Contar con algunas claves para mejorar la salud emocional te permitirá fomentar en ti, y los que amas, hábitos que te mantengan estable y en armonía contigo y quienes te rodean. Por eso, hoy vamos a compilar algunos puntos básicos de cómo trabajar con tus emociones y generar una salud integral.
Pero, ¿qué es la salud emocional?
Para tener salud emocional no quiere decir estar libre de depresión, ansiedad o problemas afectivos. Cuando hablamos de salud emocional nos referimos al bienestar psicológico general de las personas. Abarca temas como la forma en que nos sentimos con nosotros mismos, cómo son tus relaciones afectivas y sociales, cómo manejas tus emociones y cómo te enfrentas a las dificultades.
¿Cómo sé si tengo salud emocional o debo mejorarla?
Algunas de las características de las personas emocionalmente saludables son:
- Es consciente de sus deseos, emociones y necesidades, se hace responsable de ello y es capaz de expresarlos asertivamente.
- Piensa y toma decisiones por sí misma.
- Sabe vincular de manera equilibrada sus necesidades con las de otros.
- Acepta y se adapta a la realidad y a los cambios de manera equilibrada.
- Tiene capacidad para comprometerse y ser constante.
- Sabe manejar sus apegos afectivos y reconoce cuándo hay que soltar.
- Es capaz de reconocer su verdadera vocación y llevarla a cabo.
- No niega sus puntos vulnerables ni se avergüenza de ello.
- Se sabe merecedora de respeto.
- Tiene claros sus valores y su filosofía de vida.
- Es flexible y creativo. Es resiliente.
- Tiene sentido del humor.
¿Cómo mejorar tu salud emocional?
- Cuida tu estilo de vida de forma integral: La salud emocional está estrechamente vinculada a la salud física. Haz ejercicio, lleva una dieta saludable y cultiva tu área espiritual. Asimismo, procura descansar adecuadamente. Cada uno de estos temas influye definitivamente en tu organismo, pero también lo hace en la bioquímica cerebral que influye directamente en tus emociones.
- Así como has de buscar un estilo de vida que mejore tus emociones, también procura evitar estimulantes y tóxicos, que te harán sentir bien en el corto plazo, pero a la larga tendrán consecuencias negativas en tu salud física y emocional.
- Genera objetivos. Tener un sentido positivo en la vida es fundamento para la salud emocional. Cuando se establecen objetivos en la vida se mantiene motivado, se buscan recursos para lograr metas y se conserva el sentido existencial.
- Mejora tu salud emocional cuidando de ti misma/o. Para estar bien es importante poner atención en tus propias necesidades y sentimientos, establecer prioridades. Cuidar de ti mismo es tener una vida propia, continuar con las actividades que te agradan y te hacen crecer, que contribuyan a sentirte bien. Considera estas acciones para cuidar de ti:
- Aprender o descubrir cosas nuevas.
- Disfruta de la naturaleza y el arte.
- Controla lo que piensas: sé positivo.
- Gestiona correctamente tus actividades para disminuir el estrés.
- Adquiere disciplina y control, además de producir endorfinas, te preparará en momentos de tensión y ansiedad.
- Realiza tu trabajo con entusiasmo y creatividad.
- Haz de tu tiempo libre una prioridad.
- Toma tiempo para ti misma/o
- Fomenta tus relaciones sociales. Somos seres sociales, por más que trabajes con tu salud emocional, si te aíslas y evitas las relaciones sociales o con otras personas aun estarás en riesgo de adquirir algún padecimiento como ansiedad o depresión. Es por ello que resulta muy importante que fomentemos nuestras relaciones sociales, que tejamos amistades y estemos abiertos a conocer gente.
- Trabaja con tus emociones, desarrolla tu inteligencia emocional que te permita identificar lo que sientes, y cuándo lo sientes, así como para que seas capaz de procesar y gestionar esas emociones sin afectar negativamente a los demás.
- Ayuda a los demás y practica el voluntariado. Ayudar a los demás mejora la salud, pues al hacerlo el cerebro libera neurotransmisores como la oxitocina, dopamina y serotonina, que no solo ayudan a contrarrestar el estrés, sino que te hacen sentir feliz, relajado y tranquilo.