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Estos 3 Motivos de nostalgia decembrina explican los cambios de ánimo que pasamos en esta temporada de fin de año.

Aquí estamos de nuevo en diciembre, el año no ha sido menos complejo para algunos, seguimos adaptándonos a la nueva normalidad por la pandemia de Covid 19. Hay quienes han perdido seres queridos, lamentan la pérdida del empleo; algunos se recuperan de la misma enfermedad o de los trastornos emocionales que el confinamiento nos ha dejado. Otros, estamos fuera de nuestro país, lejos de la familia y les extrañamos o simplemente la época decembrina nos hace sentir nostálgicos. 

Efectivamente, diciembre, el invierno y las navidades tienen un peso significativo en nuestro estado de ánimo y para muchos nos hace sentir nostálgico. Es por ello que debemos hablarlo y darnos cuenta que en este sentimiento no estamos solos, que puede haber varios motivos para sentirnos desanimados y que tienen solución.  

3 Motivos de nostalgia decembrina 

Desde el clima que influye en nuestro cerebro y, por tanto, en nuestro estado de ánimo; hasta las expectativas no cumplidas, son causa de que, en fechas próximas a Navidad, sintamos esa llamada nostalgia decembrina que tanto nos afecta emocionalmente Veamos algunas causas.  

Trastorno Afectivo Estacional 

Aunque hay quienes aún lo ponen en duda, existe el trastorno afectivo estacional (TAE), también llamado depresión invernal, que se manifiesta apenas se da el descenso de luz solar derivada del otoño y el invierno.  

Esta disminución de la luz solar puede alterar el reloj interno del cuerpo y provocar sentimientos depresivos. La luz solar es un factor importante en la producción de neurotransmisores como la serotonina, una de las llamadas hormonas de la felicidad.  De igual forma, el cambio de temporada puede alterar el equilibrio del nivel de melatonina en el cuerpo, lo cual interviene en los patrones de sueño y en el estado de ánimo. 

Las personas que atraviesan por el trastorno afectivo estacional presentan altibajos emocionales, ansiedad, apatía, descontento general, pérdida de interés en las actividades que en otros momentos les son significativas, se sienten solos y tristes. 

Este cambio de ánimo provoca también un cambio de comportamiento, produce que las personas se aíslen, se sientan irritadas e incluso pierdan la concentración. 

Asimismo, los signos del TAE también se viven en el organismo, con falta de sueño, insomnio o, por el contrario, somnolencia excesiva; acompañado con el clima frío que invita a consumir más calorías, hay modificación en los hábitos alimenticios o cambios de apetito, fatiga —por la falta de sueño y apatía—. 

La solución a este mal es la exposición a la luz. Pero si en tu ciudad la luz del sol no abunda estas fechas, usa las lámparas de tu hogar y sométete a fototerapia. Además, si el malestar supera la temporada, considera acudir con un profesional de la salud mental, pues puede tratarse de otro tipo de depresión.  

Síndrome de la Silla Vacía 

Otro motivo de la nostalgia decembrina es el síndrome de la silla vacía, una condición emocional que se detona al revivir el dolor por quienes ya no están, ya sea porque han muerto o se han separado de nosotros. 

Al margen del duelo y la tristeza de cuando se ha perdido a alguien especial, el síndrome de la silla vacía cobra intensidad en momentos en que deberíamos estar festejando y viviendo con gran entusiasmo o alboroto algunas fechas en particular, como la Navidad.   

En días como éstos se produce un choque de emociones entre la tristeza de la pérdida y el gozo de las fiestas y celebraciones que nos llevarían a pasar el momento de la mejor manera y con buena cara, aun cuando por dentro se sintamos dolor.  

No obstante, al ver ese lugar vacío donde debería estar la persona extrañada se comienza a sentir un enorme oquedad, angustia y frustración. La situación trae a nuestra memoria el cómo nos sentíamos y disfrutábamos en momentos como estos con quien ya no está.   

El surgimiento de este sentir y su intensidad está fuertemente vinculado al proceso de duelo. Cuando vivimos la pérdida de alguien querido debemos pasar por un periodo natural en el que tenemos que acostumbrarnos a vivir sin esa persona y experimentar épocas de dolor.  Es en algún momento de este tiempo en el que podemos experimentar el síndrome de la silla vacía.  

No obstante, la tristeza y el dolor que ahora sentimos, a través de un duelo saludable pasará. En tanto, para alejar o minimizar los daños de este síndrome se puede recurrir a ciertas claves. y salir bien librado de ello. 

Si quieres conocer cómo afrontar el síndrome de la silla vacía, sigue la liga aquí>> 

Nostalgia decembrina: el tiempo que pasó 

La nostalgia es otro sentimiento propio de esta temporada, gracias a ella elegimos recordar cosas, momentos y personas de acuerdo a la situación o conveniencia del momento. Es una selección de recuerdos que decidimos extrañar, generalmente descontextualizados de la historia completa, y que voluntariamente traemos a la mente para volver a sentir (aunque nos cause dolor), como parte del inventario de nuestra propia historia. 

En diciembre, especialmente en las fiestas como Navidad y Año Nuevo, la gente tiende a pensar en el año transcurrido. Se hace un recuento de los días felices, pero también considera los objetivos planteados al inicio del año y que no se cumplieron; en las expectativas que se vislumbraron para el año que concluye y que no se alcanzaron por diversos motivos. 

Entonces las personas suelen sentirse frustrados y pensar que, en el pasado, cuando todo era esperanzas y posibilidades de éxito y no «fracasos», las cosas eran mejores. Y para ello no importa si el año anterior tampoco se cumplieron los objetivos o no la pasamos bien. 

Las luces de colores, los regalos, las reuniones con amigos y, sobre todo, con la familia; las bebidas alcohólicas y comidas copiosas crean circunstancias idóneas para remontarnos a nuestra niñez o juventud, donde todo parecía fantástico, o al menos eso es lo que elegimos recordar, eliminando voluntaria y selectivamente cualquier recuerdo triste o doloroso. 

Así todo pasado, quitando voluntariamente los malos recuerdos, parecerá idílico y, por ende, darán ganas de volver a ello con el dolor implícito de no poder regresar el tiempo. Aceptar que la nostalgia se instale en nosotros nos priva de vivir el aquí y el ahora con todo lo bueno que tiene, aun cuando también tenga aspectos no tan buenos. 

Tómalo en cuenta

Ya lo has visto, aquí hay tres motivos por los que en diciembre nuestro estado de ánimo se altera radicalmente, pero que no son determinantes. Podemos intervenir en condiciones que son temporales, mejorando nuestro estado de ánimo practicando la consciencia de nuestro presente y evitando sufrimiento añadido a estos tiempos.  

Si estos estados de ánimo se prolongan o se profundizan con pensamientos incómodos y demasiado dolorosos, es importante que acudas con un profesional para un diagnóstico diferenciado frente a una posible depresión u otro trastorno, y así recibir la atención que mereces.  

JORGE DOMINGUEZ | PSICOTERAPIA 

De Frente a la Vida |CONTIGO

 

Curso impartido por Jorge Domínguez.

 

La comprensión de sí mismo es un acto obligado. Tal y como aprendimos a caminar, a hablar, a comprender el entorno y su funcionamiento, así mismo es necesario comprender nuestras herramientas tanto con las que hemos nacido como aquellas que con el tiempo se han desarrollado y adquirido.

 

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