno mismo que nos lleve a tener conductas autodestructivas o a castigarnos.
¿Cómo tener una imagen corporal positiva?
No olvidemos que la imagen corporal vive en nuestra cabeza, así que aún con una cirugía plástica tal vez ésta no cambie sólo por cambiar el aspecto de nuestro cuerpo. El trabajo que debemos hacer para tener una imagen corporal positiva debe ser más concienzudo.
- Este debe pasar por aceptar y valorar el cuerpo por todo lo que hace por nosotros, y que en gran medida se lo debemos a nuestros genes que nos ha heredado la familia.
- Nuestro cuerpo es un lazo a nuestras raíces y hace grandes cosas por nosotros.
- Haz una lista de cosas positivas de ti que no tengan nada que ver con el físico.
- Si deseas cambiar algo de tu cuerpo, analiza bien los motivos y cómo podrías hacerlo sin dañarte física o emocionalmente.
- Tal vez puedes ir a un gimnasio, tomar clases de maquillaje, aprender a sacarle provecho a tu guardarropa según tu tipo de cuerpo. Estas actividades te harán verte mejor y también sentirte mejor.
- Rodéate de personas que te respeten y te hagan sentir cómoda, cómodo.
- ¡Trata a tu cuerpo con respeto y amabilidad, no lo maltrates!
Si aún no te sientes bien contigo misma, contigo mismo, puedes trabajar el tema con una persona de tu confianza o un profesional de la salud emocional, puesto que si la imagen corporal negativa se agrava podrás pasarlo muy mal teniendo que lidiar contigo misma, contigo mismo.
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Te invito a trabajar con ello.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA