¿Cómo sé si me estoy autosaboteando? …Ésta no es una pregunta que todos nos hagamos, porque el proceso es inconsciente y generalmente ocasionado por el miedo a grandes cambios en nuestra vida. Sabotearse a uno mismo es como amarrarse a la zona de confort.
Joaquín estaba muy involucrado en un proyecto académico con el que podría alcanzar mayor visibilidad ante las autoridades de la universidad donde trabajaba como catedrático y así podría aplicar para un ascenso. Se enfocó por meses en planear la investigación, tomó apuntes, realizó experimentos hasta obtener resultados, pero finalmente postergó tanto la redacción del artículo que nunca se publicaría en la revista oficial. Del anhelo buscado, Joaquín no consiguió nada.
Alejandra había esperado meses a que aquel muchacho, que tanto le gustaba, la invitara a cenar. Él por fin lo hizo y ella estaba feliz. Pero la tarde en cuestión, Alejandra decidió comer esa pasta de tres quesos a pesar de saber lo mal que le caían los lácteos, por la noche la reacción a la comida fue tan grave que le fue imposible presentarse a la cena.
Joaquín y Alejandra habían esperado para alcanzar sus sueños y cuando estaban a punto de cumplirlo, tomaron alguna decisión que les impidió concretarlo. Se sabotearon a sí mismos.
¿Qué es el autosabotaje?
Sabotearse a sí mismo es una manera inconsciente de mantenerse en la zona de confort donde todo está bien, tiene orden, no se corren riesgos, está controlado y parece seguro. Generalmente, lo hacemos cuando la vida está por cambiar significativamente.
El autosabotaje implica una serie de creencias, recuerdos e interpretaciones de la realidad grabadas en nuestro inconsciente, que salen a flote para arruinar nuestros planes. No obstante, estas creencias son un síntoma de condiciones más profundas que deben analizarse.
¿Cómo sé si me estoy auto saboteando?
Hay una voz en nosotros que nos habla secretamente de aspectos reprimidos, evadidos y/o negados acerca de nosotros mismos que hemos ido fortaleciendo de manera oculta y sin darnos cuenta. Esta voz toma el control cuando menos lo esperamos.
Pero si somos capaces de advertir que tomamos decisiones que sabotean nuestros planes tendremos una excelente oportunidad para reconocer nuestras erradas creencias y corregir a través de una exploración detenida de lo que subyace en la mente y que nos impide avanzar, pero que nos rehusamos a mirar por doloroso e incómodo que nos resulta.
Considera también que hay otros factores, además del miedo, que nos limitan. Uno de estos aspectos es el pensar que no merecemos, por alguna razón, aquello que estamos a punto de conquistar. También están quienes creen que es mejor “echar a perder” la oportunidad por uno mismo que algo o alguien más nos arrebate ese momento (en este caso están, por ejemplo, los que abandonan a la pareja o generar un conflicto para terminar la relación antes de que la pareja les deje).
¿Cómo evitar el autosabotaje?
Para evitar el autosabotaje hay que estar al pendiente de aquellas conductas y decisiones que tomamos y que muy posiblemente nos impidan avanzar hacia nuestras metas. Esto, generalmente, se manifiestan cuando experimentamos miedo de forma intensa, cuando nos sentimos inseguros y desconfiados frente a nuestras posibilidades de llevar a éxito nuestros planes.
Cuando se da el miedo, debemos afrontarlo tratando de descubrir esas emociones o concepciones negativas que tenemos hacia nosotros mismos. No debemos evitar el miedo, sino hacerlo consciente. Es importante identificar qué hay detrás de esos momentos que nos generan tal miedo de cambio que preferimos no lograrlo y saboteamos el plan.
Asimismo, hay que hacernos conscientes de los pensamientos, casi siempre obsesivos, que refrenda el miedo y otras creencias que tenemos en torno a los hechos que nos confrontan y atemorizan.
Piensa en tus miedos, anótalos y trata de hablar de ellos con alguien de confianza o con un profesional, externando tus miedos podrás tener una mejor perspectiva del trasfondo de tu miedo para poderlo afrontar.
Ya consciente es momento de seguir adelante a pesar de los pensamientos que te asalten. Como dice una frase que vi recientemente: ¡Hazlo! Y si tienes miedo, ¡hazlo con miedo!