Si te sientes estancado emocionalmente… ¿Cómo salir de ese bache? Sería la pregunta adecuada ante un momento en que te mantienes suspendido en la vida porque has pasado por la incapacidad de procesar tus emociones.
El estancamiento emocional es una situación que llega a nosotros de forma paulatina, un poco porque así hemos dejado que suceda; porque hemos promovido circunstancias y experiencias para alimentar esta condición aún de forma inconsciente y quizá por ello con frecuencia nos negamos a admitirlo.
Negarlo nos hace permanecer en el estancamiento, incluso incrementarlo, sin sospechar las posibles consecuencias. La alegría se esfuma y se impone en nuestra vida la pesadumbre; perdemos el sentido de la vida y las motivaciones. Así también tendemos al aislamiento para no ser “tocados” por otros y sentirnos perturbados.
Algunos otros signos del estancamiento emocional son:
- La rutina se vuelve un sitio de defensa. Hacemos las mismas cosas, hablamos de lo mismo con las mismas personas: somos una constante repetición de hechos y no queremos salir de ello. No importa lo mal que nos haga sentir este estancamiento, no tenemos voluntad para salir de él.
- Desconocemos a los seres cercanos: Padres, pareja, hijos… No advertimos los cambios en el comportamiento o necesidades de los otros; no compartimos a fondo la vida ni somos partícipes de la cotidianidad. Todo, incluso nuestras relaciones, son una costumbre.
- Las ganas de vivir se diluyen en la rutina. No hay variación en las emociones y quien la experimenta se mantiene en un estado de apatía. Esto hace que el día a día se viva de forma monótona y tediosa; pero esta monotonía también es interna y mental.
- El estancamiento emocional es producto de estar o sentirnos atrapados en una zona de confort, un estado aparentemente ideal que suple necesidades, pero que en realidad es un engaño que nos impide avanzar.
- Algunos de los signos de la depresión están vinculados con el estancamiento emocional. Hay apatía y abulia, pérdida de motivación y de ganas de hacer las cosas; se pierde el entusiasmo e incluso dejamos que otros decidan por nosotros. Si es el caso, se debe consultar a un especialista en salud mental para hacer un diagnóstico y recibir un tratamiento adecuado.
¿Cómo salir del bache?
Para salir del estancamiento que es producto del cansancio emocional, de la falta de motivación o que nos hemos acostumbrado a la zona de confort, debemos comenzar a trabajarlo por nosotros mismos o con la ayuda de una guía profesional también. Por mucho que nos sintamos protegidos, el estancamiento emocional tarde o temprano terminará dañándonos y afectando nuestras relaciones.
- Romper la monotonía. Hay que darle la oportunidad a la sorpresa, a hacer cosas diferentes por pequeñas que sean (cambiar de ruta para el trabajo, aprender algo, platicar con alguien diferente o leer un libro de un género que no hayamos leído). El simple hecho de tener la voluntad de acabar con la rutina ya es un camino hacia el crecimiento.
- Al empezar a sorprenderse otra vez con las pequeñas cosas, se caerá en cuenta de que no son necesarias las excusas para sonreír de nuevo. El solo hecho de estar dispuesto al cambio y acabar con la espantosa rutina, traerá nuevas oportunidades y te ayudará a crecer.
- Moverse. Además de tener metas claras, hay que considerar que el crecimiento personal implica movimiento, cambio, ir de un lado a otro, dejar que la vida nos transforme y que las nuevas experiencias nos enriquezcan.
Aquí te dejo algunos tips para salir de tu zona de confort.>>
Al no depender de nuestra zona de confort, tenemos la capacidad de levantarnos de las caídas y ser más resilientes.
- Lograr motivación y salir de la triste es un camino que requiere que dejemos salir a nuestro niño interior, fomentar la sonrisa fácil y la capacidad de sorprendernos. Asimismo, hay que recuperar los vínculos con los demás, recordar que no estamos solos.
- Recuperar los sueños, no dejarlos pasar. Habría que abrir la puerta a la imaginación, a los sueños y a creer que todo es posible; aceptar el juego como una alternativa a una vida inflexible y llena de rutinas.
Si el estancamiento emocional se prolonga por demasiado tiempo puede provocar, si no está pasando ya, una crisis depresiva que agrave la situación. Por ello si es el caso consulta a un profesional o ayúdate a salir de ese estado con la guía de la psicoterapia.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA