Para qué sirven las emociones que en más de las veces nos envuelven en conflictos o complicaciones. Como parte del proceso de supervivencia, las emociones no sólo son para eso, también tienen usos sociales y de desarrollo individual.

Ya en otras ocasiones he hablado, escrito mejor dicho, que las emociones son, por una parte, reacciones sensoriales y, por otra, etiquetas psicológicas que colocamos a esas sensaciones físicas. Las emociones, ancestralmente eran mecanismos elementales para sobrevivir, y también para adaptarnos al entorno.

No obstante, a veces pareciera que las emociones hoy en día sólo nos estorban, nos causan complicaciones, nos aíslan del resto de las personas o incluso nos hacen perder la estabilidad a tal grado que ponemos en riesgo fatal nuestra existencia.

Entonces, ¿para qué sirven las emociones en realidad?

1. De principio las emociones nos ponen en alerta para vincularnos de una u otra manera con el mundo y, por supuesto, también con los demás.

Nos avisan cuando algo nos gusta, nos disgusta, nos hace sentir seguros o, por el contrario, nos incomoda.

2. Las emociones nos ayudan a tomar decisiones, no sólo esas decisiones viscerales y abruptas e inconscientes, sino decisiones que nos permiten adaptar nuestra percepción y emoción al contexto. Nos impulsan a tomar una posición frente a las cosas que suceden a nuestro alrededor. Por ejemplo, si algo nos hace sentir inseguros, sentimos MIEDO y este miedo nos lleva a tomar determinada decisión (tal vez caminar por otra calle) para sentirnos seguros.

3. Asimismo, las emociones definen nuestra comunicación. En casos no muy saludables, expresamos “sin filtro” lo que sentimos, sin importarnos mucho lo que otros puedan pensar o sentir; pero al final nos “quitado de encima” esa emoción hacemos catarsis).

En el mejor de los casos, aprendemos a interpretar nuestras emociones a través de la inteligencia emocional y dialogamos de éstas con los demás. Así, generamos acuerdos o pleitos, según cómo manejemos las emociones.

4. Conocer de emociones nos permite entender a los demás. Una habilidad de quien desarrolla la inteligencia emocional es comprender las emociones de ajenos, ser empáticos y con ello lograr lazos sociales mucho más sólidos y armoniosos.

5. Las emociones nos dan herramientas para interactuar de manera significativa en entorno social. De igual modo nos motivan, nos llevan a actuar de determinada manera. Por ejemplo, la alegría nos hará sentir motivados a hacer cosas que nos hagan sentir aún mejor, como ejercicio, comer saludable, etc.

Ahora bien, en otro momento habremos de tomar en cuenta que cada emoción, por su parte, tiene una función básica.

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