Hoy te comparto los beneficios del trabajo en comunidad, una tradición de muchos pueblos originarios y cuyo mejor ejemplo son las Moais en Okinawa, Japón. No dejes de leer hasta el final este texto y comentarme si tú haces o has hecho trabajo comunitario.
Al principio de año escribí sobre el Ikigai, un concepto japonés referente al sentido de la vida. Particularmente está ligado a la forma de vida de la población de Okinawa, donde hay un gran número de personas longevas que explican su prolongada existencia gracias a haber encontrado su pasión, trabajar con ella y para ella.
Pero también hay otro factor que favorece una larga vida y que practican los miembros de esta población japonesa: La de las Moais.
Las Moais son grupos de apoyo social que se forman para proporcionar asistencia de interés social, financiero, de salud o espiritual en la comunidad. La palabra japonesa Moai significa “reunión con un propósito común”, “conexión” y se originó en Okinawa.
El grupo de apoyo social, generalmente, se conforma por los adultos en edad de retiro que siguen practicando su pasión y sentido de vida (Ikigai) aplicando su trabajo en beneficio de la comunidad. De acuerdo a diversos estudios realizados, esta actividad comunitaria es un factor que promueve también la longevidad en los habitantes de Okinawa. Se trata de valor de la ayuda y soporte mutuo en una colectividad.
En México, a la actividad de trabajo comunitario se le denomina Tequio, una tarea que todo vecino de un pueblo debe a su comunidad. Es un uso y costumbre indígena que, con diversos matices y fuerza, continúa arraigado en varias zonas de este país.
Practicar el trabajo comunitario a través de grupos de apoyo social se torna fundamental en la vida de la colectividad, pero también en la de los individuos. Se tejen redes sociales (no virtuales) que brindan grandes beneficios al desarrollo psicológico y emocional de las personas.
El soporte social implica expresiones que conducen al individuo a creer que es cuidado, amado, estimado y pertenece a su red social con obligaciones mutuas (tú me apoyas-yo te apoyo). Cohen, Gottlieb y Underwood (2000) describen el apoyo social como un proceso que implica la interacción con los demás y facilita el lidiar con el estrés y otros estímulos aversivos.
Estas redes sociales se conforman no sólo por nuestra familia y amigos, están nuestros compañeros de trabajo y también nuestros vecinos, con los que es conveniente tener algún tipo de vínculo recíproco.
Contar con una buena red social de apoyo, y que percibamos que así es, nos va a ayudar en mantener nuestra salud psicológica. De hecho, se ha demostrado que supone un factor de protección de cara al afrontamiento del estrés, amortiguando sus efectos negativos nuestra la salud, tanto mental como física.
Beneficios de la vida comunitaria
- Nuestra autoestima y sensación de control se puede incrementar con el apoyo emocional que nos ofrecen nuestros seres queridos, así como nuestros allegados. De tal forma nos fortalecemos para hacer frente a la adversidad.
- Por lo tanto, si nuestra red de apoyo social nos ayuda a regular nuestras respuestas emocionales y nos refuerza cuando intentamos actuar ante los conflictos, nos está ayudando a hacerles frente de mejor manera. Además, estará potenciando nuestro crecimiento personal.
No obstante, no basta que sea la comunidad quien nos beneficie; también realizar actividades comunitarias nos brinda ciertas bondades al trabajar para los otros.
- Dedicar tiempo a este tipo de actividades amplia las redes sociales de los individuos, se logra hacer amigos y se aumentan las habilidades sociales. Asimismo, fortalece los lazos con la comunidad y amplía la red de apoyo acercando a personas con intereses conjuntos con los que se pueden realizar actividades divertidas y satisfactorias.
- Asimismo, el tener un compromiso con los demás logra también que el individuo se procure mejores hábitos, cuide su salud y se interese por el autocuidado. Las personas se sienten comprometidas con la comunidad y por tanto cuidan de sí mismas para cumplir sus compromisos.
- Esto mismo reduce el riesgo de la depresión; el trabajo colectivo evita el aislamiento (un factor de riesgo para la depresión). La actividad colectiva nos mantiene en contacto con los demás y nos protege contra la tristeza cuando se está pasando por momentos difíciles.
- La labor social en la comunidad es una manera accesible de explorar nuestros intereses y pasiones, desarrollar nuestros talentos y compartirlos. Y ayuda a encontrar sentido a la vida, además de ayudar a salir de la rutina.
- Otro de los beneficios es que nos ayuda a renovar la creatividad, motivación y la visión de la vida, a lo que le puede sacar provecho en la vida personal y profesional.
- Ayudar a otros ayudará a mejorar la forma en la que tú mismo te ves. Científicamente está demostrado que esto te hace ser una persona más optimista y positiva.
- Quienes aportan a su comunidad también aprenden a pedir ayuda, lo que hoy en día no es frecuente porque es visto como un signo de debilidad.
- Cuando colaboramos con otros se reduce el estrés, aumenta la sensación de logro y autorrealización. Se tiene una buena voluntad y es más fácil encontrar paz interior.
- Ayudar a otros nos enseña que hay personas que están en una situación menos saludable que la tuya y así valoras más lo que tenemos. Agradecer es una práctica muy asociada a la felicidad, por lo que ayudar también nos ayudará a ser personas más felices.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA