Hay más de 15 cosas que son necesarias para comunicarte en pareja y que por la cotidianidad, la costumbre el dar por sentadas algunas cosas, solemos descuidar o simplemente las descuidamos, pero tal vez comenzar con estas 15 será un buen principio.

Estas cosas se tratan de comunicación de corte cotidiano, sutiles y que exigen de nosotros más atención que esfuerzos extraordinarios; es decir no se requiere que “planeen un viaje en pareja cada año” o “tomen clases de baile juntos” para tener una sana relación de pareja. Sí, esto es bueno, pero es mejor cuando la convivencia diaria es adecuada, asertiva y enfocada a armonizar necesidades e intereses de los miembros de la pareja.  

En cuanto uno llega a la vida va caminando por sus sendas de manera errática, dando traspiés y acertando en el mejor de los casos. A veces uno le da en el blanco y está bien, pero la mayor parte de las veces aprende a estar bien después del error. Y es que la vida no tiene instructivo…

Y como la vida, las personas tampoco tenemos un manual, así que al juntarnos en pareja también lo asemos tanteando terreno, aprendiendo del error y acertando de vez en cuando, si bien nos va.

En este camino de relacionarnos con una pareja podremos disfrutar de muchas sorpresas agradables, pero también padecer muchos conflictos, justamente porque cada persona tiene su propia historia y con ello sus propias carencias o necesidades. Lo que hacemos con las relaciones de pareja es reunir estas historias y emparentar necesidades, aunque no quiere decir que nos toca resolverlas necesidades ajenas (sobre todo cuando apenas somos capaces de resolver las nuestras).

Convivir con la historia, necesidades y carencias del otro no es cosa fácil, pero si se desea una sana relación no puede evitarse estar en contacto con ello; habrá que encontrar fórmulas para armonizar con el otro, y es ahí donde vamos a ver algunas buenas cosas que podemos hacer para optimizar esta convivencia.

COMUNICACIÓN Y ESCUCHA ACTIVA 

1.  Pon atención a sus palabras y su lenguaje corporal: sólo así podrás aprender sobre sus deseos, sueños, necesidades y solicitudes. Parece obvio pero, sobre todo desde que los teléfonos celulares se atravesaron en la comunicación personal, en lo cotidiano no siempre prestamos atención a la gente aún cuando sea aquella a la que amamos.
2. No interrumpas. A veces nos gana la tentación por interrumpir al otro para contradecirlo, o porque tenemos prisas y señalamos “sí, ya te entendí”. Practica el escuchar a tu pareja en todo lo que tiene que decir, y si quieres decir algo al respecto de algún tema, espera tu turno.
3. No lo acuses. Una frase socorrida y especialmente en las discusiones, es “es que tú…” “Es que tú eres un necio”, “es que tú nunca me escuchas” por ejemplo. Evita acusar porque es una forma de agresión, y entonces tu pareja se pondrá a la defensiva.
4. No asumas como un hecho algo que es tu sentir o pensar. ¿Alguna vez has dicho o escuchado cosas como “tú me lastimaste“ hablando en términos emocionales, por supuesto, y no físicos? Aquí estás asumiendo que tu pareja hizo algo que te hizo sentir mal, pero tal vez el sólo expresaba sus propios sentimientos, pensamientos o ni siquiera estaba pensando con claridad. Esta es una forma de acusación.
5. Evita las generalizaciones. Procura no usar palabras  como “nunca”, “siempre”, etc. “Nunca me llevas a ningún lado”… “siempre llegas tarde”. Con frases como éstas no das oportunidad a un acierto, y también es una agresión. Piensa cómo te sientes tú cuando te lo dicen a ti.
6. No le impongas tu visión. Recuerda que cada uno tiene una historia y una perspectiva de la vida, es importante que hables desde tu perspectiva, pero dejes que el otro, o la otra, hablen desde ella y así se entienda.
7. No juegues adivinanzas. Asegúrate de que has comprendido lo que dice, lo que te pide o lo que necesitas. No interpretes o trates de adivinar lo que quiso decir. Cuando tu pareja te haga una solicitud, te plantee una idea, etc., pregúntale “esto es lo que yo estoy entendiendo, ¿es correcto?”.
8. Di lo que quieres. Así como escuchas a tu pareja, tú también tienes que decir con claridad lo que necesitas o deseas; sin rodeos ni miedos. ¡Inténtalo!  Al plantear tus necesidades, deseos o solicitudes, sé concreta, sé concreto, ve al grano y no dejes nada a la imaginación para que no haya espacios susceptibles a la interpretación del otro.
9. Deja el pasado en paz. La comunicación en pareja, y en general con todas las personas, debe ser oportuna, es decir hay que expresarse en el momento adecuado, traer el pasado a una conversación actual no ayudará a resolver el problema —si de ello trata— y sólo ampliará el conflicto. Cargar con hechos pasados seguramente serán situaciones inyectadas de resentimiento.
10. Busca la oportunidad. Si hay algo delicado o controversial que debas decirle a tu pareja, procura que sea en el lugar y momento adecuado; donde no haya lugar para agregar tensión, ni distracciones u observadores incómodos. Si requieres ese tiempo, agéndalo.  
11. Preocúpate por cómo está: Si lo amas, si la amas,  no debería decirte que te preocupes por él o por ella; pero a veces las prisas, la rutina, el cansancio nos hacen dar por hecho que tu pareja está bien.
12. Discúlpate. Si has lastimado sus sentimientos, no tengas miedo de disculparte; una disculpa no debe verse como un acto de vulnerabilidad o como perder una batalla, las disculpas tienen más vínculos con nuestro deseo de estar bien en pareja que con el orgullo. ¡Considéralo!
13. Pide su opinión. Por pequeño que sea el tema, pedir la opinión de tu pareja es hacerlo partícipe de tu vida y tu historia. No importa si él no es experto en el tema, por ejemplo si es un tema de trabajo que él o ella desconozca, el saber que le haces partícipe abrirá mejores canales de comunicación y, por qué no, será una mirada diferente que te ayude a ver de otra manera el asunto.
14. Agradece. No des por sentado que por ser tu pareja debe hacer todo lo que le pides, o viceversa. Más allá de un gesto de cortesía, agradecer es hacerle saber al otro que valoras lo que hace por ti, por pequeño que sea, así se trate de cambiar el rollo de papel en el baño.
15. Sé empático en todo momento. Sobre todo en la pareja, esta habilidad emocional y social de la empatía es indispensable y más porque ambos miembros de la pareja se conoce, saben lo que el otro, la otra, podrían sentir.

UN PLUS: Acepta que hay cambios naturales en las personas a través de la vida: el hombre o la mujer con la que hoy vives, muy probablemente no sea igual que aquella con la que te casaste; pero tampoco tú lo eres. Así que no estés expectante a que siempre sea igual y de igual manera, no intentes hacerle cambiar.

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