Cómo enfrentar la indecisión es un conflicto con el que con frecuencia nos topamos; ya sea porque se ha vuelto una constante en nuestra vida el no poder tomar decisiones acertadas o porque ante determinado tema nos cuesta decidirnos.
El conflicto de la indecisión, para muchos, dificulta las acciones que nos permitan continuar la vida de manera idónea. De ahí que se debe analizar el trasfondo del ser indeciso o de aquello que causa nuestra incapacidad para tomar decisiones.
Ser indeciso, indecisa, es un motivo de problema y sufrimiento para algunas personas. La problemática puede surgir al momento de tener que elegir por una alternativa y renunciar a otra(s); la incertidumbre de elegir lo correcto o no, a perderse de algo que tal vez sea “mejor” o sufrir consecuencias indeseadas.
¿Qué es la indecisión?
La indecisión es la falta de determinación ante una situación, vivida como conflictiva, que nos impide tomar una decisión.
Por otra parte, experimentar las consecuencias de la elección es otro de los conflictos que debe enfrentar el indeciso. Decidir implica asumir los resultados, que en condiciones pueden generar culpa, rabia o frustración.
La indecisión está muy relacionada con nuestras emociones. El estrés, la angustia, la depresión, etc., pueden volvernos indecisos o hacernos tomar malas decisiones.
¿Por qué nos cuesta trabajo decidirnos?
Porque no queremos:
- Responsabilizarnos por la elección
- enfrentarnos a las consecuencias
- perder las demás posibilidades
Por lo tanto evitamos decidir.
¿Cuándo es un problema la indecisión?
Todos los días y, prácticamente, en todo momento tomamos decisiones desde las más intrascendentes, como qué ropa usar cada momento, hasta las más definitivas en nuestra vida, como casarnos con tal persona o no, tener hijos o no, etc.
Sin embargo, cuando la indecisión se torna en un síntoma, cuando la más pequeña elección que se tenga que tomar se convierte en un obstáculo incapacitante; que esta necesidad de decidir causa angustia y demasiado estrés a una persona es momento de considerar la atención profesional para develar el trasfondo del problema pues nos encontramos ante la indecisión patológica.
¿Qué hay detrás de la indecisión?
Detrás de la indecisión hay una pérdida en la confianza básica que nos induce a cuestionar permanentemente la solidez y fundamentación de nuestras decisiones. La indecisión se relaciona con el sentimiento de inseguridad, con una excesiva autoexigencia y al a falta de claridad en el planteamiento de la situación.
El indeciso es excesivamente “precavido”, adquiere el hábito de mirar el lado negativo de todo y tiende a considerar todo el tiempo en el posible fracaso luego de la decisión tomada. Pensar en el fracaso hace que la persona procrastine tareas y decisiones que incluso, la lleven a tener éxito.
¿Cómo enfrentar la indecisión?
- Escribe la decisión que tienes que tomar en un papel, de tal forma puedes ver las cosas desde un punto de vista diferente.
- Identifica tu objetivo real respondiendo a preguntas como: ¿Qué es lo que realmente quiero obtener cuando tome esta decisión?
- Identifica cada una de tus opciones y escríbelas para tenerlas claras.
- Analiza pros y contras de cada una de las alternativas que tienes.
- Asesórate o pide ayuda de alguien más para que te amplíe la perspectiva, sobre todo si esa persona ha experimentado una situación similar previamente.
- Reflexiona y medita tu decisión con tiempo y en un ambiente tranquilo, de forma que no tengas cerca estímulos que te causen estrés.
Mientras más relajado te encuentres, mejor. Imagínate lo que estás a punto de decidir e intenta pensar con la cabeza fría acerca de ello.
7. Inclínate por la opción más realista y que tenga las mejores oportunidades para ti.
8. Toma una decisión y actúa en consecuencia.
La indecisión que atrae consigo sufrimiento, estrés y/o ansiedad, que obstaculiza tu vida y te incapacita, es un signo que trae detrás algún conflicto emocional que debe entenderse y tratarse con psicoterapia. Y para ello yo puedo acompañarte en el proceso. JORGE DOMÍNGUEZ.