Desarrollar esta habilidades de inteligencia emocional te puede ayudar a ser un buen líder, aún en ámbitos pequeños como la familia, el equipo de trabajo o tu comunidad. Ser un líder es trabajar por un bienestar común y seguramente alguna vez tú lo has hecho.
Todos somos líderes alguna vez, tras nuestras huellas otros siguen o han seguido nuestros pasos porque habremos representado su voz, sus necesidades, organizado su entorno para resolver problemas… Alguna vez hemos tenido en nuestras manos la posibilidad de decidir en nombre de otros, de tener bajo control una determinada situación, de marcar la ruta; aunque no estemos conscientes de ello.
Nos han vendido el liderazgo como una posición de prestigio, una posición heroica que sólo algunos cuantos pueden ejercer. El liderazgo es un factor sencillo y accesible, sólo es cuestión de decidirlo y ejercerlo; asimismo no se es líder todo el tiempo, ni con todos. Es una capacidad que todos podemos desarrollar y perfeccionar con la práctica.
Una madre, una maestra, un pequeño empresario, un amigo, todos en algún momento hemos liderado una situación; y lo hemos hecho por el bienestar del grupo, un acto generoso que nos llevó a tomar las riendas de la situación para proveer el bienestar de todos.
De acuerdo con Richard Awad, «lo importante en un líder es la aspiración de dirigir y la capacidad de realizar un impacto para el bien común, anteponiendo éste a sus intereses particulares».
El estado emocional de un responsable de equipo influye directamente en el resto de miembros.
5 Habilidades de Inteligencia Emocional que te ayudan a ser un buen líder
Ser líder requiere una visión bajo el lente de la inteligencia emocional, porque quienes depositan en él su confianza lo hacen a partir de emociones. Por ello Daniel Goleman, señala que el liderazgo cuenta con cinco elementos fundamentales:
1. Conciencia de sí mismo: Al ser consciente de ti eres capaz de identificar y entender cómo te sientes, cómo tus emociones afectan a los demás, y desarrollar tu potencial empático. Te permite conocer tus fortalezas y debilidades.
2. Autorregulación: Tener el poder de conocer tus emociones y controlarlas, de no dejarte llevar por la ira o el ímpetu, o tomar decisiones apresuradas sustenta la objetividad de tu liderazgo, te permite la estabilidad emocional que resulta atractiva para los demás.
3. Motivación: Este motor que nos conduce a la acción es fundamental en el liderazgo: querer hacer, no claudicar, llegar a la meta. Ello establece estándares de calidad en la forma de trabajar en la vida individual y como líder.
4. Empatía: Ya dicho previamente, la empatía es fundamental en el líder. Las personas esperan que el líder se ponga en su lugar, interprete sus necesidades, y les traten de cierta manera.
5. Habilidades Sociales: El líder debe saber cómo tratar a las personas, tener el control de la situación, negociar, dirigir, etc. Desarrollar la inteligencia social será una herramienta indispensable.
La inteligencia social es la capacidad que tenemos para relacionarnos con otros de forma armoniosa y pacífica; es la capacidad de descifrar la mente de los demás, comprenderla y usar esa información para interactuar con éstos de manera eficaz. A estas personas se les facilita entender el mundo y las conductas sociales.
Si deseamos ser más conscientes de nuestro liderazgo, de nuestro poder de influir en la vida de los demás para bien; de ser representantes de la voz de la familia, el grupo, el equipo de trabajo. Podemos mejorar estas habilidades para tener éxito en ello.