Enfrentar la depresión cuando irrumpe en la relación de pareja no es fácil. Como en el caso de la ansiedad que traté en un artículo previo, cuando la depresión se manifiesta en uno de los miembros de la pareja la contraparte puede verse superada por la situación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la depresión es una patología en aumento en la población mundial, pero las más afectadas son las mujeres. Casi el 5% de la gente en el mundo ha sido diagnosticada con depresión, de las cuales la mayoría son mujeres; algo significativo por el peso que la mujer tiene en la familia y que pone en juego la salud emocional de todos.
Síntomas de depresión
Sentirse triste, melancólico, infeliz o abatido un par de días, por situaciones que puedan motivar este sentir, llega a ser normal, siempre que sea por un periodo corto de vez en cuando. No obstante, la depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un periodo de varias semanas o más.
Entre los síntomas que pueden presentarse en un cuadro de depresión clínica se encuentran:
- Irritabilidad.
- Trastornos del sueño (insomnio o hipersomnia).
- Cambios significativos en el apetito: anorexia o compulsión.
- Sentimiento de inutilidad, de odio a sí mismo, de culpa…
- Dificultad para concentrarse.
- Aletargamiento, inactividad y retraimiento en las actividades usuales.
- Sentimiento de desesperanza y abandono.
- Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
- Pérdida de placer en actividades que antes solía complacer.
- Disminución del deseo sexual.
¿Cómo afecta la depresión a la relación de pareja?
Síntomas como éstos se manifiestan e imposibilitan que el afectado pueda llevar una vida normal, lo que también dificulta el ritmo de sus relaciones afectivas y sociales. Aunque tal vez, la afectación más significativa es la de la relación de pareja, particularmente cuando no hay un diagnóstico oportuno.
La depresión es un gran fantasma cuando permanece por años sin realmente saber lo que está pasando.
Quien padece los síntomas no es capaz de controlar su propia vida, no comprende por qué se siente así y cómo poder salir de ello; tiende a encerrarse en sí mismo, se siente incomprendido por el mundo, en especial por su pareja. La falta de energía, impotencia y desesperanza se manifiestan en enojo y tristeza que se proyectan también hacia su pareja.
Por otro lado, la pareja del paciente deprimido, al no saber qué está pasando, puede tener diversas reacciones: se siente incompetente por no poder ayudar, se podrá sentir ignorado, desplazado por el otro, e incluso rechazado. Asimismo, ello puede llevar a un sentimiento de culpa por ser incapaz de ayudar a su pareja.
No saber lo que pasa o cómo sentirse impulsa a que ambos, el paciente y su pareja, a que descarguen sentimientos y actitudes negativas entre sí y la relación. El ver como su relación se desgasta físicamente y emocionalmente hace muy difícil la convivencia cotidiana.
¿Qué puedes hacer si tu pareja tiene depresión?
Lo más importante en caso de presentar estos síntomas es que tú pareja sea diagnosticada por un profesional de la salud mental, y que reciba el tratamiento apropiado lo más pronto posible. En tanto, tú puedes trabajar algunas estrategias para apoyarla.
No lo hagas personal: considera que todo lo que está sucediendo no es una cuestión personal, que todo lo que le sucede a tu pareja y su comportamiento no es por ti, que es parte de la enfermedad, algo involuntario.
Acepta que puedes ayudar poco: toma en cuenta que la depresión es una enfermedad mental que debe ser tratada por un profesional, que el seguimiento psicológico y psiquiátrico no te corresponde ni puedes seguirle el paso 24 hrs., no puedes recorrer el camino por tu pareja. Lo que puedes hacer es ser su apoyo, tener paciencia, animarla a seguir su tratamiento y acompañarla en el proceso.
Tu pareja no ha cambiado: su comportamiento es signo de la depresión, pero tu pareja no es así. Aunque sientas que todos los síntomas que presenta que afectan la relación es porque ella ha cambiado, no olvides que lo que sucede es manifestación de un problema y no es ello lo que la define.
Haz tu vida: sal con tus amigos, ve a correr, sigue las actividades cotidianas que sueles realizar; necesitas tener un punto estable en tu vida y disfrutar de ella sin sentirte culpable. Ya tu pareja se irá incorporando a la vida de acuerdo a sus progresos en el tratamiento.
No le des ánimos racionalmente: la lógica ante ello es poco efectiva; intenta abordar el tema de motivación desde un punto de vista emocional que es más efectiva. Establece contacto y muestra afecto físico y emotivo.
No quites importancia a los síntomas: escucha lo que siente es importante que se exprese, pero eviten envolverse en un clima de queja constante. Establece límites y cambia de tema cuando exceda la situación de queja.
Ten en cuenta que la recuperación de una depresión es un proceso lento, pero igual de posible que en cualquier otra enfermedad. Así que, sobre todo, ten paciencia.
Si requieres mayor apoyo en caso de que tú o tu pareja tengan algún síntoma de depresión podemos trabajarlo juntos.
