El tejido de la intimidad en la pareja es una trama fina que se urde en la cotidianidad y se consolida en la confianza. Y aunque se le vincula con el sexo, la intimidad trasciende lo corporal y se adentra en el ser de cada miembro.
Etimológicamente el término “intimidad” procede del adverbio latino <<intus>>, que es equivalente a “dentro”, por lo que se vincula al espacio interior de la persona. La intimidad es lo más personal e interior de un ser humano; es su mundo privado, donde experimenta una relación consigo misma, con sus emociones, sus sentimientos y sus pensamientos más secretos y más difíciles de expresar.
La intimidad es la zona abstracta que una persona reserva para un grupo acotado de gente: familia, pareja, amigos cercanos. Sin embargo, los límites no son precisos y dependen de distintas circunstancias.
Es algo que se mantiene ajeno a lo público, fuera del alcance de otros, es parte de la privacidad de una persona. Un sitio propio que nace en la relación que tenemos con nosotros mismos y que decidimos compartir con otro, llegado el momento.
La intimidad es la capacidad para relacionarse a niveles profundos, es la posibilidad de confiar y de creer en el otro.
En la intimidad se pone en juego la confianza, pues ésta es la que fundamenta el ser capaces de obsequiar al otro con nuestros sentimientos, secretos y miedos, entre otras cosas que la intimidad comparte (en pareja, con amigos o en familia). A su vez, esto nos pone en situación de vulnerabilidad, pues de ser traicionados, nuestra intimidad se podría ver expuesta.
Intimidad en la pareja
Aunque existe intimidad en la familia y también con los amigos, la intimidad en la pareja es la más común. La que con mayor frecuencia se nos dificulta por temor a que, de abrir nuestro interior al otro, podamos ser lastimados.
La intimidad emocional y la intimidad sexual han estado estrechamente relacionadas, creyéndose que se trata de lo mismo. Pero, como he mencionado previamente, la intimidad no corresponde exclusivamente a la relación sexual; la intimidad de una pareja es un sentimiento compartido, el entendimiento mutuo y la confianza a nivel del alma, la capacidad de ambos de comprenderse y de emocionarse juntos.
Intimar con la pareja es importante porque promueve la compenetración de dos personas que comparten gran parte de lo que son, que se entregan al otro sin restricciones y viven una relación más plena y sin tapujos.
Esta profundidad de la relación se logra cuando brindamos al otro mucho de nuestro interior, nos compartimos a nosotros mismos con el otro, con la otra. Tenemos intimidad emocional cuando hay complicidad y empatía.
Factores que promueven la intimidad
La Empatía nos lleva a sentir verdadero interés por la otra persona, por sus preocupaciones y motivaciones vitales, hacerlas nuestras sin perder la independencia. Empatizar abre la puerta a que podamos compartir con el otro, la otra, y estrechar los vínculos que nos hacen pareja.
Si no logramos abrirnos hacia el otro, le estamos negando el acceso a nuestro mundo interior. Esto hace imposible que la pareja pueda empatizar con nosotros pues, al no contar con información sobre lo que realmente sentimos o queremos, la relación estaría sustentándose en suposiciones que pueden llevarnos a equivocaciones.
Si quieres establecer intimidad de pareja debes abrirte y compartir lo que sientes, así como ser receptivo a lo que el otro, la otra, siente. La confianza será el factor clave para ello.
Por supuesto que la intimidad nos hace vulnerables. Al confiar en el otro bajamos la guardia y dejamos que la pareja nos vea tal como somos, con nuestros miedos, debilidades y manías; condición de la que otros podría abusar. Pero ante ello sólo nos queda confiar.
Hablar y hablar es la esencia de la intimidad. La comunicación es imprescindible para llegar al entendimiento con el otro, para poder mostrar nuestro mundo interior. Pero hay que hablar desde nuestros adentros y no sólo hablar por hablar. El contenido del diálogo es importante.
La experiencia común es otro factor a procurarse en la pareja que busca intimidad. Si hay un mundo que los demás nunca podrán entender es aquello al que nunca tendrán acceso y que de alguna manera une a la pareja que los experimenta en su intimidad. Hablamos de la experiencia en común que tienen dos personas. Sus vivencias como pareja hacen parte de la intimidad. Son momentos donde están los dos solos y que por lo tanto solo a ellos les pertenece.
Para mejorar la intimidad en la pareja…
Considera que la pareja requiere vida en común, experiencias compartidas, empatía y comunicación asertiva; con ello fomentarás la confianza y la entrega amorosa. Asimismo, en cuanto al sexo se refiere, la pareja requiere mantener relaciones satisfactorias que completan el círculo de la intimidad.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA DE PAREJA