Comenzar de nuevo es un impulso que solemos tener cuando estamos cansados de nuestra vida o pasamos por un mal momento; no obstante no todos tienen el verdadero propósito de hacerlo. Sin embargo, hay quienes la vida les sienta tan mal que cambiarlo todo es una buena manera de mejorar su existencia.
Había llegado el fin de año, Susana estaba desesperada porque nada le había salido bien. En lugar de bajar de peso, subió bastantes kilos más; volvió a fumar más que antes y hubo noches en que se le pasaron las copas. Sus relaciones sociales están peor que nunca, terminó con su pareja de una forma dramática y de tanto hablar de ello sus amigas ya no la invitaban a salir.
En el trabajo Susana no consiguió el ascenso que anhelaba e incluso pende sobre ella una amenaza de despido porque algunos días —aquellos en que se le pasaron las copas— llegó demasiado tarde a la oficina y no cumplió con sus deberes laborales. Además, nada le motiva, no le gusta lo que hace en el trabajo y siente pena de sí misma; cree que ya todo le ha pasado y nada podría salir peor.
Susana vivía una temporada terrible en la que su autoestima estaba mal, su entusiasmo por la vida no era óptimo, y nada de lo que se proponía le salía bien. Un día platicando con su madre, se dio cuenta que no estaba siendo eficiente en la vida, porque ni su trabajo, ni su estilo de vida, ni su casa ni nada era lo que ella había planeado. Descubrió que estaba teniendo una vida que otra persona le había impuesto y que no se había atrevido a cambiar, porque tendría que comenzar de nuevo y ello le aterraba.
No obstante, Aurora, la madre de Susana le dijo que comenzar de nuevo no era una señal de fracaso sino una manera de reconquistarse a sí misma y la vida que quería. Le hizo ver que, si en realidad pensaba que ya nada peor podía pasarle, de ahí en adelante todo podía ser para mejorar.
Yo te pregunto ahora: ¿Te parece que el año que concluye no fue como esperabas? ¿Crees que todo está de cabeza y nada funciona? ¿Has tocado fondo y sientes que ya nada puede estar peor? Tal vez es un buen momento para considerar un cambio total de vida y comenzar de nuevo.
Comenzar de nuevo no es un signo de derrota, sino una opción que sólo toman aquellos capaces de asumir que su vida no es como la quieren y tienen el valor de tomar una ruta diferente, a partir de perdonar, aprender a soltar, vivir el duelo de los sueños rotos y la valentía de creer en sí mismo. Todo ello para disfrutar la vida que siempre se ha soñado.
¿Cómo comenzar de nuevo?
Por supuesto, a veces comenzar de cero parece una decisión extrema, demasiado radical que implicaría dejar todo, quemar las naves como Cortés y no mirar atrás para no arrepentirse. Y aunque ello tiene algo de cierto, lo importante no es lo radical que pueda ser la decisión, sino el deseo que nos lleva a comenzar la vida que sí queremos vivir y lo contundentes que podemos ser para asumir la responsabilidad de ser felices con ese giro rotundo que daremos.
Inquieta y desorientada respecto a cómo comenzar su vida nuevamente, Susana acudió a psicoterapia y me contó lo que estaba viviendo. Entonces le hice dos preguntas: ¿Realmente estás decidida a cambiar de vida? ¿Sabes cómo es la vida que sí quieres vivir?
Para comenzar de nuevo hay que estar dispuestos a esta transformación que a veces da miedo; este cambio debe ser producto de una decisión de alguien que quiere vivir mucho mejor que como está ahora. Así que a cualquier cosa que renuncie hoy es porque lo que viene, por lo que trabajará diariamente, será siempre mejor que lo que dejará atrás.
Estar decididos y saber qué es eso que sí se quiere o, al menos, tener la claridad de todo aquello que no se quiere en la vida y que hay que erradicar es el inicio del cambio hacia una mejor forma de vivir.
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- Pregúntate qué es lo que sí quieres y lo que no quieres tener en esta nueva vida que vas a comenzar. No tienes que renunciar a todo lo que hoy es parte de ti. Haz una lista de: “Esto sí quiero”. “Esto definitivamente no quiero”. Con lo anterior podrás darte cuenta a lo que estás dispuesta o dispuesto a renunciar, por lo que estás dispuesto a luchar y aquello que definitivamente ya no es para ti.
- Sueños-Objetivos-Planes. Escribe tus sueños, define tus objetivos, haz planes concretos y por escrito. No importa qué tan descabellados parezcan tus sueños, si estableces objetivos concretos y con plazos definidos, es más fácil que encuentres caminos para lograrlo. De igual modo, deberás hacer planes específicos paso a paso para llegar a tu objetivo.
- Lo más difícil de cambiar es trabajar con el miedo. Lo inicial es que identifiques a qué le tienes miedo: al fracaso, es uno de las respuestas típicas. Pero si has decidido cambiar tu vida es porque la estás pasando tan mal que el fracaso ya no es opción. Otros miedos pueden ser al propio cambio, a la renuncia, a la crítica, etc. Lo importante es que lo tengas claro.
- Trabaja con tus miedos, luego de identificarlos. Cuestiónate si esos miedos son reales o infundados; si esos miedos son derivados de falsas creencias o cuál es su origen. Cuando logramos identificar el origen del miedo es mucho más fácil trabajar con él.
- Despídete de tu anterior vida. Sí, es importante cerrar ciclos para comenzar nuevas etapas. Cerrar el ciclo ayuda a asimilar la evolución dentro de uno mismo y crecer con esa experiencia, para crear una nueva y con un mayor nivel de conciencia, con el fin de fortalecerse a partir de ello y determinar qué se desea en el futuro.
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- Perdónate por tu pasado. A veces la situación extrema que nos lleva a desear un cambio de vida o un comenzar de nuevo es tan dolorosa o incómoda que, tarde o temprano, tendemos a recriminarnos a nosotros mismos porque lo hemos permitido, porque nos hemos puesto en situaciones como ésta. Incluso por cosas peores que nos tienen enojados con nosotros mismos. Lo que sea que te haya traído hasta aquí es momento de que, como he dicho en el punto anterior, lo dejes ir y te perdones, si es necesario porque te sucedió. Considera que eso puede ser motivo de un cambio que te beneficie, así que trabaja el autoperdón.
- Fortalece tu autoestima. Consolidar tu autoestima en este proceso será el punto de partida para el cambio, pues ésta es el cimiento por el que eres capaz de creer en tus sueños en tus habilidades para cumplirlos y en tu potencial.
- Comprométete. Si de verdad quieres cambiar tu vida, no te queda más que comprometerte contigo mismo, contigo misma. Ello implicará esfuerzo, renuncia, trabajar con tus miedos, con el perdón, soltar cosas y adquirir nuevos hábitos o estilos de vida. No dejes que la rutina, la cotidianidad y el miedo te detengan.
- Pon fecha al cambio. Es importante que tengas un plazo definido para comenzar tu transformación. De este modo evitarás la procrastinación y dejarás de postergar tu felicidad viviendo la vida que quieres.
Ahora bien, si la vida te es demasiado pesada, te cuesta vivirla; tienes falta de motivación, apatía e incapacidad para salir adelante. Tal vez pasas por una depresión; en tal caso lo ideal es que recurras a un profesional de la salud emocional.
