Estas ocho cosas que le pasa a tu cuerpo cuando estás triste, están muy vinculadas a la producción de ciertas hormonas y tu sistema inmunológico que puede causarte enfermedades significativas de prolongarse tu estado de tristeza.
Cuando hablamos de emociones no debemos perder de vista que el proceso psicológico comienza con sensaciones, de acuerdo con David Goleman, en Inteligencia Emocional. Es decir, no podemos desligar la emoción con aquello que pasa en el organismo frente a la situación que desata esta emoción.
Estas predisposiciones biológicas a la acción son modeladas posteriormente por nuestras experiencias vitales y por el medio cultural en que nos ha tocado vivir: D. Goleman
Ya en otras ocasiones he comentado que previo a una emoción, el individuo se enfrenta a una determinada situación que atenta o alienta su supervivencia (ira, miedo, tristeza, alegría), frente a ello el organismo completo responde con diversas reacciones muchas de ellas con la producción de ciertas hormonas que nos preparan para actuar de forma inmediata, y entonces protegernos de un posible desenlace fatal. A estas sensaciones meramente corporales les agregamos una marca o etiqueta psicológica que es la que nos lleva a actuar o reaccionar psicológicamente (ya no fisiológicamente) acorde a la situación.
Así que, más allá de teorías metafísicas, hay una relación directa de las emociones y lo que pasa en nuestro cuerpo, en este caso hablaremos sobre qué le pasa a tu cuerpo con la tristeza.
¿Par qué sirve la tristeza?
La principal función de la tristeza consiste en ayudarnos a asimilar una pérdida irreparable, señala Goleman. La tristeza provoca la disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades vitales —especialmente las diversiones y los placeres— y, cuanto más se profundiza y se acerca a la depresión, más se enlentece el metabolismo corporal.
La tristeza, especialmente cuando se trata de una situación de pérdida, ya sea por la muerte de alguien, cambio en las condiciones en las que vivimos o ruptura de una relación amorosa o afectuosa, somete a tu organismo a estrés —especialmente a tu cerebro—, lo que puede afectar tu salud.
Cómo nos afecta la tristeza en el cuerpo:
- Los circuitos cerebrales del dolor físico y emocional se solapan de forma que sientes esa tristeza incluso como un dolor físico, pero ello como es tan traumático para tu cuerpo, puede llegar a afectar tu sistema inmunológico.
- Cuando estás triste tu percepción respecto a la temperatura se altera y sueles sentir más el frío. Y si la tristeza permanece por un periodo prolongado, la temperatura de tu cuerpo descenderá.
- Tu apetito se verá afectado. Al sentir frío buscarás consumir calorías extras, así que tenderás a comer más, pero no una zanahoria saludable; generalmente surgen antojos que nos llevan al consumo de carbohidratos. Por ejemplo, chocolate que se sabe que sustancias presentes en el cacao contribuyen a brindarnos una sensación de bienestar que nos hace más felices. Comer por tristeza es el camino rápido a la obesidad e incluso a la hipertensión.
- Se dice también que con la tristeza nuestra capacidad de percibir sabores dulces disminuye. Esto se debe a que mengua el número de receptores que perciben el sabor dulce en la lengua.
- La tristeza afecta la producción de la hormona cortisol también conocida como la hormona del estrés. Esta es importante en el control de los niveles de azúcar en la sangre, la presión sanguínea y la calidad del sueño.
- Descenso en los niveles de la serotonina, una hormona también encargada de nuestro bienestar. Y cuya disminución puede provocarnos depresión, obsesiones compulsivas, ataques de ansiedad e incluso posturas agresivas. En tal caso, te recomiendo aumentar tu ingesta de plátano, por ejemplo.
- Cuando estás triste se activan más de 70 regiones cerebrales distintas. Mientras estás triste puedes recordar, pensar, sufrir y razonar en busca de soluciones o nuevas alternativas. Tu hipocampo estará sumamente activo y ello hará que tu cerebro necesite más energía vía glucosa, exigiendo alimento.
- Llorar te relaja y por motivos fisiológicos te hará sentir mejor; pues después de una sesión de llanto empezarás a segregar endorfinas que te harán sentir más relajada.
La tristeza es una cuestión natural como otras de las emociones que sentimos a lo largo de la vida, pero si ésta se vuelve incontrolable y devastadora, o si se prolonga por más de un par de semanas, es importante consultar al especialista porque puede tratarse de depresión y debe ser diagnosticada para su adecuado tratamiento. Si la tristeza te supera comunícate conmigo: JORGE DOMÍNGUEZ
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Recuerda que los artículos que aquí encuentras son meramente informativos y no sustituyen el tratamiento y consulta con un profesional de la salud emocional. Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional, considerando las características únicas del paciente.