Cómo manejar el dolor emocional, y que aun así no nos defina, implica un proceso de crecimiento a través de hacer conscientes nuestras emociones y los motivos de éstas: afrontarlas y expresarlas de alguna manera será el principio para sanar.
El dolor emocional es algo que nadie puede evitar e incluso a veces parecería superarnos, pues desde una perspectiva individual es incluso, a veces, más fuerte que el dolor físico. Por ello muchos buscan evadirlo a través de distintas formas desde dormir demasiado para no sentir, hasta el consumo de sustancias tóxicas o auto lesiones.
Por supuesto la carga negativa de las emociones, que se aparejan con el dolor, son acentuadas; pero una visión positiva de la vida puede ayudar a superar la situación más fácilmente que desde una postura pesimista.
Es por ello que esta guía te puede orientar a tener un mejor enfrentamiento con el dolor emocional.
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Afronta la situación
Frente al dolor, una reacción prácticamente inmediata es negar la situación que es fuente del dolor. Esto es algo inconsciente, normal y aceptable, pues tratamos de evitar el dolor. Pero mantener esta postura de negación sólo terminará por profundizar la herida. Lo mejor será reconocer qué ha pasado, por qué ha llegado a eso y cómo se puede solucionar.
Si observas la situación con objetividad y puedes verlas con perspectiva podrás comenzar a aceptarlas. No intentes distraerte del dolor, porque tarde o temprano volverá.
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Desahógate
Aunque no lo quieras aceptar te será necesario expresar tus emociones para liberarte del dolor. Ya que conoces el dolor y puedes ubicar su causa, exprésate.
Para ello puede poner en práctica técnicas como el hablar con alguien capaz de escucharte; dibuja en un papel o haz garabatos; haz ejercicio que te ayudará a descansar y despejar la mente. Puedes destruir alguna cosa para sacar el dolor, romper papeles o pegar a un cojín; etc.
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Busca lo positivo
Dale sentido a tu dolor, identifica ¿para qué has pasado este trance? De tal forma, no sólo obtendrás una visión de sentido a tu sufrimiento sino podrás encontrar el lado positivo de la cuestión. De igual manera vislumbra cómo lo sucedido puede ayudarte a madurar.
También, al encontrar lo positivo, podremos dar pasos para ser más cautelosos, maduros y descubrir realmente quiénes somos. Las experiencias negativas existen para aprender de ellas y avanzar.
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Que el dolor no te defina
Considera que todos pasamos por un momento de dolor, una o varias veces en la vida, pero no sólo somos capaces de sentir dolor, también hay momentos favorecedores para nosotros y debemos aprender a lograr ese balance. Piensa en el dolor como una fuente de motivación y fuerza.
Pero nunca dejes que el dolor sea lo único en lo que enfoques tu vida. Busca llevar un proceso de sanación.
Y si el dolor aún te es insoportable, lo idea será que te ayude un guía profesional. JORGE DOMÍNGUEZ>>