¿Por qué los migrantes son vulnerables a la depresión? …Los migrantes son vulnerables a la depresión por factores muy claros: los procesos de pérdida que implica dejar su lugar de origen, la dificultad de adaptarse a nuevos lugares y la frustración que puede presentarse cuando las expectativas no se cumplen. La depresión de quien migra es más común de lo que nos gustaría; tomar la decisión de dejar el hogar, y hasta la patria, y salir a encontrarnos con un futuro anhelado va también cargado de incertidumbre y riesgos que afrontar. Aun así, no siempre se cumple el sueño tal como lo buscamos.
Más allá de los motivos de la migración, a veces por trabajo a veces por amor; unas por experimentar aventuras y otras por ir al encuentro de un refugio seguro, migrar implica siempre una despedida por un lapso, muchas veces, desconocido.
Luego, toca encontrar un lugar propio en la ciudad receptora; ganar el “derecho de piso” y hacerse de nuevas costumbres, nuevos rumbos, e incluso nuevas palabras en un idioma nuevo. En ocasiones, la ciudad de acogida los recibe con brazos abiertos y todo es fortuna, así el tránsito y la adaptación o el duelo son menos complicados. Pero no siempre los lugares que reciben al migrante son hospitalarios, y las expectativas no siempre se cumplen, el ánimo se viene abajo hasta una posible depresión.
A veces incluso el clima de la ciudad a la que llega el migrante es una afrenta, especialmente si su destino está en el hemisferio norte, que suele tener temperaturas más frías, las cuales merman el ánimo tanto de locales como recién llegados.
Todo ello causa, en quien migra, tales dificultades que pueden dañar su salud emocional y provocar crisis depresivas y/o de ansiedad, producidas por la sensación de vulnerabilidad ante lo nuevo y ajeno, la frustración ante las esperanzas truncas. Acentúa la situación un sentimiento de soledad y duelo.
Problemáticas que afectan el ánimo del migrante
Hay situaciones particulares, y comunes en la población migrante, que pueden acentuar el riesgo de depresión, entre ellas, las más significativas son:
- Falta deapoyo social afecto, carencia de redes de amigos y familia.Contar con amigos y familia en el medio social le ayudarían, entre otras cosas, a reducir el impacto del estrés aculturativo.
- 2. Ausenciade la familiaque se quedó en el lugar de origen y la necesidad de convivir con una nueva estructura familiar creada en el nuevo lugar de residencia.
- Noencontrar oportunidades laborales y profesionales acordes a su desarrollo. Le será necesario un esfuerzo extra para presentarse como candidato cualificado o simplemente no lo logrará.
- Carencia de espacios donde, de forma segura, puedaexperimentar manifestaciones culturalespropias, así como satisfacer sus necesidades espirituales y económicas. A veces, debe renunciar a su cultura porque no encuentra sitio en su nuevo “hogar”.
- Nocontar con una ayuda especializada en procesos migratorios que atienda sus necesidades específicas de salud física y emocional, particularmente en las primeras etapas de llegada al país.
- El idioma puede significar una de lasprincipales barreras de desarrollo del individuo. Aun cuando todos los demás puntos pudiesen cumplirse; si no se habla el mismo idioma las dificultades se agravan e incluso pueden llevar a las personas a que se aíslen.
“Muchos migrantes necesitan ayuda profesional pero no la buscan porque no quieren ser estigmatizados. Los síntomas no tratados pueden disminuir la capacidad de una persona de vivir plenamente”: Joaquín Botero
Duelo migratorio
El psiquiatra español Joseba Achotegui, explica que todo inmigrante sufre en menor o en mayor medida 7 duelos principales:
- la familia y amigos
- el idioma
- la cultura
- paisajes y tierra
- el estatus social
- el contacto con su grupo de origen
- los riesgos para la integridad física
Y aun cuando las aparentes pérdidas son claras, Achotegui señala que es un duelo parcial, puesto que no hay una real desaparición de lo que se ama, sino que es ambivalente (está, pero no está). Se viven dos realidades entre el aquí y el allá.
Signos de depresión
Circunstancias evidentes en la cotidianidad del migrante, además de los duelos que experimenta simultáneamente en su proceso de aculturación, pueden desencadenar uno o varios signos de depresión:
- Dificultad para llevar a cabo actividades cotidianas.
- Descenso del ritmo en las actividades que solemos hacer con presteza en otras circunstancias.
- Se vislumbra un porvenir oscuro
- Dificultad para concentrarse
- La toma de decisiones comunes se vuelve un conflicto
- Nada es de interés, incluso aquellas cosas que suelen gustar
- Sensación de tristeza y desgracia
- Sentimiento de agotamiento aún con las mínimas actividades
- Culpabilidad y vacío existencial
- Sensación de haber fracasado en todo
- Trastornos del sueño y alteraciones del apetito
- Aun cuando suceden cosas buenas el sentimiento de tristeza es persistente
- Arrepentimiento y frustración ante las expectativas no cumplidas
Cada persona experimentará la depresión de diferentes maneras, aunque sin duda experimentará algunos de estos signos. Imprescindible será reconocer lo que se siente y acudir con el especialista para comenzar el tratamiento más adecuado y, ante ello, deben recibir un diagnóstico y tratamiento de manera profesional.
“La aceptación de las emociones personales es algo tan importante como la aceptación de uno mismo, ya que no se puede uno aceptar y a la vez rechazar las emociones que experimenta”. Alejandra Carus
Las personas con depresión, al igual que las personas con otras enfermedades, requieren tratamiento por parte de profesionales. JORGE DOMÍNGUEZ >>
