Estos 5 Beneficios emocionales de seguir una rutina te ayudarán a tener una visión optimista de tu cotidianidad.
Seguramente habrás escuchado la frase “rompe la rutina, vive plenamente” o cualquier expresión que haya pretendido despreciarla. Parecería que algo tiene ésta de malo que todos quieren deshacerse de ella; sin embargo, los beneficios emocionales son sustanciales para nuestra salud.
Consideremos, por ejemplo, que ha sido el hábito diario que nos ha puesto a salvo durante la pandemia por Covid 19. Claramente, llevar un orden de actividades diarias permitió conservar un poco de estabilidad en nuestra cotidianidad. Fue tener algo de certidumbre respecto al futuro inmediato porque sabíamos lo que íbamos a hacer en un rato y nos mantuvo distraídos del miedo a la enfermedad o una posible quiebra económica.
La rutina implica tener que hacer siempre lo mismo, una y otra vez, por lo que para muchas personas ello puede sonar monótono y falto de espontaneidad. Algo que vuelve la vida predecible, aburrida y falta de encanto. Pero, como he dicho antes, tiene algunas ventajas.
5 Beneficios emocionales de seguir una rutina
Una rutina es una forma estructura de llevar la vida cotidiana y en ello puede ofrecernos algunos de estos beneficios:
- Sensación de tener el control. La rutina nos aleja de situaciones inesperadas o sorpresivas que pudieran ser desagradables, nos brinda una sensación de control, pues sabemos que sucederá a cada paso. Esto nos brinda seguridad.
- Paz mental. Lo rutinario nos puede ofrecer paz mental pues contrarresta los efectos de la desorganización, del caos y el estrés que ello puede producirnos.
- Fortalece la voluntad. La rutina requiere de la formación de hábitos, de conductas repetitivas y constantes que se producen día con día, ello requiere disciplina y voluntad.
- Facilita llegar a metas. Cuando la rutina nos permite optimizar nuestros tiempos y ordenar nuestras actividades cotidianas, será mucho más fácil cumplir nuestras metas y sentirnos satisfechos por los logros evidentes.
- Relajación. Cuando se tiene una rutina organizada se puede distribuir el tiempo de tal manera que pueda haber tiempo para el descanso y la relajación. Lo rutinario eficienta nuestro tiempo.
- Romper la rutina. Tener una rutina también nos da oportunidad de decidir concienzudamente lo que deseamos hacer y cambiarlo en cualquier momento. Romper la rutina nos permite la sorpresa, la espontaneidad, etc.
Las rutinas son tan importantes que ayudan a los niños a moderar su impulsividad, según un estudio publicado por el Journal of Abnormal Child Psychology.
Igualmente señala que no tener una rutina en la edad adulta tiene costos mentales. Por eso las personas jubiladas o que están desempleadas sin otra actividad rutinaria, tienen menor riesgo de sufrir ansiedad, estrés o depresión si se fijan una serie de pautas y obligaciones diariamente. Eso fomenta la autoestima, la sensación de ser útiles que todos necesitamos. Y ordena la vida.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA