Lidiar con los pensamientos negativos que producen ansiedad es difícil, pero no imposible. Muchas veces la ansiedad se detona a partir de pensamientos negativos, fatalistas e infundados que aparecen de manera involuntaria y fugaz; son responsables del malestar y el miedo que da lugar a los trastornos de ansiedad, mal que cada día afecta a más personas en el mundo.
Aunque los pensamientos negativos no son exclusivos de las personas con ansiedad; de alguna manera, tener pensamientos negativos es normal en cuanto que éstos son alertas que nuestra mente produce para impedir que algo malo suceda. Nuestra mente evolucionó para tener pensamientos negativos como mecanismo de defensa; pero éstos pueden llegar a paralizarnos y alejarnos del éxito.
Tanto si se padece algún trastorno de ansiedad o si sólo hay ocasiones en que los pensamientos negativos empañan nuestra visión y nos desaniman, es importante aprender a lidiar con ellos para no estancarnos gracias al miedo que un pensamiento pesimista pueda provocarnos.
Cómo lidiar con los pensamientos negativos
- Identifica la causa de ese pensamiento.Generalmente los pensamientos negativos tienen una causa oculta que se basa en información inconsciente que almacenamos a partir de la enseñanza de nuestros padres, de la experiencia propia o de la información que recibimos constantemente.
Un ejemplo es la posibilidad súbita de padecer un infarto, un pensamiento recurrente en los ataques de pánico. Las películas y programas muestran que los infartos se dan abruptamente; el personaje que los sufre se toca el brazo, luego el pecho y, finalmente se desploma: ha sufrido un infarto y muere. El ansioso puede percibir inconscientemente algo en el entorno que le detone el pensamiento “infarto” y, posteriormente, le venga una sensación de opresión y ahogo; creerá que está sufriendo un infarto y sentirá el pánico.
En este caso, o cuando cualquier otra persona tiene pensamientos negativos, hay que identificar de dónde viene el pensamiento; qué es lo que lo fundamenta la posibilidad de sufrir un infarto, en el caso mencionado.
Cuando se conoce qué hay detrás del pensamiento negativo, las creencias que lo impulsan; cuando se reconocen las causas, hay grandes posibilidades de lidiar con el pensamiento negativo y contrarrestar sus efectos.
- Date tiempo para la exploración de tus pensamientos.Lo malo de tener pensamientos negativos, especialmente si se sufre de ansiedad, es que éstos se vuelven obsesivos. No obstante, no podemos estar el día entero con el mismo pensamiento, ya que dejaremos de ser productivos y detonaremos crisis constantemente.
Lo que sí podemos hacer es darnos un momento para explorar ese pensamiento negativo que ha llegado a nuestra mente. Reservar un tiempo exclusivamente para analizar el origen de esa clase de pensamientos, piensa en dónde surgieron las ideas que, aparentemente los provocan.
- Habla del tema. Con frecuencia los pensamientos negativos nos abruman tanto que comienzan a intimidarnos, preferimos no movernos frente a ellos; sin embargo, es mejor dejarlos fluir, e incluso compartirlos con otras personas.
Al compartirlos con los demás se podrá tener otra perspectiva de la situación, alguien que contrarreste el pesimismo y ayude a ser objetivos frente a los pensamientos negativos. Lo importante es que no dejes todo en tu interior, sino que liberes el peso que cargas sobre ti a través de otras personas. Y si no hay alguna persona en la que puedas confiar puedes acudir a un profesional, un psicólogo que pueda escucharte y te guíe en el manejo de tus pensamientos negativos.
- Revisa tu lenguaje corporal.A la par de escuchar a tu mente y el origen de los pensamientos negativos, analiza tu lenguaje corporal. Suele ser que ante el temor y la ansiedad que provocan los pensamientos negativos el cuerpo se contrae, se encorva; el ceño se frunce, se hacen pucheros.
Una vez que detectes tus propias posturas vinculadas con tus pensamientos, trata de cambiar tu lenguaje corporal: coloca tu espalda recta, siéntate más cómodamente, relaja tu rostro. Esto además de evitar contracturas musculares y otros problemas parecidos, enviará un mensaje a tu cerebro de que las cosas van mejor.
- Relaja tu mente.A la par de corregir tu lenguaje corporal a favor de tu relajación y cambio de pensamientos hacia una condición más objetiva, también trata de relajar tu mente. Si logras calmar a tu mente en momentos de presión, ya sea a través de la respiración profunda o de algunas otras técnicas de relajación es mucho más fácil que puedas controlar los pensamientos negativos en cuantoempiecen a causarte daño.
- Cambia tu pensamiento.Me dirás que si fuera fácil cambiar el pensamiento porque lo dice un artículo no necesitarías este texto; sinembargo, no es difícil cambiar el tono negativo de los pensamientos que nos incomodan siguiendo una de estas dos técnicas:
- a)Prueba del tiempo. Pregúntate cuánto va a importar los acontecimientos que rodean a tu pensamiento negativo en diez años. Verás que en diez años lo que estás pasando no será relevante y dejará de tener la importancia que ahora le estás dando. Esto te hará ver que el problema que tu mente quiere crear no es tan grave en realidad.
- b) Pensamiento Lateral.Esta otra técnica consiste en preguntarte ¿qué pasaría si fueras un terapeuta y llegara un cliente con el mismo problema que tú estás teniendo? Cuando miras las cosas como si fueras otra persona que debe ayudar a alguien más es más fácil ser creativo en soluciones. Cuando nuestra mente vive tan ensimismada le parece difícil ser más consciente y racional, y se deja llevar por las emociones.
- Cambia de ambiente.Se dice que casi el 95% de nuestros pensamientos en una jornada de 24hrs. son los mismos que tuvimos el día anterior. Esto es básicamente porque estamos en el mismo ambiente, con la misma rutina y haciendo las mismas cosas; por ende, no es difícil también pensar los mismos pensamientos diariamente.
Es por ello que hay que cambiar de entornos, romper la rutina, realizar pequeñas actividades para no repetirnos diariamente. Se puede cambiar la ruta, tomar el café en otra cafetería, leer un libro de un género que nunca hayamos leído, etc.
Si los pensamientos negativos te abruman y te provocan estados emocionales alterados, ansiedad incontrolable, pánico o depresión, te sugiero que lo platiques con un profesional de la salud mental para que te guíe en el control de pensamientos que te dañan.
JORGE DOMINGUEZ | PSICOTERAPIA