Estas 14 claves de cómo apoyar a un amigo enfermo te permitirán tener un acercamiento más asertivo y emocionalmente adecuado para ambos.
Los amigos, la familia y seres más allegados pueden ser muy empáticos con la enfermedad de sus seres queridos, especialmente cuando éstas son graves o terminales. Sin embargo, ante la preocupación por el enfermo y el deseo de ayudar, no siempre se es asertivo y, con frecuencia, se termina incomodando más que confortando.
Especialmente en el ámbito emocional, los enfermos enfrentan una inestabilidad constante, dependiente siempre de la evolución de su padecimiento o la gravedad. Una amplia gama de emociones bulle en ellos y lo prudente es atenderles desde la escucha y la paciencia. Siempre pensando que el apoyo emocional facilita la recuperación de cualquier enfermedad.
Por ello en esta ocasión he preparado una guía rápida de cómo apoyar a un amigo enfermo.
Cómo apoyar a un amigo enfermo
Recuerda que contar con un buen apoyo ayuda a seguir mejor los tratamientos, lo que obviamente repercute positivamente en la salud. Sin embargo, este apoyo debe basarse en la empatía y la paciencia, para ello puedes seguir estas claves:
- Darle tiempo para adaptarse a la situación. En caso de una enfermedad grave o un accidente que deje secuelas, el paciente requerirá tomarse un tiempo para transitar por un duelo, ya que ha perdido su salud. Pasará por las fases de éste que son: negación, enojo, tristeza y aceptación.
- Pedir permiso. Antes de visitarlo, darle consejos y cuestionarlo, pregunta si tiene ganas. Igualmente hay que dejar claro que no hay ningún problema si le dice que no.
- Protegerle sin mentir. Si es tu caso y de ti depende darle noticias desagradables, cuida de sus emociones, pero no le mientas. Valora la situación y aproxímalo al tema de forma asertiva.
- Reconocer sus emociones. No intentes negar sus emociones con frases como: “no estés triste” o “no te enojes”. Por el contrario, ayúdale a reconocer lo que siente y a gestionarlo de una manea saludable.
- Dejar que se exprese. Escúchale sin juzgarle, y especialmente sin darle consejos. Aunque pretendamos ayudarle con nuestras palabras, nuestra perspectiva nos distancia de la realidad del enfermo y éste sólo quiere sentirse escuchado y comprendido, no abrumado con consejos que tal vez no pueda seguir.
- Ofrecer ayuda. A muchas personas en situaciones complicadas les cuesta pedir ayuda. Lo ideal es que esa ayuda sea específica, como ofrecerse a hacer la comida, acompañarle a una consulta médica, cuidar de la mascota o las plantas.
- Ser positivos. Por muy mal que se encuentre tu ser querido o devastadoras que sean las noticias, tu papel es tener una actitud positiva, ésta es fundamental para afrontar y superar la enfermad. Es contagiosa, y ayudará al enfermo a superar el momento.
- Hacer sentir que se está de su lado. No basta decirle estoy aquí o “pídeme lo que necesites”, ya que el paciente quizá ni siquiera sepa qué requiere. Estar presentes física y emocionalmente es más importante que tratar de resolver sus problemas.
- Ayudar a ver con claridad. Ya sea por la medicación o porque las emociones le sobrepasan, algunas veces los enfermos tienden a ver un panorama muy oscuro; corresponde a los amigos ayudarlos a ver la realidad con mayor claridad.
- Apoyar sin presionar. Apoya sin presionar y deja que sea él o ella quien decida en qué momento está preparado para hacer cosas nuevas.
- Darle espacio. Puede ser que el paciente se siente frustrado, enojado o triste, desanimado o malhumorado; puede mostrarse desanimado, testarudo, impaciente, etc. Será natural que pierda la paciencia, grite o use palabras hirientes. No lo tomes personal y dale espacio.
- Cumplir con lo prometido. Si te has ofrecido a visitarle o a hacerle compañía, será importante cumplir con la oferta.
- Tratarlo igual. Procura tratarlo de la misma manera que lo has hecho siempre. No lo trates sólo como a un enfermo. Igualmente hablen de temas que no son su enfermedad.
- Cuidar de uno mismo. Apoyar a un ser querido que está pasando por una enfermedad grave suele ser desgastante también para uno mismo y puede despertar muchas emociones. Es importante que uno mismo trabaje con sus propias emociones a la par que conforta a un amigo.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA | CONSTELACIONES FAMILIARES