La motivación es un motor fundamental de nuestras vidas, es importante sentirnos motivados para mantenernos en acción y conquistar la vida en lapsos cotidiano. 

La motivación nos impulsa a comenzar y el hábito nos permite continuar: Jim Ryum

¿Necesito motivación?

La motivación es esa fuerza o impulso que nos hace actuar de determinada manera; generalmente la entendemos de forma positiva pues podría considerarse el deseo detonador que nos lleva a realizar actos incluso tan cotidianos como levantarnos de la cama.

Cuando falta la motivación nos parece mucho más difícil emprender acciones como ir a trabajar, hacer deporte o iniciar un régimen alimenticio saludable. Y ello depende de diversos factores, pero uno fundamental está en el estado de ánimo o la forma en que nos sentimos emocionalmente en una situación determinada.

Existen dos tipos de motivación, la primaria está basada en cuestiones instintivas y en satisfacer necesidades elementales como el hambre: como porque el hambre me motiva a hacerlo. La motivación secundaria, se basa en cuestiones adquiridas o aprendidas y las necesidades que satisfacen pueden, o no, estar indirectamente relacionados con los motivos primarios (amistad, riqueza, honor, poder, fama, amor…)

¿Por qué es importante estar motivado?

Más allá de la natural motivación a satisfacer necesidades primarias que nos mantengan vivos y a salvo, es importante mantenernos motivados para lograr metas y objetivos que nos hagan crecer o realizar nuestros sueños. De tal forma, establecer metas que nos lleven a cumplir anhelos en la vida está estrechamente vinculado con la motivación; y ello con vivir en plenitud nuestra existencia.

Así la motivación se torna una cuestión elemental para mantenernos en acción hacia el éxito (cualquiera que sea el concepto que tengamos de éste) y así adquirir un sentido de satisfacción con nuestra vida.

Pero sentirnos motivados es una situación orgánica que hay que mantener constantemente, pues puede que haya etapas de la vida que la motivación merme o bien que ascienda a niveles que nos lleven a actuar de manera intensa.

¿Cómo mantener la motivación?

1. Cuida tus pensamientos: los pensamientos influyen decisivamente en la manera que te enfrentas a cada uno de tus retos o metas.
2. Haz de tus sueños metas concretas: aprende a generar metas concretas, realistas y a un lapso específico que pueda cumplir y no pierdas la motivación con el tiempo.
3. Mide tu progreso: al diseñar adecuadamente tus metas, podrás evaluar tu avance. Al ver que puedes hacerlo, o evaluar cómo podrías hacerlo mejor ter ayudará a seguir adelante.
4. Sigue adelante: si un día llegas a fallar en el camino a tu meta, no repitas al siguiente. Por ejemplo, si un día te da flojera hacer ejercicio, al siguiente día no dejes que la pereza te gane, vuelve a intentarlo.
5. Ten claros tus motivos: Para que en el proceso no decaiga la motivación, haz una lista de los motivos por los que quieres cumplir cierto objetivo o llegar a cierta meta.

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