La fuerza interior habita en nosotros y es fácil identificar si la tienes, o más bien qué tan desarrollada la tienes. Sigue leyendo y encuentra algunas claves al respecto.

La fuerza interior nace del autoconocimiento, de la autoestima; y también de la necesidad de sobrellevar la vida aún con sus adversidades. Es un poder que nace de nuestros propios recursos para enfrentar la cotidianidad y, particularmente, el infortunio.

El que no tiene el coraje suficiente para tomar riesgos no conseguirá nada en la vida: Muhammad Ali.

Hay dentro de nosotros un impulso con el que decidimos salir a la calle cada mañana y enfrentar los retos habituales sin claudicar; un poder que nos permite resolver problemas y enfrentar las decisiones más apropiadas a cada momento.

Una persona tiene fuerza interior cuando es capaz de vivir consigo mismo, de forma armoniosa y, sobre todo, cuando tiene la capacidad de enfrentar toda clase de momentos sin perder el control de sus emociones.

Y aunque la fuerza interior nos habita siempre, se pone en evidencia cuando se trata de momentos difíciles; es la fuerza interior la que no saca a flote. Es el recurso que nos evita derrotarnos por completo frente a las vicisitudes, además de seguir adelante en medio de la tormenta.

¿Quién tiene fuerza interior?

Todos tenemos fuerza interior, aunque algunos hemos aprendido a desarrollarla más que otros, y así  podemos reconocer algunas características de esta fortaleza.

Tener fuerza interior es: 

1. Conocer nuestro manejo emocional. Es decir, saber qué emoción nos surge en cada situación y controlarla.
2. Saber enfrentar las situaciones que la vida nos presenta; sin temer o evadir la adversidad.
3. Tomar el pasado sólo como experiencia y mirar al futuro con apertura y optimismo.
4. No lamentarse. La queja, como lamento, no tiene cabida en quien se ha fortalecido internamente.
5. No buscar el control de la vida porque es una expectativa que, prácticamente, nadie logra. Por el contrario, se fluye con la vida.
6. Reconocer el éxito ajeno sin envidias, pues las personas con fuerza interior se alegran por los demás mientras son capaces de luchar por sí mismos.
7. No esperar a que la vida dé, o que otros lo hagan; el que tiene fuerza interior sigue su propio camino sin esperar; más bien comparte.

La fuerza interior no nos hace super héroes o personas extraordinarias, ni nos lleva al reconocimiento de los otros; la fuerza interior se cultiva en la auto disciplina para llevar una vida plena, y así, plena, compartirla.

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