¿Cómo vencer la timidez? Una pregunta frecuente, ya sea de personas que sienten algún temor al juicio ajeno hasta las personas que sufren de manera limitante la dificultad para socializar en cualquier ambiente.
Todo ser humano requiere de la socialización para su supervivencia, somos entidades gregarias que requieren establecer relaciones de diversa índole con los demás. El problema se da cuando nuestras condiciones emocionales y psicológicas nos limitan o impiden en absoluto socializar. Uno de esos problemas es la timidez, que para quienes son tímidos representa un reto mayor al momento de entablar contacto con los otros.
La timidez es un rasgo de personalidad que limita el desarrollo de la vida social en el diario acontecer de los individuos; y aunque no puede ser considerado un padecimiento, tiene un peso tal en el comportamiento que condiciona las relaciones interpersonales, que merma, o hasta bloquea, el rendimiento social y afectivo en la vida. Esto, por supuesto, puede tener alteraciones emocionales en quien vive con timidez.
¿Los tímidos odia a las personas?
Por contrario a lo que se pudiera pensar, las personas tímidas no quieren estar solas; no desean aislarse porque gusten de evitar a los demás o no quieran relacionarse. Quien es tímido no sabe cómo vencer esa condición y atreverse a entablar relaciones sociales; pues —en ocasiones— para él o ella resulta un esfuerzo superior a sí mismo.
La incapacidad para acercarse a otros y establecer relaciones sociales, por básicas que sean, genera un sentimiento de frustración y, a veces, de agresividad contra sí mismos por no poder lograr eso que desean.
Al no poder entablar relaciones se dan, también, sentimientos de impotencia, temor y —especialmente— desconfianza de sí mismos y su entorno; lo que se proyecta al exterior como inseguridad y vergüenza.
¿Cómo sé si soy una persona tímida?
- Las personas tímidas tienen dificultades para estrechar relaciones, lo que hace que otros la consideren poco sociable y poco afectivo.
- Emocionalmente sus actitudes y conducta muestran rigidez con poca capacidad de adaptarse a las diversas situaciones sociales que experimentan.
- Manifiestan un temor persistente en situaciones sociales o actuaciones en público, que les genera altas dosis de ansiedad y bloqueo.
- Evitan a toda costa situaciones que los expongan al juicio y crítica de los demás, carecen del sentido del ridículo y sufren ante la idea de que otros les juzguen.
- Conocen sus limitaciones, reconocen sus temores, pero son incapaces de hacer algo al respecto porque la sola idea los bloquea.
Si algo en particular distingue a una persona timidez es su incapacidad de tener una vida social funcional y enriquecedora, algo que va más allá de su voluntad.
La timidez a la larga, afectará no sólo la vida social de las personas sino comenzará a mermar la salud emocional, afectando temas como la autoestima, los apegos afectivos, las relaciones de pareja y el desempeño laboral.
¿Tímido o introvertido?
No debemos confundir la timidez con el ser introvertidos; la introversión implica una base biológica de la personalidad, mientras que el ser tímido tiene que ver con los mecanismos de relación social que presenta la persona.
El cerebro de una persona introvertida tiene mayores niveles de excitación y sensibilidad que los de un extrovertido, lo que explica que prefieran no exponerse a situaciones ruidosas y sobre estimulantes.
¿Cómo vencer la timidez? 6 claves para hacerlo
Siendo un rasgo de personalidad, la timidez puede vencerse a través de herramientas y estrategias que permitan vivir con ella, sin limitar la socialización ni afectar otras áreas de su vida y salud emocional. Aquí algunas claves para lograrlo:
- Evitar la auto crítica severa, no ser tan duro consigo mismo: una persona tímida que teme el juicio ajeno suele ser porque ella misma se juzga con dureza y se reprende así misma por lo que es. Habría que trabajar con su autoestima y el auto perdón.
- Enfrentar las situaciones sociales cotidianas con autenticidad:nadie está esperando que seamos aquello que no somos. Por ello cuando nos damos permiso de ser como somos, sin rígidos juicios sobre nosotros mismos, podemos ser auténticos y fluir con la situación, generando incluso una imagen más honesta frente a los otros. Dejemos de pensar que los otros piensan todo el tiempo en nosotros o nos juzgan siempre.
- Aprender a identificar esos pensamientos que te limitan:gran parte de lo que nos limita al momento de establecer relaciones sociales e interpersonales son los pensamientos que nos generan a priori y que pueden llevarnos a crisis de ansiedad o incluso depresión. Identifica los pensamientos que te hacen sentir limitado para enfrentar el contacto con otros y busca ayuda para tener el control de estos pensamientos.
- Aceptar retos bajo nuevas situaciones sociales:cuando hayas identificado los pensamientos que te generan ansiedad frente a la posibilidad de una nueva situación, podrás también evaluar qué tan ciertos son esos pensamientos y podrás confrontarlos con nuevas realidades para desmentirlos. Aceptar retos te permitirá desarrollar habilidades para nuevas acciones en público.
- Trabajar más el auto conocimiento y fortalece tu autoestima, eso te ayudará a dejar de preocuparte por la aceptación social.
- Practicar habilidades sociales en un ambiente de confianza (con familia o amigos cercanos): Pon a prueba tus destrezas sociales con la práctica frente a familiares o personas cercanas. Ten conversaciones donde hables de temas nuevos para ti, mantén contacto visual, desarrolla tu lenguaje corporal, expresa tus ideas y emociones…
“Los entrenamientos en habilidades sociales y asertividad ayudan a la persona a aumentar su competencia ante las situaciones sociales y conseguir aquellos objetivos que a causa de la timidez pueden resultar difíciles de alcanzar“: Manuel Escudero.
Si te supera la situación y eres poco capaz de hacerlo por tu cuenta, lo ideal es que adquieras herramientas de habilidades sociales a través cursos o terapias profesionales que te den guía y acompañamiento en el proceso. JORGE DOMÍNGUEZ>>