Seguir algunas claves para prevenir la ansiedad es la base de una vida mucho más serena y equilibrada que te proporcione salud emocional y, por ende, calidad de vida. Son hábitos de salud elementales cuya práctica fomenta el autocuidado cotidiano para un bienestar estable y duradero.
De acuerdo con el doctor Antonio Cano Vindel, en su libro La ansiedad. Claves para vencerla, éstas son las cosas que puedes hacer para evitar crisis ansiosas.
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Cuida tu alimentación
Sabemos que existe una importante relación entre los alimentos que consumimos y la salud de nuestro cerebro y que, a su vez, el funcionamiento de los neurotransmisores repercute en nuestra condición emocional. Lo importante es tener una dieta equilibrada y variada, así como conocer cómo puede afectarnos el consumo de ciertos alimentos, para lo que se puede moderar su ingesta.
Hay que preferir las frutas y verduras, las carnes magras, los frutos secos y semillas, y los lácteos bajos en grasa. Es preferible moderar el consumo de azúcar refinada, de sal, así como estimulantes como el café, el té o el chocolate. Finalmente es preferible, en caso de crisis ansiosas frecuentes, evitar el consumo de alcohol
Además de tener una alimentación saludable, debemos darnos un tiempo para alimentarnos tranquilamente, que sea un momento dedicado a uno mismo, a la convivencia social, a descansar de la actividad laboral. Evitemos comer en el escritorio mientras trabajamos o de pie apresuradamente.
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El descanso es básico
Como la alimentación, el descanso apropiado es fundamental para mantenernos saludables tanto en lo físico como en lo emocional. Ya he hablado previamente cómo el insomnio puede arruinar la salud emocional, por lo que es recomendable dormir lo suficiente y procurar el descanso al dormir (ya que dormir no siempre basta para reponerse).
Pero tanto como dormir, el descanso también implica tomar vacaciones, tener tiempo de ocio y recreación, no llevar trabajo a casa y aprender a desconectarse de aquellas tareas que puedan provocar estrés. Asimismo, hay que insistir en la importancia de tener una vida social activa.
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Ejercicio físico
En la triada básica de cuidados de la salud, además de la correcta alimentación y el descanso, se encuentra el ejercicio físico constante. Este nos ayuda a relajarnos y a producir las llamadas hormonas de la felicidad (dopamina y serotonina).
Además, mientras realizamos ejercicio nuestra mente se despeja y se concentra en el presente.
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Organízate
Un detonador de los estados ansiosos es mantenernos en constante estrés; por ello es recomendable evitar aquellas situaciones que nos causen tensión. La organización del tiempo y las actividades diarias es fundamental para hacernos espacios para un buen descanso, no preocuparnos por lo que viene, no sufrir sobresaltos o tener olvidos importantes.
Asimismo, organizarnos implica saber no sobre cargar la agenda, evitar compromisos que nos sobrepasan y a establecer límites en las tareas diarias que nos expongan a exigirnos demasiado.
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Enfrentar los problemas y tomar decisiones
Las personas que, por diversos motivos, evaden los problemas muy probablemente pasen por estados de ansiedad; lo mismo cuando dejan en suspenso una decisión que deben tomar. Lo recomendable es afrontar los problemas de una forma activa a partir de lo que es mejor en cada caso.
Tomar decisiones a través de un método lógico (no emocional) ayudará mucho a liberar la tensión. Igualmente, una vez tomadas las decisiones no hay que estar analizando los problemas una y otra vez, pues es lo que más causa ansiedad.
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No sumes al problema con una interpretación
Evitemos pensamientos negativos que produzcan estados ansiosos o depresivos. Exagerar las posibles consecuencias negativas de una situación sólo producirá estrés y ansiedad. Dejemos de fijarnos sólo en los análisis catastrofistas, interpretaciones negativas y predisposición a precipitarnos al sufrimiento.
Ciertamente sentir nerviosismo ante algunas situaciones es natural, como lo son otras emociones, por lo que no debemos juzgarnos ni estar preocupados porque otros nos juzguen. No sumemos al problema algo incierto que nos atormente.
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Promueve tu salud emocional
Así como puedes encargarte de alimentarte bien y descansar, o hacer ejercicio, adquiere hábitos saludables en términos emocionales: socializa, busca la asertividad, desarrolla habilidades de inteligencia emocional, etc.
Otras recomendaciones:
- Practicar la relajación con cierta asiduidad en los momentos en los que nos encontramos peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos.
- Aprender a pensar bien, eliminando algunos pensamientos erróneos, ideas irracionales, etc., que nos estresan.
- Exponerse poco a poco a las situaciones que nos generan pánico.
- Aprender a decir no, cuando nos cuesta mucho, pero sabemos que es mejor decir no.
- Practicar nuestras mejores habilidades sociales.
Si se presenta ansiedad en tu vida y ésta se hace cada vez más incapacitante, lo recomendable es acudir con un profesional de la salud mental y solicitar su guía para alcanzar tu bienestar.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA