Estas 14 lecciones que aprendí del Ubuntu también a ti te ayudarán a conocer y asimilar esta filosofía africana que todos deberíamos vivir.
Hace algunos días terminé de leer Ubuntu, título del libro escrito por Mungi Ngomane, nieta del sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz 1984. Un libro que me parece de gran valor no sólo por retomar una filosofía colectiva sin porque, en el camino, el ser humano puede alcanzar mejor desarrollo personal
“Ubuntu” es un término africano que se usa comúnmente en la región de África Subsahariana y que tiene una rica y profunda filosofía detrás de él. En resumen, el concepto se refiere a la creencia en la interconexión y la interdependencia de todas las personas.
El filósofo sudafricano Desmond Tutu lo describió así: “Ubuntu es la esencia de lo que significa ser humano. Significa que no podemos existir como seres humanos aislados, que somos todos parte de una red de vida, que nuestra humanidad está ligada a la de los demás”. En otras palabras, se refiere a una forma de vida comunitaria en la que cada persona es valorada, respetada y cuidada como un miembro importante e inseparable de la comunidad.
El término Ubuntu también tiene una conexión importante con el perdón y la reconciliación. En la historia reciente de Sudáfrica, el término se utilizó ampliamente en el proceso de transición del apartheid al gobierno democrático. El presidente sudafricano Nelson Mandela utilizó el término para promover la reconciliación entre los grupos raciales y étnicos que habían estado enfrentados durante décadas.
En resumen, el concepto de Ubuntu es una expresión de valores humanos universales como la empatía, el cuidado, la compasión y la solidaridad. Se enfoca en la interconexión y la interdependencia de todas las personas, destaca la importancia de vivir en armonía y equilibrio con los demás y con el mundo que nos rodea.
¿Cómo vivir el Ubuntu en nuestra vida?
Hay muchas maneras en las que podemos vivir el Ubuntu en nuestras vidas diarias, aquí te menciono algunas:
- Practicando la empatía: una parte esencial del Ubuntu es la empatía, es decir, ponerse en el lugar de los demás y comprender su perspectiva y sentimientos. Podemos practicar la empatía al escuchar activamente a las personas, tratando de comprender su punto de vista y mostrando interés en sus preocupaciones.
- Fomentando la solidaridad: otra forma de vivir el Ubuntu es fomentando la solidaridad, lo que significa estar dispuesto a ayudar a los demás en momentos de necesidad. Esto puede ser a través de pequeños gestos de amabilidad, como prestar atención a los problemas de los demás o ser voluntario en una causa que beneficie a la comunidad.
- Practicando el perdón: el Ubuntu también se trata de perdonar y dejar ir el resentimiento y la ira hacia los demás. Esto no significa que debemos tolerar su mal comportamiento, pero sí significa que debemos tratar de comprender y perdonar a las personas por sus errores y buscar una forma de reconciliación y sanación.
- Valorando la diversidad: el Ubuntu también significa valorar la diversidad de la comunidad y tratar a todos con igual respeto y dignidad. Debemos esforzarnos por aprender sobre diferentes culturas, idiomas, religiones y experiencias de vida, y celebrar las diferencias en lugar de dividirnos por ellas.
El Ubuntu se basa en la idea de que todas las personas son iguales y que debemos valorar la interconexión y la interdependencia de todas las personas en la comunidad. Por lo tanto, quienes promueven el odio, el individualismo, la exclusión y la discriminación hacia ciertos grupos de personas no están viviendo el Ubuntu.
14 lecciones que aprendí del Ubuntu
- Búscate en los demás.
- La unión hace la fuerza.
- Ponte en lugar del otro.
- Adopta la perspectiva más amplia, siempre.
- Ten dignidad y respeto por ti y por los demás.
- Cree en el bien que todos llevamos dentro.
- Elige la esperanza en vez del optimismo.
- Busca formas de conectar con otros.
- El perdón es poderoso.
- Abraza la diversidad.
- Acepta la realidad.
- Ríete de todo.
- Los pequeños detalles marcan la diferencia.
- Aprende a luchar.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA