Viktor Frankl, padre de la logoterapia, pensaba que el hombre es facultativo; que tiene la facultad de cambiar cuantas veces sea necesario para darle sentido a su vida, esencia de esta terapia. Cambiar la vida implica con frecuencia empezar de nuevo, lo que no siempre es fácil.
Por ello te dejo estas claves que pueden ayudarte a saber si realmente quieres cambiar y si estás dispuesta, dispuesto, a comenzar de nuevo para lograrlo.
- Conócete: Saber qué quieres, cuáles son tus deseos y necesidades, qué cualidades posees hacia dónde deseas llegar, es el primer paso para un cambio: autorreflexión y autoconocimiento es el principio.
- Encuentra una motivación. Si has explorado tu vida y quieres un cambio, pero no sabes hacia dónde, deberás encontrar aquello que le da sentido a tu vida. Identifica aquello que te ayuda a moverte, una razón que no sólo sea una meta, sino que te haga disfrutar el camino hacia él. El camino del cambio debe ser también motivante.
- Hazlo por ti. Es importante que el cambio que deseas y que te lleve a comenzar de nuevo sea impulsado porque así lo deseas y no porque alguien o algo te presiona a hacerlo. Conecta contigo mismo, contigo misma y busca que tus metas sean genuinas.
- Planifica tu cambio. Cuando tengas claro el qué quieres hacer y cuál es tu motivación, haz un plan. Si es posible, anótalo en un papel, es más fácil de visualizar y permite hacer un menor esfuerzo a la hora de traerlo a la mente cuando lo necesitemos. Fija pequeñas metas con un plazo específico para cumplirlas, ponles fecha.
- Deja la zona de confort. Mantenerse en una condición en la que nos sentimos aparentemente seguros y confiados, donde todo es establece y certero no siempre es lo apropiado. Salir de la zona de confort es molesto e inseguro, pero es la única forma de ir hacia el cambio, nos pone a prueba y nos lleva a lo que deseamos.
- Enfrenta las creencias que te limitan. Debes dejar atrás esos pensamientos irracionales que nos impiden el cambio porque nos “casamos” con ellos, pero interfieren en nuestro camino de crecimiento personal. Superar este tipo de pensamientos es necesario para no interrumpir tu proceso de cambio.
- No temas a la incertidumbre: Enfrentar el cambio genera ansiedad y miedo a la incertidumbre. No saber qué hay al final del camino produce temor si no confiamos en que somos capaces de afrontar los retos que nos esperan, o si tenemos una visión negativa de lo que puede llegar tras el cambio. Es por eso que debemos dejar de lado este miedo irracional y procurar analizar los riesgos de forma calmada y analítica.
- Responsabilízate: Hacerlo implica empoderarte frente al cambio; una habilidad de dar respuesta a los eventos que nos suceden con capacidad de autoliderazgo, lo que permite superar las adversidades. Debes tener claro que tú eres la persona responsable de tus decisiones.
Cambiar es un proceso natural en la vida, todo el tiempo lo hacemos; sin embargo, no siempre lo hacemos con consciencia y determinación. Comenzar de nuevo puede ser aterrado, pero ello es porque creemos saber hacia dónde vamos. Afrontar el cambio con determinación y un plan concreto, nos lleva a comenzar un nuevo camino de bienestar.
Es importante entonces soltar, desprendernos del pasado y empoderarnos para controlar nuestro destino.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA