Para formar una familia asertiva, cualquiera que sea su conformación, hay que desarrollar ciertas habilidades de inteligencia emocional y de comunicación positiva. El resultado será, para cada uno de sus miembros, una vida emocional más sana hoy y en el futuro.
Ser asertivo tiene que ver con nuestra forma de expresarnos sin miedos, libre y auténticamente, demostrando empatía con los demás sin violentar los derechos de terceros o someternos a ellos. La asertividad pone de manifiesto el respeto hacia uno mismo y los demás, y deja clara una autoestima saludable.
Las familias asertivas favorecen que sus miembros tengan estas habilidades de convivencia humana y comunicación clara y activa.
Los hijos aprenden en el seno familiar la forma de comunicarse y negociar los conflictos, a pedir y otorgar el perdón, y a ser ellos mismos en un núcleo que debe ser amoroso y protector. Esto los prepara para hacerlo fuera del entorno familiar.
La identificación y control adecuado de los pensamientos y sentimientos se va construyendo en la familia; si se hace de forma favorable, ahí los individuos van adquiriendo habilidades de inteligencia emocional que les permita gestionar y comunicar sus emociones sanamente.
Ello nos permite afrontar con fortaleza los problemas cotidianos, encontrando soluciones saludables para resolverlos y aumentando la capacidad de autocuidado, fortaleciendo la asertividad.
Claves para Formar una Familia Asertiva
Para que una familia sea feliz y equilibrada, tanto como asertiva, no existen recetas ni manuales; pero se puede coincidir en algunas claves que pueden ayudar a fomentar familias de miembros asertivos.
- Una familia asertiva ha sabido conformar un ambiente cálido y acogedor; un núcleo de amor legítimo entre unos y otros; incondicional y de libertad.
- La escucha activa, la disposición hacia la comprensión y a no juzgar entre ellos es una constante. Se escuchan y se respetan en el diálogo.
- Todos los miembros de la familia se sienten libres de expresar sus sentimientos y pensamientos, sin enojo o temor. La familia es un ambiente seguro para decir lo que se lleva dentro.
- Al expresarse las personas en familia pueden sentir seguridad y autoestima, firmeza en sus decisiones y respeto por parte de los demás; pero también manifiestan respeto a los otros y sus opiniones, sin agresividad.
- Las conversaciones son constructivas, no se busca descalificaciones.
- Se prefiere el tiempo de calidad que la cantidad; por ello se aprovecha y disfruta el tiempo juntos.
- Las familias asertivas viven de diálogos no hay monólogos.
- Juntos, en familia, se resuelven los problemas, se forma un equipo en el que todos colaboran sin protagonismos.
- Aunque hay un equilibrio en la jerarquía y la autoridad, al expresar opiniones y participar en el diálogo no hay uno que valga más. Todos son equitativamente partícipes de las decisiones.
- Las habilidades de inteligencia emocional permiten a los miembros de la familia identificar sus deseos y emociones, gestionarlos adecuadamente para así, también expresarse de forma clara.
Estas diez claves no son las únicas, pero son esenciales, y se viven en familia; a veces las habilitamos todas a veces sólo algunas, pero todas se pueden practicar. El papel de la los padres en particular y de la totalidad de la familia en general es definitivo en el entrenamiento de este tipo de comunicación desde los primeros años de vida.